Al hacerme amables comentarios de las entregas pasadas sobre los artistas mexicanos de entre los 30′s y 60′s del siglo pasado que construyeron su fama a través de las canciones difundidas por el disco, la radio, el cine y la televisión –y claro, sus propias actuaciones en vivo-, un estimado lector me comentó: “no has incluido a ninguna mujer”. Y en estos tiempos este es un reproche absolutamente aceptable. Sin embargo, esto ha obedecido al hecho de que hace unos cien años los cantantes masculinos prevalecían sobre las intérpretes femeninas. Así, dentro del grupo que estamos abordando hay al menos una veintena de los primeros contra apenas cinco o un poco más de las segundas; por tanto hay que procurar una buena distribución. Una mujer por cada 4 o 5 hombres.

Así que, después de Mario Alberto Rodríguez, Alfonso Ortiz Tirado y José Mojica (además del maestro Eduardo Pierson), ahora hablamos y escuchamos a Ana María González (1918-1983; no confundirla con otra cantante de la época, Ana María Fernández), quien tuvo un debut precoz a los 14 o 15 años y tendría una carrera bastante meteórica. Particularmente a partir de su encuentro con Agustín Lara, de tal manera que se convirtió en una de las principales intérpretes del célebre “Flaco de oro”.

|En el bolero, González encontró su mejor expresión; aquí, “Albricias”, de Claudio Estrada|:

En torno a su biografía hay confusiones. En realidad no se ha estudiado con seriedad. Por ejemplo, su lugar de nacimiento. En tanto que algunos lo ubican en la Ciudad de México en 1921, los más reiterados dicen que en Xalapa, Veracruz, en 1918; otros dicen que nació en 1920… En el diccionario de música mexicana que hemos estado citando en estos trabajos (de Gabriel Pareyón, publicado por la Universidad Panamericana de Guadalajara en 2007), hay una escueta semblanza:

Cancionista. Hizo su debut en el programa radiofónico El Gran Tono, y luego pasó a los teatros Lírico Chico (luego teatro de Vizcaínas) y Follies Berger, donde cantó en revista y opereta. En 1946 actuó como figura principal en la revista Cachito de cielo, en la que intervenía Agustín Lara; hizo gran amistad con ese compositor y se convirtió en una de sus principales intérpretes, en giras por toda la América Latina, y en grabaciones y programas de radio y televisión”.

Las columnas más leídas de hoy

|”Por el camino verde”, del autor español Carmelo Larrea|:

Wikipedia apenas ofrece algo más. Que su verdadero nombre fue Ana María González Tardos; (otras páginas dicen que en realidad se llamó María Olga del Valle Tardos). Que cantó géneros variados de canciones: bolero, ranchero, huapango, corrido, chotis, copla. Realizó giras por Sudamérica y España. Grabó discos, participó en varias películas, se presentó en teatros y cabarets; es decir, cumple con perfil del fenómeno al cual nos estamos aproximando desde hace varias entregas. Además de Lara, cantó con frecuencias canciones de María Grever también, la mejor lograda de ellas, una bella canción poco explorada de la compositora, “Si el mar te dijera” o “¿Qué dirías de mí?”.

|”Si el mar te dijera”, de María Grever|:

Resulta necesario rescatar lo que se dice fueron unas “memorias” escritas por ella en 1951, Mi voz y yo. Hay dos citas que probablemente fueron tomadas de ese libro o de alguna entrevista. Una se refiere al estreno de “Solamente una vez” y la otra al chotis “Madrid”, ambas canciones de Lara:

“Estando en Buenos Aires, Lara compuso uno de los boleros que más contribuyeron a mi fama en todo el mundo: ‘Solamente una vez’, que le dedicó a José Mojica, uno de los grandes cantantes líricos de México, que entonces había anunciado su decisión de retirarse al mundo religioso. Entonces me lo dio para que lo estrenara en un programa de Radio Belgrano, durante una mañana del mes de junio”.

|”Solamente una vez”, de Agustín Lara, con José Mojica en la película Melodías de América|:

Como vimos en la colaboración pasada, Mojica y González cantaron esa canción en inusual versión a dueto para la película Melodías de América. La otra referencia dice que estrenó “Madrid” el 13 de mayo de 1948:

“Yo estaba preparando un viaje a España, mi primer viaje. Un locutor amigo mío me dijo que Lara tenía un buen tema. Se refería, claro está, al chotis. Hablé con Agustín Lara y le pareció bien que yo lo estrenara. ‘Será tu tarjeta de presentación en España’, me dijo. Y así fue. En Radio Madrid, acompañada por una gran orquesta de cuarenta profesores, dirigida por el maestro Tejada, lo estrené. Fue un éxito inmediato, el cual no me abandonó jamás. Desde entonces no he podido quitarlo de mi repertorio. En todas partes me lo piden”.

|Breve fragmento de “Madrid”, de Lara, en vivo|:

La precocidad de su voz y encontrarse con Lara permitieron entonces el desarrollo de una carrera exitosa. Aunque se le ha llamado soprano y cancionista o cancionera, no hay registros de que haya tenido un entrenamiento vocal riguroso, clásico (como es el caso de los que hemos venido hablando), pero encontró la manera de cantar con facilidad en el registro de una soprano lírica ligera, con una voz más o menos bien timbrada que le permitió confianza y un estilo que, en lo personal, me parece que abusa del portamento. Pero quizá ahí radique parte de su éxito, ese estilo rayano en lo clásico y coloreado y subrayado por giros de la canción popular. Es incluso posible escucharle dejos del propio estilo de Lara, lo que es entendible, ya que trabajaron mucho juntos desde que ella era muy joven y en una etapa de aprendizaje todavía.

|“Pecadora”, de Lara|:

Lo importante es que grabó con generosidad, tuvo fama y popularidad; fue una cantante de época que sobrevive por su talento. Como se acostumbraba, le endilgaron sobrenombres característicos: “La voz luminosa de México” y “La musa del bolero”, entre otros. Y en efecto, entre los géneros abordados, es el bolero el que mejor le sienta a su voz y su canto. Y hay que decirlo, no sólo fue gran intérprete y acaso musa de Agustín Lara, Ana María González supo afirmarse como una gran bolerista de muchos autores, pero su carrera no habría sido la misma de no haber coincidido con “El flaco de oro”.

Para concluir la sesión musical con Lara y González, aquí va “María bonita”, de quién más, de “El flaco de oro” (ya le dedicaremos un tiempo a este compositor de lo sentimental), con su intervención escénica al piano en la película Pecadora (José Díaz Morales, director; 1947):

Ana María González, musa e intérprete de “El flaco de oro”

Héctor Palacio en X: @NietzscheAristo