Apenas el pasado lunes escribí en este espacio sobre el vergonzoso silencio que han guardado los grandes medios de (des)información de México en lo referente al juicio de Genaro García Luna, y nuevamente el presidente López Obrador decide marcar la agenda en este tema, demostrando que sigue estando muchos pasos por delante de sus adversarios.

Si contra algo tuvo que luchar AMLO en su época de opositor fue contra el llamado cerco informativo: el desdén y bloqueo de los medios informativos del viejo régimen, que por años silenciaron no sólo la lucha, sino hasta la voz e imagen del Peje. Los espacios se fueron abriendo con mucho esfuerzo e ingenio por parte de los millones que integramos el movimiento democrático; pero la visión de AMLO fue determinante, y así el hoy presidente se volvió un experto comunicador capaz, repito, de dictar la agenda informativa y noticiosa de este país, algo que realiza todos los días desde las conferencias mañaneras.

Pues bien, el presidente anunció que ante la negativa tácita de los medios de informar sobre el juicio en Nueva York, desde esas mismas mañaneras dará un informe diario sobre el desarrollo del proceso. Es una bofetada con guante blanco para todo el mass-media mexicano (prensa, televisión, radio y medios digitales corporativos) quienes ahora se verán obligados a tocar el tema, si es que quieren seguir teniendo algo que decir sobre las conferencias diarias del presidente, que aunque les duela admitirlo son lo que les da la mayor parte de sus audiencias.

No han de estar muy contentos Ciro, Loret, Amador Narcia, por mencionar sólo algunas de las “vacas sagradas” del dizque periodismo mexicano que o han estado mudos en el tema o de plano hablan de él pero para intentar lavarle la cara al narco-policía de Calderón, incluso presentando su caso como una novelita rosa barata, hablando de los “besitos” que el acusado le envía a su esposa desde el banquillo de los acusados. Seguramente esas sórdidas glorias del periodismo preferirían seguir calladitos y no meterse en camisa de once varas (dicen que el pez por su boca muere), pero no les va a quedar de otra: ante todo los medios en que trabajan son empresas y sus patrones se guían por el dinero; el rating manda, las ventas dictan la línea editorial. Al chasquido de los dedos de sus amos, los periodistas, opinólogos y levanta cejas tendrán que bailar al son que AMLO les toque, como les toca de lunes a viernes la música que los trae bailando desde hace ya cuatro años.

Tema aparte es lo que realmente saldrá a la luz en este juicio que recién comienza, y las repercusiones que podría tener en México y sobre algunos actores políticos de este país. Personalmente me inclino a pensar que el proceso contra García Luna es “mucho ruido y pocas nueces” y que al gobierno de Estados Unidos en realidad no le interesa ir hasta el fondo del asunto, por los poderosos intereses políticos y económicos de aquella nación que estarían involucrados. Pero sea la Madre de todas las batallas o el Fiasco del siglo, el juicio contra Genaro García Luna ya no podrá seguir siendo ignorado por los medios mexicanos. AMLO volvió a romper el cerco informativo. Celebro eso.

Twitter: @Renegado_L