Tres fueron las notas relevantes de la conferencia presidencial mañanera de ayer jueves. Tres los acentos, tres las narrativas que el presidente López Obrador impuso sin apenas despeinarse, como hace todos los días desde que tomó posesión el 1 de diciembre de 2018.

Primera nota: el haber hecho la “mañanera” desde el que fuera el epicentro del terror policial en el sexenio sangriento de Felipe Calderón: el “bunker” que fue de la extinta Policía Federal, hoy convertido en cuartel de la Guardia Nacional. Presentó AMLO un video, sin duda impecablemente producido, para mostrar en toda su ostentación y todo su boato lo que en tiempos de Calderón fue ese cuartel siniestro. Se nota que en Presidencia no escatimaron gastos para mostrarle al país hasta dónde los delirios megalomaníacos de un presidentito espurio y de su mano derecha en el “combate a la delincuencia” contaminaron lo público y lo volvieron un escaparate de sus propios complejos y traumas.

Uno puede imaginar a Felipe Calderón, el pecho henchido de orgullo, la ceja levantada en su característico gesto de petulancia, recorrer con pasos ceremoniosos los 400 metros del túnel del “bunker”, sintiéndose el dueño y señor de todo México. También podemos imaginarnos a Genaro García Luna caminando a su lado, sólo un paso detrás de su jefe, sonriendo con satisfacción mientras le muestra a su Führer (región 4) hasta el último rincón de esa miserable madriguera de concreto diseñada para servir de refugio a tan peligrosas ratas.

Segunda nota: el duro mensaje de López Obrador donde advierte a un grupo de legisladores republicanos de los Estados Unidos que México y su gobierno rechazan de forma tajante los amagos intervencionistas que por estos días se han expresado en el vecino país. Ante la ocurrencia de uno de esos halcones gringos que parecen salidos de alguna película de Stallone o Steven Seagal de exigir que México le permita a Estados Unidos ingresar a territorio nacional para combatir a los cárteles de la droga, AMLO fue categórico al responder: “nosotros no estamos de acuerdo, rechazamos toda forma de intervención”, afirmó, y fue más allá al advertir que si el loquito que propuso tal desmesura insiste en ella, el gobierno mexicano iniciará una campaña informativa entre los paisanos radicados en Estados Unidos para pedir que no se emita ni un solo voto de esa comunidad migrante a favor del Partido Republicano.

Apenas terminada la conferencia de prensa, los merolicos y levanta cejas a sueldo de la derecha sufrieron lo que yo considero un brote psicótico, pues comenzaron a aullar en forma lastimera y escandalosa diciendo que AMLO “había retado a los Estados Unidos”, y casi llamando a la gente a esconderse en sus casas por la “inminencia” de una invasión estadunidense ante los “insultos” del Presidente...

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¿De verdad no tienen sentido del ridículo los de la oposición? Mientras ellos intentaban sembrar el alarmismo diciendo que “los gringos no le perdonarán” a AMLO ese “insulto” (lo que por otra parte, nos permite ver cuán colonizados están todos los merolicos y opinologos de prensa, radio y tv), lo que algunos vimos fue una magistral jugada de ajedrez POLÍTICO que el Presidente se permitió jugar…¡en el tablero estadounidense!

En efecto, como si no le bastara con marcar la agenda política e informativa en México, López Obrador se dio hoy el lujo de aventarse dos que tres lances en la arena electoral americana. Y es que AMLO entiende perfectamente el fondo de las declaraciones idiotas de los desquiciados legisladores que quieren “invadir” a México: Son BRAVATAS ELECTORALES para consumo del electorado de aquel país; son, en pocas palabras, declaraciones absolutamente irresponsables que lo que persiguen es jalar votos para la causa del partido conocido en USA como el GOP.

Por ello, sin sudar y sin que le temblara la mano o la voz, como seguramente le hubiera temblado a cualquier otro de los presidentes priistas y panistas que padeció este país, AMLO respondió en los mismos términos, con un contra ataque ELECTORAL que tiene como finalidad mostrarle a los halconcitos de la guerra la bronca en la que se pueden meter si se les ocurre seguir agarrando a México de costal de box para sus campañas políticas: ¿me amenazas con “invadirnos” para dizque combatir el narco? Aguas, my friend; porque si yo llamo a los paisanos a no darte un solo voto a ver cómo te va en las próximas elecciones. Para que le vayan midiendo el agua a los camotes...

Alguien avísele por favor a los leozuckermmans, los ciros, los lorets, y demás fauna (des)informativa que ya pueden salir de debajo de la cama: no habrá aviones caza gringos bombardeando las ciudades mexicanas, y no veremos la bandera de las barras y estrellas ondear en el Zócalo de la capital. Lo que sí veremos será una de dos cosas: a los pirados legisladores gringos bajándole dos rayitas a su verborrea anti mexicana, o lo que sería aún más divertido, al Peje desplegando en Estados Unidos sus legendarias habilidades de comunicación política, algo en lo que ningún político mexicano o extranjero en los años recientes lo ha podido superar o siquiera igualar. ¿A poco no sería algo digno de verse?

Tercera nota: El toque divertido con el que AMLO quiso cerrar la conferencia luego del duro mensaje que envió a los loquitos del Congreso gringo, fue el palomazo que se echó cantando una estrofa de la canción de Carlos Puebla, La OEA es cosa de risa, burlándose así de la sugerencia de algunos periodistas presentes en la mañanera, que le preguntaron si interpondría una queja ante dicho organismo continental por las susodichas “amenazas” de los dos gringos zafados.

Cómo no me voy a reír de la OEA

Si es una cosa tan fea

Tan fea que causa risa

Ja ja ja ja ja ja ja, ja ja ja ja ja ja ja

Ja ja ja ja ja ja ja

Twitter: @Renegado_L