Cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar
Refrán popular
La ambición de poder, el miedo a ser enjuiciado por la corrupción de su gobierno, su incapacidad para resolver problemas y su negativa a rendir cuentas, han llevado a AMLO a extremos inimaginables que incluso ponen en riesgo la soberanía nacional y la paz social.
Juicio a Trump
AMLO llegó a la presidencia contando con el respaldo del mayor populista, corrupto e imperialista yanki, Donald Trump.
Mientras el magnate estuvo en la presidencia, AMLO entregó el país a este hombre con negocios energéticos y en telecomunicaciones. Mantuvo un control férreo de migrantes con la Guardia Nacional, fue laxo en el combate al crimen organizado y el tráfico de drogas y se negó a reconocer en su momento el triunfo de Biden, manteniendo, hasta la fecha, una defensa a ultranza de Trump en sus litigios frente a la justicia.
Junto con los senadores republicanos más “trumpistas”, AMLO ha armado todo un show, como lo hizo desde la campaña presidencial del exmandatario norteamericano, cuando vino a insultar a los mexicanos, cuando AMLO supuestamente lo enfrentó, simplemente para fortalecer su campaña.
Con esa visita Trump aprovechó para posicionarse frente a los superconservadores y AMLO, por su parte, lo capitalizó para fortalecer el supuesto nacionalismo que promueve en defensa de los intereses del país. Ambos ganaron popularidad, ambos ganaron sus elecciones respectivas y ambos, en el poder, se convirtieron en grandes amigos.
El amigo de mi enemigo...
Hoy ambos se necesitan nuevamente, uno enfrenta al menos tres juicios que probablemente lo llevarán a la cárcel, el no pagar impuestos y falsear datos en sus inversiones inmobiliarias en Nueva York, la incitación a la rebelión con la toma del Capitolio y su romance con una actriz porno, AMLO por su parte pierde terreno por su incapacidad de gobernar, los problemas de seguridad que se vuelven incontrolables e insoportables, la corrupción que supera a la de Peña Nieto, con la diferencia de que se protege a corruptos como Ignacio Ovalle, además de la política migratoria que se ha vuelto instrumento brutal de represión a las órdenes de conservadores republicanos, y finalmente, favorecer a las empresas petroleras texanas aliadas de Trump deteniendo la transición energética.
El circo con los Republicanos
Ante la inminente caída de Trump, AMLO, junto con los ultraconservadores republicanos-trumpistas armaron toda una escenificación de confrontación.
En marzo pasado, en un primer intento por llevar a juicio a Trump por haber pagado a la actriz porno Storny Daniels, a cambio de su silencio sobre una relación sexual durante la campaña presidencial de 2016, AMLO salió en defensa de su amigo y consideró “antidemocrático” su posible arresto: “Está declarando el presidente Trump que lo van a detener creo que hoy, por un asunto presuntamente amoroso” y lo justificó y victimizó: “Si fuese así, pues todo mundo sabría, porque no nos estamos chupando el dedo, que es para que no aparezca en la boleta electoral”. Y considerarlo “persecución política”. “Si digo esto es porque yo padecí de la fabricación de un delito porque no querían que yo fuese candidato (a la presidencia)”.
Estas declaraciones las hizo en el marco de la visita del encargado del Cambio Climático, John Kerry y de la amable invitación que el embajador de Estados Unidos en México le hiciera a Manuel Bartlett para que fuera a Washington a tratar la grave situación por la que atraviesa la CFE y las violaciones al T-MEC.
Atacando a Biden
AMLO negó la veracidad del reporte de derechos humanos del Departamento de Estado, que señala impunidad, ataques a la prensa y violencia en México y se fue en contra de la administración Biden, asegurando que EU “nada más ven la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”. “Es como si aquí nosotros los evaluaremos: a ver derechos humanos, ¿por qué no liberas a Assange si estás hablando de periodismo y libertad?”
El juego con China
Ahora que Trump finalmente pisó el juzgado y le imputaron al menos 34 cargos, AMLO lanzó la más irresponsable amenaza al gobierno de Biden. Anunció que mandó una carta a su homólogo chino, Xi Jinping, para solicitarle ayuda para frenar el envío de fentanilo a México. En la misiva, que todo indica no fue preparada en la Cancillería, al igual que la enviada al Parlamento Europeo, AMLO se dobla y queriendo vender su supuesto nacionalismo, le dice al mandatario de China que acude a él por los “groseros amagos” de legisladores que han presentado una iniciativa para que el Ejército de EU opere en México.
AMLO se niega a aceptar la mano que le ha tendido el gobierno de Estados Unidos para trabajar de manera conjunta y pide ayuda a los chinos. ¿A qué juega AMLO?
Para terminar la jornada de desesperación, AMLO anuncia una supuesta “nacionalización” de 13 plantas de Iberdrola, que no es otra cosa que un nuevo engaño de AMLO y de retar a sus aliados gringos. CFE no está comprando las plantas, quien las compró fue un Fondo de Inversión PRIVADO, Mexico Infrastructure Partners (MIP) con base en España y, lo más seguro es que les rente la capacidad a CFE.
Al final no cambió nada, Iberdrola se sale del mercado mexicano y lo vende muy bien al Fondo de Inversión.
Lo quiere vender como nacionalismo, pero lo cierto es que AMLO se vuelve a doblar y, peor que Antonio López de Santana, coquetea con Rusia y China por si acaso su amigo Trump termina en la cárcel.
Twitter: @diaz_manuel