Las fake news, también conocidas como noticias falsas o desinformación, son aquellas que se presentan como verdaderas pero que en realidad son inventadas o distorsionadas de forma intencional para engañar o manipular a la audiencia. Estas noticias suelen estar impulsadas por intereses personales o políticos y pueden ser difundidas a través de diversos medios, como redes sociales, sitios web, mensajes de texto o correo electrónico.
En la mañanera de este martes, el presidente hizo hincapié en dos de los más rancios difusores de noticias falsas en nuestro país: José Manuel Torres y Mario Ponce, un par de vulgares y estúpidos personajes que inventan tanta tontería y lanzan pronósticos tan fallidos que no dejan de hacer el ridículo constantemente.
La realidad es que cada vez hay más conciencia sobre la importancia de verificar la veracidad de la información y de no compartir noticias falsas antes de confirmar su veracidad. Esto ha llevado a la creación de diversas iniciativas y herramientas para identificar y combatir las fake news, lo que dificulta aún más la difusión de estas noticias.
Diría el presidente que tonto es quien cree que el pueblo es tonto. Con ladridos tan patéticos cómo el “Compren dólares” de “Chumbestia” Torres a inicio del sexenio, poca influencia le queda en amplios sectores de la sociedad más que entre chavorrucos incels de 40 y más, con los mismos problemas de encanecimiento prematuro que el pseudocomediante a marras.
Las fake news están destinadas al fracaso debido a la creciente conciencia sobre la importancia de verificar la información entre los mexicanos. Y con difusores de mentiras tan patéticos cómo “Chumel” y “Marionetto”, poco tiene que temer el gobeirno de la 4T.