El acto denominado “AMLOFEST” que habría convocado más de 200 mil personas el pasado miércoles 1 de diciembre en el Zócalo de la Ciudad de México, debe constituirse y pasar a la historia como una de las acciones más irresponsables e infames del actual régimen. Y, al margen de lo que pueda derivar la concentración de tal multitud en el marco de la pandemia por coronavirus que vive el mundo y la cual ya ha dejado a este país alrededor de 600 mil muertes, debiere ser motivo de acciones jurídicas en contra de quienes lo convocaron en el contexto ya citado, aún haya sido el propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y de los funcionarios públicos que lo validaron con su presencia.
Hay que decirlo; López Obrador no fue capaz de resistirse a ver una vez más en los periódicos la imagen que tanto le gusta; esa en la que se hace una toma a sus espaldas y aparece su figura con los brazos extendidos al cielo en señal de victoria, quedando frente a él la plancha del Zócalo completamente abarrotada de fanáticos, -aún cuando éstos fueran acarreados como lo denunciaron los mismos medios de comunicación-.
Nadie puede negar que obtuvo lo que quería; esa es la foto que se publicó al día siguiente en las primeras páginas de los diarios nacionales, en la que muestra músculo en cuanto a su capacidad de convocatoria y seguramente también piensa que reafirma lo dicho por algunas encuestadoras respecto a las preferencias que mantiene altas.
Falta conocer el costo de su irresponsabilidad, lo cual podría ocurrir en un lapso de 10 días, cuando -ojalá no sea así-, comiencen a aumentar las cifras de contagios por COVID-19 entre quienes atendieron el llamado e hicieron acto de presencia en el AMLOFEST, bien sea porque les nació acudir o porque había que estar a la hora que se pasara lista, o porque estaban bajo amenaza de que se les descontarían días de trabajo, como también trascendió en redes sociales.
El asunto es que, a menos que se haya dado alguna información que no conocemos; la pandemia no ha sido controlada en ninguna parte del mundo y mucho menos en México, donde como es sabido es uno de los países que de peor forma ha enfrentado la epidemia también gracias a la negligente y deficiente estrategia del gobierno federal que por mucho tiempo desestimó la gravedad de la crisis que ya se anticipaba golpearía a nuestro país.
Ahora mismo, hay países que enfrentan la cuarta ola de la pandemia y otros que ya luchan con la nueva variante de la cepa Ómicron, que por cierto, especialistas advierten no tardará en llegar a México, y aún así el presidente, haciendo oídos sordos e importándole muy poco los riesgos en la salud para decenas de miles de familias, llamó a la concentración masiva en el zócalo.
Tampoco tenemos conocimiento de que haya prescrito el acuerdo emitido el marzo 30 de 2020 y publicado en el Diario Oficial de la Federación, a través del cual se declara como emergencia sanitaria por causa de fuerza mayor, a la epidemia de enfermedad generada por el virus SARS-CoV2 (COVID-19), y por el que se establecieron acciones extraordinarias para atender la emergencia, mismos que a la letra dice:
VI. Una vez terminado el periodo de vigencia de las medidas establecidas en el presente Acuerdo, la Secretaría de Salud, en coordinación con la Secretaría de Economía y la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, emitirán los lineamientos para un regreso, ordenado, escalonado y regionalizado a las actividades laborales, económicas y sociales de toda la población en México;
VII. Se deberán posponer, hasta nuevo aviso, todos los censos y encuestas a realizarse en el territorio nacional que involucren la movilización de personas y la interacción física (cara a cara) entre las mismas, y
VIII. Todas las medidas establecidas en el presente Acuerdo deberán aplicarse con estricto respeto a los derechos humanos de todas las personas.
ARTÍCULO SEGUNDO.- Se establece como acción extraordinaria, para atender la emergencia sanitaria generada por el virus SARS-CoV2, la modificación de la integración del Consejo de Salubridad General, prevista en el artículo 3o. del Reglamento Interior del Consejo de Salubridad General.
Para efectos del párrafo anterior, se integrarán al Consejo de Salubridad General, como vocales titulares a las siguientes personas:
a) El Titular de la Secretaría de Gobernación;
b) El Titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores;
c) El Titular de la Secretaría de la Defensa Nacional;
d) El Titular de la Secretaría de Marina;
e) El Titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, y
f) El Titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
TRANSITORIO
…SEGUNDO.- Los personas titulares a que se refiere el Artículo Segundo del presente Acuerdo, integrarán el Consejo de Salubridad General mientras persista la emergencia sanitaria.
Acuerdo en el Diario Oficial de la Federación
Luego entonces, tomando en cuenta que la emergencia sanitaria prevalece, tendríamos que estar hablando de que se ha incurrido en faltas y delitos, tanto por los convocantes, como por aquellos que con su asistencia validaron el acto y aún con mayores atenuantes, siendo que se trata de integrantes del Consejo de Salubridad General que debiesen, conforme al citado acuerdo, estar atendiendo la emergencia y no provocándola.
Y es que, desde el viernes pasado, países de la Unión Europea, Japón y Estados Unidos, entre otros, se daban prisa en anunciar el cierre de sus fronteras a los vuelos provenientes de Sudáfrica y tomaban previsiones sobre la fuerte capacidad de mutación de la nueva cepa. La Organización Mundial de la Salud por su parte, convocaba a una reunión de emergencia a sus expertos para analizar los riesgos. Por otro lado, las bolsas de todo el mundo resentían una caída en sus acciones en un “viernes negro” que literalmente sacudió a los mercados. En tanto, el presidente López Obrador y sus funcionarios de primer nivel llamaban a sus simpatizantes y seguidores a asistir masivamente al Zócalo de la Ciudad de México, para celebrar su tercer año de gobierno y este miércoles 1 de diciembre reunieron a más de 200 mil personas.
En México suman alrededor de 600 mil las muertes registradas en el marco de pandemia; muchas de ellas a causa de la ineptitud de las autoridades de salud, de la falta de estrategia, de desestimar la pandemia, de los errores, y de la negligencia.
Hoy hay una nueva amenaza. Pero una vez más, Andrés Manuel llamó a salir a un mitin multitudinario solo para satisfacer su ego, para erigirse como un todopoderoso en el Zócalo, y habría que preguntarle si esa foto, valen los muertos, la enfermedad y las cadenas de contagios que podrían devenir en los subsecuentes días.