La calentura electoral en Morena generada desde Palacio Nacional tiene de plácemes al presidente López Obrador gozando del juego que más le gusta -además del Rey de los Deportes-, y me refiero al ajedrez, donde mueve a sus alfiles a placer y premia, y quita, y castiga, y toma venganzas, y se divierte con aquellos que corren a su llamado para saber si van a estar en las boletas de 2024, si les tocará reintegro o de plano les dirán “suerte pa’ la próxima”.

Lo actual es advertir los últimos cambios que están generándose en el marco del preludio del movimiento de cara a la decisión que habrá de materializar en cuanto a la candidatura de su partido movimiento de regeneración nacional (MORENA), por las implicaciones que esos tienen aparejadas.

La primera salida en esta época caliente fue la del ahora excanciller, Marcelo Ebrard Casaubón, quien dejó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) para formar parte de la farsa de proceso interno de su partido para elegir al ‘coordinador de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación’, es decir, la chapucera artimaña con la que el presidente Andrés Manuel López Obrador, cacique de su partido Morena realiza la elección de su próximo candidato presidencial que acabará siendo producto del dedazo de López.

Y para suplir a Ebrard se especulaba que quien podría quedar como sucesor sería Juan Ramón de la Fuente, ex rector de la UNAM, y con un muy relevante desempeño en diversos cargos en el sector público y la academia, y que actualmente funge como embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas, sin embargo no fue así. También se especuló podría ser el senador Héctor Vasconcelos quien desde antes del inicio de la administración actual buscó la cancillería pero solo logró ser presidente de Relaciones Exteriores del Senado, y aunque se pensaba podría intentarlo y lograrlo en esta ocasión al final del sexenio tampoco lo consiguió. Carmen Moreno Toscano, quedó por unos días como encargada del despacho y se creía podía asumir la titularidad siendo una mujer cercana a Ebrard, pero AMLO se decantó por Alicia Bárcena, quien si bien no es una embajadora de carrera cubre un muy buen perfil habiendo ocupado la subsecretaría general de Naciones Unidas, y la Secretaría ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), que es muy importante.

La segunda renuncia del equipo de AMLO, con el mismo propósito que el excanciller, fue la de Adán Augusto López Hernández a la Secretaría de Gobernación. En su lugar fue designada Luisa María Alcalde, quien se trasladó desde la Secretaría del Trabajo, la cual quedó a cargo de Marath Bolaños López.

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Relevos generacionales” en su administración, llamó Andrés Manuel la sucesión en la STPS, y destacó que Alcalde Luján es la secretaria de Gobernación más joven en la historia.

Lo que no dijo López, es que, Luisa María Alcalde, a quien derivó al puesto más importante del gabinete, dista mucho de contar con las credenciales y cubrir el perfil para el cargo que honorablemente desempeñaron en algún tiempo señorones de la talla de Fernando Gutiérrez Barrios, Patrocinio González, Emilio Chuayffet, Francisco Labastida, Diódoro Carrasco, Santiago Creel, Francisco Ramírez Acuña o el propio Miguel Ángel Osorio Chong. Insisto, el comentario no es por la juventud, o género, es simplemente que se requiere mucha más experticia para el nivel de habilidades que demanda el cargo, pero es deseable logre un buen desempeño, aunque seguramente las tareas que le delegarán serán del tipo relaciones públicas, a sabiendas de que los grandes temas se tratarán en Palacio Nacional.

Por otro lado, el presidente Andrés Manuel López Obrador designó como secretario del Trabajo, -un puesto clave de su Gobierno-, a Marath Bolaños López, quien como subsecretario de la STPS era el encargado de “Jóvenes Construyendo el Futuro”, un programa social insignia del mandatario tabasqueño, implementado para pagar una beca de seis mil 310 pesos mensuales a más de 2.3 millones de aprendices laborales, pero que resultó un rincón más de corrupción del gobierno habiendo sido detectadas irregularidades en el diseño, operación y resultados del programa, las cuales evidenciaron otorgamiento de becas a Servidores de la Nación, centros de trabajo “fantasma”, desvíos millonarios, y bases de datos poco confiables que repercutieron en el padrón de beneficiarios, sin menoscabo de que los jóvenes han denunciado se les obliga a hacer proselitismo a favor de Morena. Un programa que además el mandatario ha exportado a Centroamérica, con el argumento que es un freno a la migración.

Asimismo hay que destacar, Bolaños López forma parte del círculo de amigos de un hijo del presidente, que han obtenido posiciones clave en el gobierno federal.

En un hilo de Twitter, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) recordó que desde noviembre de 2022 informó que Bolaños había escalado posiciones en Morena y en el gobierno federal gracias a su cercanía con un hijo del mandatario.

Se recordará también que otros de este circulo obtuvieron contratos por más de 100 millones de pesos en relación con el proyecto del Lago de Texcoco.

MCCI refiere que Bolaños López escaló de asistente administrativo en Morena, a secretario particular de Marcelo Ebrard (en 2018) y de ahí a subsecretario del Trabajo (en octubre de 2020) y ahora asume como titular de una de las secretarías más importantes del actual régimen.

Andrés Manuel López Obrador también anunció la llegada de André Foullon como nuevo titular de la Agencia Nacional de Aduanas, tras la salida de Rafael Marón Mollinedo, quien será representante de nuestro país ante la Organización Mundial de Comercio.

André Georges Foullon Van Lissum, es el nombre completo del general de división retirado de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) el cual incluso formó parte de la terna para ser secretario de las Fuerzas Armadas en el presente sexenio. Su encomienda será limpiar de corrupción dicho sector.

No está demás decir que a excepción de este último relevo, todos los cambios y los que vienen son resultado de la calentura electoral en que está ya inmerso Morena. Y todo ello generado desde Palacio Nacional, baste recordar que en los últimos días el presidente ha venido convocando a secretarios, funcionarios, gobernadores, y al mismo dirigente de Morena tanto para conocer las intenciones de los que pretenden jugar en la próxima contienda electoral, como los que apuestan por la continuidad para ir analizando y definiendo los movimientos en el tablero.

Hasta ahora el jefe del Ejecutivo adelantó que serán ocho las renuncias que se contemplan en su gobierno, y aunque no especificó los nombres de los funcionarios que tomaron esta decisión algunos de ellos ya anunciaron que dejarán sus puestos para buscar alguna candidatura, como es el caso de Margarita González quien adelantó que irá por la gubernatura de Morelos.

Ricardo Sheffield, titular de Profeco, también adelantó que se encamina a la contienda por Guanajuato; Zoé Robledo, director general del IMSS, por Chiapas.

Y pese a que no ha hecho oficial su aspiración, se prevé que Rocío Nahle dejara la Secretaría de Energía para buscar la gubernatura de Veracruz y Ariadna Montiel, se iría a la interna por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.

Lo ideal sería que conforme a los resultados de su labor al frente de sus respectivos encargos se repartiesen los premios, pero luego entonces no habría nadie para recibirlos, pues si se revisa cómo quedan dependencias como el Seguro Social o la Secretaría de Energía, no habría nombres en Morena para llenar las boletas electorales.

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