IRREVERENTE
Les platico: En un predicamento puso Andrés Manuel a los fanáticos seguidores que se rasgan los trapos por él y que viven en Nuevo León.
Si apoyan la posición presidencial -”el sur es primero”- proclamada desde el púlpito del Palacio Nacional sobre el tema Tesla, demostrarán que el terruño donde viven les vale madre.
Si -por el contrario-abogan por el imán de desarrollo local que genera un proyecto como ese, estarán llevándole la contra al presidente.
Un ejemplo
Cuando Elon Musk anunció la construcción de la plataforma de sus cohetes en las inmediaciones de Brownsville, Texas, ni Biden ni nadie de su gabinete metió la cuchara para abogar por zonas menos desarrolladas de Estados Unidos y por ende más necesitadas económicamente para albergar a un detonante de desarrollo como ese.
Lo mismo sucedió cuando fue anunciada la construcción de la giga planta de Tesla en Berlín.
Y así en todos los países que tienen la suerte de ser elegidos por el hombre más rico del mundo para darle cabida a sus proyectos.
La diferencia es que, según parece, Alemania y EU son gobernados por dignatarios que piensan en generaciones, y México por un político que actúa -porque no piensa- en elecciones.
El dolor se alivia, pero la ira, no
López Obrador no esconde ni niega la cruz de su parroquia.
Tampoco olvida los escuálidos números que registró Morena en las más recientes elecciones de Nuevo León.
Le valen un pepino los exhaustivos análisis de viabilidad económica, capacidad educativa y calidad laboral que los expertos de Tesla YA HICIERON desde hace medio año al escoger la mejor alternativa para la citada planta en territorio nacional.
Le echaron el ojo a un mega terreno a la orilla de una carretera que comunica fácilmente hacia el centro de México y rumbo a la frontera con EU, situado en el municipio de Santa Catarina, NL.
Si la giga planta de Berlín ocupa una proporción bajísima de agua reciclada para su funcionamiento, la de Santa Catarina requerirá muchísimo menos, porque es una décima parte del tamaño de la Tesla alemana.
CAJÓN DEL SASTRE DE PANAMÁ.
“Entonces, estimados defensores invidentes de los designios de la 4T, el agua en este caso, no es el tema”, remata la irreverente de mi Gaby.