Punto por punto:
1.- Soy el principal admirador del presidente Andrés Manuel López Obrador. Además de ello, en lo personal lo aprecio bastante porque es un extraordinario ser humano. Pero, desde luego, no puedo estar de acuerdo con él en todo.
2.- Aclarado lo anterior, debo decir que no me gustó nada su actitud de vetar la instalación de una fábrica de Tesla en Nuevo León. Me molestó lo que hizo AMLO porque las decisiones de inversión no deben tomarlas los presidentes, sino —precisamente— los inversionistas. Si Elon Musk eligió a la mencionada entidad se debió a características empresariales y tecnológicas que no tiene ninguna otra en México.
3.- ¿Que la falta de agua para consumo humano justificaba el veto? Andrés no lo demostró con estudios técnicos, que no tenía a la mano porque no pidió a nadie que los hiciera. La prensa regiomontana hizo un poco mejor la tarea y evidenció que el argumento presidencial era falso, ya que la empresa de Elon Musk operará, en Nuevo León o en cualquier otro lugar, con agua tratada. Por cierto, esta entidad es la que más agua trata en nuestro país.
4.- Me parece un tanto subdesarrollado que un proyecto de inversión extranjera, por importante que sea, se haya convertido en un asunto de Estado en México. ¿En serio era para tanto?
5.- La verdad de las cosas es que cuando, en unos años, Tesla termine de invertir los 10 mil millones de dólares que ha comprometido para sus operaciones en México, no será siquiera el 10% del sector automotriz en nuestro país. ¿Por qué se hizo tanto ruido?
6.- En fin, se ha informado que hoy en una videollamada entre Elon Musk y el presidente López Obrador se decidió ya el lugar en el que se instalará la planta principal de Tesla. Qué bueno.
7.- Como en esa videollamada participó Samuel García, gobernador de Nuevo León, durante todo este lunes se ha especulado que la fábrica más importante de la empresa propiedad de Musk en nuestro país operará en tierras nuevoleonesas. Es lo que se ha dicho, pero no me consta.
8.- Lo que sea, mañana martes se anunciará el destino de Tesla en México en la conferencia de prensa mañanera, en la que no sé si participará Elon Musk a distancia.
9.- Si se confirmara que Tesla se instalará en Nuevo León, habría que aplaudir a AMLO por saber rectificar. En este caso se evitaría el divorcio entre la comunidad regiomontana y el presidente de México. No habría luna de miel, claro que no, pero tampoco un rompimiento total que sería bastante dañino para nuestra nación.
10.- Claro está, si se anunciara que se impuso el criterio de AMLO y que Tesla no construirá su gran fábrica en Nuevo León, entonces significaría que el presidente convenció a Elon Musk, y ni hablar: el que tiene la última palabra es el empresario, como debe ser en el capitalismo neoliberal global en el que vivimos y que la 4T no tiene manera de desaparecer.