“Y parece que estamos condenados a padecer eternamente bajo el poder de los hombres decorativos: era natural que al quedarnos arruinados desapareciera la especie; pero, según hemos visto, no ha hecho más que transformarse: ahora es el que, no pudiendo pasar de aprendiz en ningún oficio, se declara maestro en el arte de gobernar; es el que, demasiado ignorante para desempeñar cargos pequeños, «está indicado por la opinión» para los altos cargos; es el alto funcionario que, con la frente preñada de conceptos brillantes, se encierra en su gabinete para resolverlos «arduos problemas»; y si le vemos por el ojo de la cerradura, está entretenido en hacer pajaritas de papel.”
ÁNGEL GANIVET
Como era de esperarse, el escándalo vive en el relevo generacional de la 4T. López Obrador ha dicho que él se puede retirar tranquilo teniendo en jóvenes como Andrea Chávez, diputada plurinominal por Morena, la herencia de su proyecto de nación. ¡Y vaya que tiene que estar orgulloso pues este relevo generacional le aprendió muy bien a la generación que le precede en el obradorismo!
Solo así se entiende que quien se dice defensora de las mujeres, apoyara a Félix Salgado Macedonio durante el proceso electoral del 2021 a pesar de las acusaciones interpuestas en contra del candidato (y legislador) por el delito de violación, abuso y violencia de género.
O también su silencio a modo ante el incremento de los feminicidios en lo que va del actual sexenio. Y es que se la pusieron fácil. Siguiendo el ejemplo de Palacio Nacional, critica al ex presidente Felipe Calderón por todo lo que hace años pasó en su natal Chihuahua, pero calla sobre lo que ocurre hoy en día en detrimento de las mujeres a lo largo y ancho de la república.
Digna heredera de la 4T cuando atribuye a su partido la iniciativa de ampliación de vacaciones propuesta por Patricia Mercado (legisladora de Movimiento Ciudadano). ¡Fueron los naranjas quienes presentaron la reforma en la materia!; los que concibieron ampliar el número de días de vacaciones anuales de ley a 12 y gozarlos de forma continua (lo cual Morena había querido echar abajo). Miren que no es ético de Chávez poner, entonces, en su cuenta de Twitter: “una victoria más de la 4T para la clase trabajadora de México”. Ni lo propuso Regeneración Nacional ni solo algunos diputados votaron a favor (lo hicieron todos) y, para colmo, la diputada por Morena ejerce violencia de género al no darle el valor a la verdadera impulsora de esta reforma.
Andrea tampoco tiene ningún empacho en defender a Abraham Mendieta, “su compañero de vida”. Qué bueno por ellos y por su relación, pero lo que no es tolerable es que él amenace públicamente a la diputada morenista Adela Ramos Juárez por haber votado en contra de la reforma electoral y que Andrea, su pareja, no proteste. Que el señor se comporte en público de esa manera contra una mujer merece al menos expresar rechazo.
Por lo visto, acosar a una mujer solo por ser mujer y ejercer violencia política y de género por votar diferente a la corriente mayoritaria en Morena se le permite a Mendieta. Y la defensora de las mujeres, Andrea Chávez, guarda silencio….
Digno relevo generacional cuando defiende las mentiras proferidas por Mendieta. ¿Cómo? Mintiendo a su vez sobre Camilo Mouriño quien, bajo lo que establece nuestra Constitución, era mexicano por nacimiento (Art. 30, II). Ignorancia que demuestra la diputada Chávez respecto al marco legal que se supone defiende y sobre el cual legisla. Y no cualquier normativa, ¡la Constitución de nuestro país!
Andrea Chávez odia a Felipe Calderón, no hay otra forma de decirlo. Como casi toda la 4T, ella va más allá de sus odios y de sus amores. Pero siendo una representante ciudadana en la Cámara de Diputados tendría que recordar que no debe solapar (otra vez) a su pareja cuando este último afirma sin prueba alguna que el expresidente se compró una casa en España, que tramita ahí lo que se conoce como la visa dorada y que trabaja para la compañía Iberdrola.
¡Vaya que han aprendido las mañas! Y no solo los legisladores morenistas, también alguno que otro periodista y columnista que simpatizan con el régimen federal. Siguieron lo dicho por Mendieta, repitieron completo el bulo sin ni siquiera comprobarlo. Una lástima.
La defensora de las mujeres tampoco abogó por Adela Ramos este 11 de noviembre cuando la legisladora señaló presunta violencia política en su contra por parte de Ignacio Mier Velasco, presidente de la JUCOPO y coordinador de Morena en la Cámara de Diputados. Valiente activista quien olvida que la violencia también se ejerce cuando se propagan mentiras o cuando guarda silencio ante ellas.