Terminó el proceso electoral con la entrega de constancias y de alguna manera todo retomó el curso digamos, de la normalidad. Si bien el gobierno jamás detuvo sus acciones, la atención pública sí que estuvo en el tema electoral. Me parece que desde que comenzaron las encuestas internas de Morena el año pasado, la efervescencia política no paró.
Esta semana ya con prácticamente todo finiquitado, volvemos a la cotidianeidad y con ello, al análisis político que nos da el periodo post electoral, y vaya que creo que hay cosas para desmenuzar.
En lo nacional, estamos viendo un presidente agotar su renta política en estos últimos meses. López Obrador entregará la estafeta con una gran popularidad. En el argot beisbolero que tanto le gusta al tabasqueño, se estaría retirando de la política como un “all star” bateando arriba de .400 y casi que aún en su “prime”. Algo poco común en cualquier actividad.
Digo lo anterior porque Andrés Manuel logró exitosamente posicionar su discurso en la agenda pública. Ha ocupado tanto el espacio en la narrativa, que no permitió jamás que la oposición fuera opción. Supo entender al pueblo mexicano. “La Mañanera” ha sido su principal instrumento a la hora de comunicar; eso a pesar de la batalla que le han dado los medios conservadores.
A ello habría que agregar el impacto de los programas sociales en los hogares más recónditos del país. Sin embargo, el resultado electoral no es atribuible en gran medida a los programas sociales, sino a un tema que me parece aún más interesante que es el nuevo paradigma político que López Obrador ha planteado.
Verdaderamente el pueblo mexicano ha refrendado creer en el humanismo que plantea el presidente. En elevar el suelo de bienestar de los más necesitados y en acortar la brecha con los que más tienen. Pero al mismo tiempo, protegiendo a los empresarios mexicanos, a la soberanía energética y sobre todo hablarle de tú al gobierno norteamericano.
Todo ello ha permeado íntegramente en la conversación y los intereses de la mayoría de los mexicanos y el resultado electoral de los casi 36 millones de votos ha dado muestra de ello.
A punto de pasar la estafeta, la transición y las reformas las está viendo directamente con la presidenta electa Claudia Sheinbaum, quien envía mensajes de máximo respeto y acuerdo con AMLO. La 4T continuará, y pronto iremos viendo no un desmarque, sino el sello personal de la próxima presidenta. Quienes pretendan “amarrar navajas”, o volviendo al término beisbolero, “tirar con moña” simplemente no han aprendido nada del apabullante resultado electoral del 2 de junio. El pueblo eligió la continuidad de la transformación.
. - El segundo trienio de Rocha ya comenzó
En Sinaloa, el Dr. Rubén Rocha Moya regresó con todo. Por el proceso electoral había suspendido sus semaneras y las reanudó para enviar sendos mensajes políticos. Las señales que manda el gobernador no son ocultas ni disimuladas, son directas y de plano, quien no entienda, que se dedique a otra cosa diferente a esto de la política.
El ‘gober’ Rocha primero se ha mostrado cauto en la victoria electoral que políticamente habría que endosarle a él, como jefe político en el estado. En varias columnas reiteramos que desde el centro le cedieron los hilos de la política en la entidad y ha entregado más que excelentes cuentas.
En la semanera de este lunes nos dejó la frase “nuestros compañeros necesitan pensar como demócratas”. Esa sentencia me parece un llamamiento a la humildad. También a la autocrítica y entender un poquito el lugar que ocupan en el movimiento.
Los candidatos que resultaron electos deben entender que la votación histórica es mérito del movimiento y no de los nombres propios. Por supuesto que vimos campañas alegres, exitosas y con perfiles altamente competitivos. Sin embargo, las estrepitosas derrotas de personajes como Jesús Estrada Ferreiro, Luis Guillermo “Químico” Benítez o Victoria Sánchez, por ejemplo, dan cuenta de que la gente ha elegido apoyar al morenismo antes que a los nombres propios que se auto asignaban papeles protagónicos en la historia política del estado.
El fuerte posicionamiento del mandatario sinaloense ha sido para bajar un poco la euforia del resultado electoral, pues habrá personajes que con el triunfo se estarían mareando en un ladrillo y pensando desde ya en el 2027. Estos personajes creen conocer el camino y jugarán 100% en la capital del país, fuera del equipo del gobernador. Un pésimo error político estando las cosas como están en la 4T. En la medida que el Dr. Rocha mantenga orden en su equipo, será la misma medida en la que los desesperados se moverán más en falso. Eso lo sabe el gobernador y por eso no ha perdido el tiempo para sentar las reglas del juego.
Quien sí entendió perfectamente el juego, es el senador electo Enrique Inzunza, pues ha dejado claro que el jefe político es el Dr. Rubén Rocha Moya. En entrevistas fue tajante al señalar que el proyecto de la 4T en Sinaloa trascendía cualquier proyecto personal, y que era el movimiento encabezado por el gobernador lo más importante.
En consecuencia, viene un segundo trienio en el que veremos al “rochismo” fortaleciéndose, apertrechándose como grupo y haciendo política apoyando a la próxima presidenta. Se adivina un gobernador con mucho control en su sucesión, a diferencia de lo que les pasó a Malova y a Quirino, a quienes se les adelantó la sucesión de muy mala manera y se les salió completamente de las manos.
#Aquatón2024
Mi reconocimiento a la Dra. Eneyda Rocha, presidenta de DIF Sinaloa por tan noble acción. La meta fue rebasada, recaudar 828,290 litros de agua para llevar a los más necesitados en estos tiempos de escasez, lo que es una gran labor humanitaria. Mi felicitación para todos los sinaloenses que se sumaron a esta actividad y ser parte de la solución, pues cada gota cuenta y da garantía a un ser humano.
X: @vanessafelixmx