En medio de una de las peores crisis económicas y de gobernabilidad que México ha enfrentado, el gabinete de la presidenta Claudia Sheinbaum está dejando mucho que desear y genera, lamentablemente, incertidumbre y desconfianza.

El actual contexto nacional e internacional exige que quienes ocupan una posición dentro del gabinete se mantengan al 100% y más al inicio de una nueva administración, en este caso con altísimas expectativas y la urgencia de crear confianza por el desastre que dejó el pasado gobierno.

El gabinete, si bien tiene algunos perfiles de muy alto prestigio y capacidad probada, tiene también a grillos, corruptos e ineptos incondicionales de Andrés Manuel.

En el Congreso pasa lo mismo, mientras ciertos legisladores mantienen un grado de compromiso y preparación otros son lacras que parecen actuar en contra del proyecto que impulsa la presidenta.

La tarea del gabinete

Ejemplo de ello, es ver al secretario de economía Marcelo Ebrard de vacaciones en Japón a pesar de tener una de las más altas responsabilidades en el arranque de este gobierno, la de generar confianza al sector empresarial nacional y extranjero, además con la revisión en puerta del T-MEC, de donde se desprenden las señales para motivar o restringir las inversiones y el comercio con Estados Unidos, Canadá y el resto del mundo.

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Por irse a Japón, Ebrard dejó plantados a los empresarios agremiados en Concamin que se reunieron en Monterrey, donde era uno de los invitados especiales, además de la presidenta Sheinbaum. El desdén a los empresarios generó pésimas señales y mucha desconfianza.

Otro foro importante al que tampoco asistió, aunque en un principio habría aceptado, fue el de la ANIQ, de la industria química, uno de los sectores más dinámicos e importantes para el desarrollo de las inversiones. A este foro lo más que lograron los empresarios fue que asistiera el enlace del gobierno con el sector empresarial, la joven y talentosa Altagracia Gómez.

Altagracia generó mucha confianza, habló de los diálogos por la nación que encabezó el Dr. Juan Ramón de la Fuente en la campaña y aclaró muy bien lo que se hizo, con gente de la sociedad civil, con personajes apartidistas pero comprometidos y que tienen una labor destacada en sus sectores.

Sobre el plan de desarrollo y la trasversalidad de las políticas, mencionó la importancia de que se coordinen los diferentes sectores que se nutren entre sí, que se fijaron metas y tiempos congruentes y factibles; puso especial énfasis en el sector energético y la necesidad de contar con energía sustentable y gas natural para hacer la vida más fácil a los empresarios y establecer inversiones en proyectos de infraestructura orientados a detonar la producción, casi casi, dejó ver que este gobierno no andará con vaciladas como el Tren Maya, Dos Boca o el AIFA.

Con este mensaje, una joven de apenas entrando a los treinta deja ver que tiene una visión mucho más clara que un político que como funcionario público lleva más años que ella de vida.

El mensaje que mandó en el tema del Plan Nacional Energético que se dará a conocer, y que al parecer dará respuesta a las necesidades de la industria y de la nación, es algo que otros integrantes del gabinete no han podido expresar con la claridad que lo hizo Altagracia.

Al menos, mientras el responsable del desarrollo económico del país, vacaciona en Japón, hay otras personas que se la rifan.

Lacras del gabinete

Pero Marcelo no es el único, ahí esta el secretario de educación que del sector no sabe ni entiende nada y lo único que hizo al presentar su proyecto fue ofrecer más becas y restablecer las universidades Benito Juárez, otro elefante blanco de AMLO, que sólo sirven para el adoctrinamiento.

En la función pública, la dureza de Raquel Buenrostro, sólo ha servido para convertirse en un verdadero dique protector de las corruptelas de la pasada administración. Ella quedó encargada de cuidar las espaldas de Andrés para evitar que se le toque por la rampante corrupción que privó en su gobierno.

En la secretaría de salud si bien se nombró a una verdadera eminencia, el Dr. David Kershenobich, hasta ahora no le han permitido nombrar a nadie, ni siquiera a sus colaboradores más cercanos ¿la razón? La secretaría apesta y quieren mantener en marcha los negocios que tenían.

Y qué decir de legisladores como Gerardo Fernández Noroña, Adán Augusto López y Ricardo Monreal que actúan como jefes de mafia, lanzando iniciativas como la de ayer, con la que se pretendían borrar de un plumazo los derechos humanos y consumar la eliminación absoluta del poder judicial y, de paso, dejar en estado de indefensión a todos y parece que insistirán.

Sin embargo y pese a todo, vemos la participación de Altagracia en la ANIQ como un punto de esperanza, como si existieran dos gabinetes, el de los impuestos y compromisos y los que sí van a trabajar para la presidenta y para el país.

¿Será el comienzo del desmarque con el tabasqueño? Al tiempo.

X: @diaz_manuel