En una reciente mañanera Andrés Manuel, maestro de la comunicación política, volvió a hablar de su sucesión. Lo hizo en estos términos:

“Por eso yo celebro que haya debate y que ya sepamos que pueden sustituirme Claudia o Marcelo Ebrard, o la esposa de Felipe Calderón, o Moreira o Quadri, Loret de Mola, Chumel. Con todo respeto, Chumel, no se vaya a enojar, ¿eh? Ya, qué tapado ni qué nada, ya abierto todo completo”.

Presidente AMLO

La lista de los hombres

“Ni son todos los que están, ni están todos los que son”. Faltan en la lista al menos cuatro militantes de la oposición y uno de Morena:

Ricardo Anaya Cortés (panista).

Mauricio Kuri González (también panista).

Luis Donaldo Colosio Riojas (emecista).

Las columnas más leídas de hoy

Enrique Octavio de la Madrid Cordero (priista).

Adán Augusto López Hernández (morenista).

Y sobran dos comediantes devenidos en periodistas y dos políticos devenidos en comediantes:

José Manuel Chumel Torres Morales (comediante periodista).

√ Carlos Loret de Mola Álvarez (periodista comediante).

√ Rubén Ignacio Moreira Valdez (político cómico).

√ Gabriel Ricardo Quadri de la Torre (cómico político).

La lista de las mujeres

“Ni son todas los que están, ni están todas las que son”.

Falta una periodista devenida en senadora: María Lilly del Carmen Téllez García.

Sobra una diputada a la que le estorba el marido: Margarita Ester Zavala Gómez del Campo.

La lista completa

En orden decreciente de posibilidades de llegar a la presidencia:

Claudia Shienbaum Pardo (Morena).

Marcelo Luis Ebrard Casaubón (Morena).

Adán Augusto López Hernández (Morena).

Ricardo Anaya Cortés (PAN).

María Lilly del Carmen Téllez García (PAN).

Luis Donaldo Colosio Riojas (MC).

Enrique Octavio de la Madrid Cordero (PRI).

Mauricio Kuri González (PAN).

El ilusionista Andrés Manuel

El presidente de México, cada vez que juega al futurismo, incluye y excluye nombres de la lista de presidenciables de todos los partidos únicamente para favorecer a los suyos, que son dos con fuerza en las encuestas (Shienbaum, líder; Ebrard segundo) y uno que no ha tenido tiempo de posicionarse en la opinión pública pero que está en el corazón de AMLO y por lo tanto no debe ser descartado, Adán Augusto.

Que Andrés Manuel mencione entre quienes pueden llegar a la presidencia a Chumel y a Loret, no es broma: es estrategia para desacreditar a la oposición, a la que reduce al nivel de un comediante que se siente periodista y de un periodista que se cree comediante.

AMLO no respeta a Lilly Téllez ni a Ricardo Anaya, pero no suele considerarles presidenciables porque mal que bien encabezan —así sea con números muy bajos— las encuestas de preferencias electorales en la posible alianza PRI-PAN-PRD. Es decir, Andrés Manuel no les regalará demasiada popularidad.

A Enrique de la Madrid no lo toma en cuenta el presidente, quizá porque lo ve como un aspirante serio que podría crecer. Tampoco incluye en las listas a Mauricio Kuri porque, si lo hiciera, tendría que desacreditarlo y no quiere hacerlo: AMLO no hará nada para romper su excelente relación con el gobernador de Querétaro; ya la disputa política dirá si se enemistan o no.

Y a Luis Donaldo Colosio —por mucho el mejor posicionado de la oposición en las encuestas—, el presidente López Obrador no lo menciona precisamente por eso: es el único que ahora parece con fuerza como para retar a Morena en las elecciones de 2024. Un momento, AMLO sí habló de Colosio una vez —sin mencionarlo por su nombre—, pero solo para descalificarlo porque, según Andrés Manuel, la del joven hijo del candidato asesinado no ha sido una vida de lucha. Desde luego, no estoy de acuerdo con el presidente de México: si alguien sabe lo que es enfrentar un destino adverso es Donaldo, quien de niño perdió a su padre cuando lo mataron las balas de la traición priista y poco tiempo después a su añorada madre, Diana Laura, quien cayó víctima de la más terrible enfermedad.

¿Una mujer puede ser presidenta?

Lo cierto es que la magia sucesoria de Andrés Manuel ha abierto el debate de si México está preparado para ser gobernado por una mujer. Lo está, desde luego.

Claudia Shienbaum es líder en las encuestas serias. Y, aunque pocas, Lilly Téllez tiene posibilidades. Margarita Zavala las tendría si su marido no fuera el más grande desprestigio de la política mexicana.

Por cierto, creo que Andrés Manuel, por respeto a las mujeres, no debe ya hablar de “la esposa de Felipe Calderón”. Beatriz Gutiérrez Müller no es “la esposa de AMLO”, sino una escritora respetada con nombre y apellidos. Más bien, cuando vuelva a hablar del jefe de Genaro García Luna —encarcelado en Estados Unidos acusado de haber trabajado para el Chapo Guzmán—, Andrés Manuel debe llamarlo “el esposo de Margarita Zavala”, si no por otra cosa, para modificar en una mínima medida los códigos de la cultura machista.

Los traidores y el litio

El mago Andrés Manuel, para fortalecer a quienes aspiran a la candidatura presidencial de Morena, ha decidido que todos en la oposición son traidores por haber rechazado la reforma eléctrica. Mucha gente ha comprado esta idea, lo que habla de que nadie comunica mejor que el presidente de México.

La magia de López Obrador no paró en lo anterior, sino que fue mucho más allá y nacionalizó el nuevo petróleo, el litio. Al margen de si todo esto es cierto, o no, millones de mexicanos quedaron agradecidos con su presidente.