Comentaba hace un momento con Sergio Sarmiento y Guadalupe Juárez —de El Heraldo Radio— que, en lo relacionado con el caso Ayotzinapa, lo que más me interesaba era conocer la opinión del presidente AMLO acerca de Omar Hamid García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México.
Es decir, escuchar la opinión de Andrés Manuel específicamente sobre la supuesta participación de García Harfuch en la construcción de la verdad histórica que el sexenio pasado fue la explicación oficial acerca de la tragedia de Iguala.
Como sabemos, la Fiscalía General de la República acusó al exprocurador Jesús Murillo Karam de haber organizado un cónclave para urdir la demasiado manoseada verdad histórica sobre Ayotzinapa, en el que supuestamente García Harfuch estuvo presente.
Dije en un artículo anterior que nada sería más sano para la Ciudad de México que la exoneración de su secretario de Seguridad Ciudadana, ya que él ha realizado un trabajo bastante bueno haciendo equipo con la fiscal capitalina Ernestina Godoy Ramos y con la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum.
Por fortuna, hoy lunes el propio Omar Hamid García Harfuch se defendió en Twitter:
Rechazo la versión absurda de haber participado en una reunión para “fraguar la verdad histórica”;ojalá quienes llevan las investigaciones detengan a quien hizo daño a los jóvenes en lugar de arruinar vidas y reputaciones de los que si hacemos algo por nuestro país todos los días
{username} (@OHarfuch) August 22, 2022
Pero esa defensa de sí mismo no bastaba. Faltaba lo más importante: la opinión del presidente de México sobre la declaración de la fiscalía de que Harfuch hizo acto de presencia en el supuesto cónclave de Murillo Karam.
Antes de analizarla, diré que las opiniones de pocos políticos —tal vez la de ninguno— han tenido el peso decisivo de las de AMLO, un hombre absolutamente sincero quien nunca calla cuando siente que se trata de denunciar a corruptos o delincuentes.
Como dice con frecuencia Andrés Manuel, su pecho no es bodega, esto es, no acostumbra quedarse callado cuando piensa que hay algo echado a perder: en tales casos, invariablemente lo da a conocer.
¿Qué dijo hoy AMLO sobre Omar García Harfuch? Nada, esto es, todo: no lo culpó aunque se le exigió hacerlo —ni siquiera lo mencionó por su nombre— y sin referirse a nadie en particular el presidente abiertamente pidió evitar linchamientos.
En un interesante diálogo con una reportera de verdad —Dalila Escobar, de Proceso; nada que ver con los risibles Moléculas que ensucian las mañaneras— de plano el presidente López Obrador se negó a condenar a García Harfuch; lo único que hizo Andrés Manuel fue aclarar, de una manera detallada y analítica, que en el informe de Alejandro Encinas y en los alegatos de la FGR, se habla de muchas personas, pero no quiero decir que sean culpables.
Tales palabras del presidente AMLO las considero una exoneración política de García Harfuch —mucho más importante que una exoneración judicial que seguramente no iba a ser necesaria—, y qué bueno que así haya ocurrido, ya que la Ciudad de México no merecería perder, por señalamientos sin fundamento, a tan buen jefe de policía.