El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aceptó este viernes abrirse al diálogo con representantes del Partido Acción Nacional (PAN), en medio de una crisis interna entre los blanquiazules.
En su conferencia mañanera, AMLO dijo que instruyó al secretario de Gobernación (Segob), Adán Augusto López, recibir al diputado federal Santiago Creel por el diálogo solicitado para discutir diversos temas de la agenda nacional.
Santiago Creel hizo público público que quería reunirse con el presidente a través de un video en su cuenta de Twitter, donde aparece a las afueras de Palacio Nacional y hace un llamado para abordar temas como la violencia, la creación de empleos y la reforma energética. Según Creel: “hablando se entiende la gente”.
AMLO aceptó el diálogo con el PAN luego de criticar a su presidente nacional, Marko Cortés, por “regañar” a los gobernadores de ese partido que acudieron al mensaje en el Zócalo por sus 3 años de gobierno.
A nadie escapa que el PAN atraviesa por una fuerte crisis interna donde algunos liderazgos están completamente decepcionados de la gestión de Marko Cortés y de la cúpula que lo rodea, entre ellos Santiago Creel.
Muchos panistas creen que Marko debe renunciar a la dirigencia nacional y permitir una reestructuración, antes de que sea demasiado tarde para las elecciones de 2024.
El PAN se acerca a AMLO
El acercamiento del PAN con AMLO puede ser más un llamado de ayuda por la presión interna, antes que una postura de contraste como supuestos representantes de la oposición.
El PAN está desesperado, entre las divisiones internas y su falta de liderazgos, a lo máximo que pueden aspirar para las elecciones de 2022, es a una de las 6 gubernaturas que estarán en juego. Lo dijo el propio Marko Cortés hace unas semanas, sólo en Aguascalientes tienen oportunidad de competir con Morena.
En cuanto al 2024, basta que ver la encuesta del diario Reforma para enterarse que el único aspirante del PAN que aparece en la lista es Ricardo Anaya, con apenas un 16 por ciento de preferencias: a más de 10 puntos de Luis Donaldo Colosio Riojas, y casi 15 de Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard.
Acorralado, el PAN tiene que intentar apagar el incendio dentro de su propia militancia y, al mismo tiempo, encontrar la manera de recuperar la confianza de la ciudadanía. Esto si quiere tener una mínima posibilidad de competir en la elección presidencial.
Por ahora, parece que el camino a AMLO puede traer buenos frutos para el PAN que controla Marko Cortés: al interior será un mensaje de que cuentan con el apoyo de Palacio Nacional; mientras que para la opinión pública, el gancho será que sus ideas están siendo escuchadas por el presidente.
¿Quién diría que al final el PAN iba a necesitar de AMLO para recuperar confianza?