Tal como le pasó a Carlos Salinas, a AMLO se le hizo bolas el engrudo” y está perdiendo el control de la sucesión presidencial. Al igual que en 1994, los duros se están imponiendo y queda esperar que el desenlace sea muy distinto.

Apenas AMLO dio el banderazo para el inicio de las precampañas -que según él no son precampañas- para que los punteros Marcelo Ebrard y Claudia Sheinbaum desenfundaran sus espadas, estos lanzaron duros ataques que impactaron en el centro mismo de Andrés.

Midiendo fuerzas

Claudia Sheinbaum lanzó un obús a través de uno de los medios aliados, como lo es Contra Línea, con una supuesta investigación en contra de Marcelo Ebrard y, en una manifestación inusual, el mismo día que el escudero de Claudia, Martí Batres asumió la Jefatura de Gobierno, habitantes de San Miguel Topilejo acusaron la entrada de tala montes al Área Natural Protegida de Topilejo y Bosque de Agua y, pese a las quejas presentadas ante las autoridades, cerraron por más de siete horas la super carretera México Cuernavaca en ambos sentidos.

Pero no quedo ahí, el tercero en discordia, Adán Augusto dejó la Secretaría de Gobernación y a diferencia de la Cancillería y de la Jefatura de Gobierno donde Claudia y Marcelo impusieron a sus sucesores, él ni las manos metió y la posición vacante se convirtió en un tema de disputa entre los dos punteros.

El nombramiento de Luisa María

Tal parece que el nombramiento fue manejado más por los duros, muchos de ellos del lado de Claudia. Las versiones que corren señalan que las Fuerzas Armadas se negaron a que el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas tomara esa importante posición, ya que fue quien exhibió su participación en el triste acontecimiento de Ayotzinapa y ahora en los arrestos de miembros del ejército.

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Por otra parte, Claudia tampoco aceptaría a Encinas, quien está con AMLO y mucho más cercano quizá a Marcelo. Ante las críticas por la imposición de una mujer con poca experiencia y dudosa capacidad para mantener la gobernabilidad, en lo que ya se puede ver, será un proceso bastante desaseado, se sabe que la recién nombrada secretaria, es copartícipe de su papá, un abogado de los que se hicieron en el priismo defendiendo la mafia del sindicalismo corporativista que seguramente, podrán al servicio de Claudia.

Por eso no fue extraño que Claudia saliera en defensa de la nueva titular de Gobernación, lo hace tratando de “jalar agua” a su molino. “Es tiempo de mujeres” dijo, y para ella, las críticas por el nombramiento de Luisa María Alcalde son porque es mujer y es joven.

Se repite la historia

Son tan parecidos Carlos Salinas y AMLO, en cuanto a historias familiares, gabinete, aliados e ídolos, ambos admiran a Plutarco Elías Calles y pretendieron convertir su legado en un “Maximato”, ambos toman como ejemplo al grupo de Adolfo López Mateos y sobre todo, Ambos padecen del mismo pecado, la vanidad y comparten la obsesión de ser populares y conservar el control después de su mandato.

Cuando Salinas jugó con la sucesión, jugó con sus amigos y aliados, Pedro Aspe y Manuel Camacho Solís, sólo para imponer a Luis Donaldo. Los duros de entonces, José Murat Casab, Manlio Fabio Beltrones e incluso, Manuel Camacho y su hermano incómodo, Raúl Salinas no estuvieron conformes con la decisión.

La historia la sabemos todos, Manuel Camacho hizo berrinche, él y Marcelo renunciaron y le hicieron la vida de cuadritos a Luis Donaldo. Salinas, salió con su frase: “No se hagan bolas, el candidato es Colosio”. Pero los sucesos se precipitaron, el presidente Salinas perdió el control y perdió a su candidato y el país entró en una fuerte crisis de gobernabilidad.

El escenario actual es muy parecido, los actores se parecen o son los mismos. Pero los duros de Morena son peor, son del tipo porril de Martí Batres, los hermanos Concheiro activistas incrustados en las altas esferas de la administración pública, la familia Bejarano, Max Arriaga el gran amigo de la esposa de AMLO, y otros personajes que vienen de lo que Carlos Marx llamó el Lumpen Proletarius, un grupo social que atenta sin ningún tipo de principios contra la seguridad de los individuos o colectividades. En otras palabras, son unos mercenarios sin principios, sin conciencia social.

Y son estos mercenarios que están detrás de Sheinbaum, quienes se están apoderando de la escena mientras AMLO parece que pierde el ansiado control de su sucesión, si no meten orden a los duros de Morena, el resultado puede ser de pronóstico reservado.