En efecto, Ana Lilia Herrera Anzaldo, diputada federal del PRI, fue la única abstención en la votación para mantener al Ejército en las calles hasta el año 2029.

Ella no apoyó a Morena ni a su propio partido, que votaron a favor, ni al PAN y al resto de la oposición, que se expresaron en contra.

Ana Lilia lo hizo de esa manera para para no chocar con el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, pero tampoco con el panismo mexiquense.

Es que, como es bien sabido, Ana Lilia Herrera, quiere ser candidata a gobernadora de Edomex para enfrentarse a Delfina Gómez, de Morena.

Sabe Ana Lilia que para tener posibilidades de éxito deberá, primero, ser nominada por Del Mazo, y después sumar al PAN a su candidatura. Si cualquiera de estos dos factores no se da, la morenista Delfina arrasará.

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Nadie ignora que el plan A del gobernador Del Mazo es Alejandra del Moral, y que su plan B es la embajada de México en Estados Unidos.

Es decir, el líder real del PRI mexiquense preferiría ganar con Del Moral y, desde luego, sin que Andrés Manuel se enojara con él, pero…

Si el ideal de Del Mazo no fuera posible porque AMLO no se lo permitiera, el actual gobernador de Edomex entregaría sin problemas la entidad a cambio de no ser molestado en el futuro e inclusive con un premio: la principal embajada de nuestro país, la ubicada en Washington.

Es hábil Alfredo del Mazo, extraordinariamente hábil. Se lleva tan bien con AMLO que podría lograr que el presidente le deje bateo libre, para hablar en los términos beisboleros que fascinan al primer mandatario.

Si Andrés Manuel le dice a Del Mazo “juega como quieras, y si me ganas seguiremos tan amigos como siempre”, entonces el gobernador del Estado de México se aplicará para ganar la elección del próximo año, pero…

¿Con qué candidata puede ganar el PRI del Estado de México? Don Alfredo evidentemente apoya a Alejandra del Moral, pero él entiende —es un hombre realista— que no puede descartar a Ana Lilia Herrera, ya que los números de la segunda en las encuestas son mejores que los de la primera, aunque no por mucho.

Pero la verdadera ventaja de Ana Lilia Herrera sobre Alejandra del Moral quizá no sean sus estadísticas de preferencias electorales, sino lo que dijo Carlos Loret de Mola en una columna reciente en El Universal y que toda la clase política del Edomex comenta: que Enrique Vargas, el aspirante panista mejor posicionado, sí apoyaría a Ana Lilia y a Alejandra no.

Si Ana Lilia hubiera votado contra la permanencia del Ejército en las calles hasta 2029, tendría asegurado el apoyo del panismo mexiquense. Pero, en ese caso, se habría enemistado con Del Mazo, quien no desea molestar de ninguna manera a AMLO.

Así las cosas, Ana Lilia Herrera Anzaldo realizó un riesgoso acto de equilibrismo: se abstuvo y, después de ello, en un mensaje de Twitter al mismo tiempo dio la razón y estuvo en contra de todas las partes.

No sé si ello le dará la candidatura. De los que estoy seguro es de que se trata de una profesional de la política que sabe jugar con estrategia.

Ya se verá si Ana Lilia se sale con la suya.