Norma Lucía Piña Hernández no solo es la mujer que más alto ha llegado en la política mexicana —espero que ellas sigan avanzando y que a partir de 2024 tengamos una presidenta de México—, esta jurista también es la maestra de primaria más poderosa que ha habido en nuestro país. Una maravilla.
Ya era histórico —y ocurrió en el gobierno de AMLO— que dos maestras encabezaran la Secretaría de Educación Pública, Delfina Gómez y Leticia Ramírez, esta última una persona excepcional por sus principios y entrega a las mejores causas de México; de Delfina no puedo decir nada porque no la conozco.
La maestra normalista Norma piña es la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Chingón, Andrés Manuel: ocurrió en tu sexenio. No votaste para elegirla, pero sí creo que tantos éxitos de las mujeres en tu gobierno generaron un clima feminista que llevó al hecho histórico: una mexicana en el punto más alto del poder judicial.
Lo mejor del actual periodo presidencial es el extraordinario espectáculo de tantas mujeres entregadas a la tarea de romper el famoso techo de cristal:
1.- Propuso AMLO a tres mujeres para ser ministras de la corte suprema:
- Margarita Ríos Farjat
- Yasmín Esquivel Mossa.
- Loretta Ortiz Ahlf.
2.- Las tres más Norma Piña, quien ya era ministra, configuran la aritmética histórica de cuatro mujeres al mismo tiempo en la SCJN.
3.- Hay una gobernadora del Banco de México: Victoria Rodríguez Ceja.
4.- ¿Gobernadoras? Lo nunca visto: nueve mujeres gobernando estados del país:
- María Teresa Jiménez Esquivel, de Aguascalientes.
- Marina del Pilar Ávila Olmeda.
- Layda Elena Sansores San Román.
- María Eugenia Campos Galván.
- Claudia Sheinbaum Pardo.
- Indira Vizcaíno Silva.
- Evelyn Cecia Salgado Pineda.
- María Elena Hermelinda Lezama Espinosa.
- Lorena Cuéllar Cisneros.
5.- Este año conoceremos el nombre de otra gobernadora, Delfina Gómez o Alejandra del Moral.
6.- Nunca había habido tantas mujeres en un gabinete presidencial:
- Rosa Icela Rodríguez.
- Leticia Ramírez Amaya.
- Ariadna Montiel Reyes.
- María Luisa Albores González.
- Rocío Nahle García.
- Raquel Buenrostro Sánchez.
- Luisa María Alcalde Luján.
- Alejandra Frausto Guerrero.
- María Estela Ríos González.
7.- Una mujer encabeza todas las encuestas de preferencias presidenciales: Claudia Sheinbaum.
8.- Si a México le va bien, el próximo año habrá presidenta de la república y muchas otras gobernadoras.
Norma Piña
Por lo pronto, la mujer que más alto ha llegado es Norma Lucía Piña Hernández, una gran jurista con cuya ideología se puede coincidir o no, pero con una biografía impresionante, que empieza con el título más generoso, el más digno que puede haber en toda sociedad: profesora de educación primaria. Ahí está su currículum, presidente López Obrador para que presumas otro logro de tu gobierno, que una maestra de niños encabece a la corte suprema.
Veamos primero su trayectoria académica:
- Primero fue maestra de educación básica, egresada en 1978 de la Benemérita Escuela Nacional de Maestros.
- Después (1979-1984), licenciada en derecho por la UNAM.
- Cursó en Madrid, becada por la SEP, estudios de especialidad en psicología social y comunicación.
- Se especializó en derecho constitucional en la UNAM.
- También en la UNAM realizó estudios de doctora en derecho.
- Cursó una especialidad judicial en el Instituto de Especialización Judicial de la SCJN.
- En la Universidad Panamericana se especializó en derecho penal.
- En el Instituto de la Judicatura Federal se diplomó en derecho constitucional y amparo.
- En la la Universidad de Alicante, España, se especializó en argumentación jurídica.
Ahora vayamos a su trayectoria profesional:
- Profesora de educación primaria.
- Técnica académica en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
- Secretaria proyectista en un tribunal colegiado en materia administrativa.
- Secretaria de estudio y cuenta en la primera sala de la SCJN.
- Jueza por oposición en el un juzgado de distrito en el estado de Morelos.
- Jueza de distrito en materia administrativa en el Distrito Federal.
- Magistrada.
- Ministra de la corte suprema.
- Presidenta del poder judicial.
- Maestra universitaria.
- Conferencista.
- Ensayista.
- Articulista en Excélsior.
Es una jurista de lujo. Me encanta que el presidente AMLO busque polemizar con ella, inclusive con expresiones muy subidas de todo e intentando confrontarla con el anterior presidente de la corte, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
El debate se vale, ¿no? La misma corte suprema ha dicho en algunas sentencias que no hay nada indebido en que personas públicas se digan cosas, cosillas o cosotas hirientes cuando no están de acuerdo en algo.
Lo único que lamento es que la ministra presidenta no vaya a responder, o no con palabras. Es lo que creo: que ella recurrirá a la estrategia de que su silencio sea la contestación al presidente.
Ya se verá lo que AMLO dirá del poder judicial cuando el ministro Alberto Pérez Dayán termine de analizar el plan b electoral y lo lleve al pleno de la SCJN.
No es seguro que la corte considere inconstitucional el plan b. Podría haber cuatro ministros que decidieran votar porque se queden como están las recientes reformas a la legislación electoral. Pero...
Si el cálculo de Andrés Manuel concluye que su proyecto cuenta con el apoyo de Arturo Zaldívar, no entendería por qué, al compararlo con Norma Piña, lo está empujando a rechazar lo que Morena aprobó en el poder legislativo.
Lo dijo hoy correctamente Carlos Marín en Milenio: “El ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea no merecía ser exhibido en Palacio Nacional como alguien que en funciones de presidente del poder judicial federal ‘vigilaba’ el trabajo de los jueces. La insinuación es agraviante”.
Agravia lo que dijo AMLO porque lleva a pensar que Zaldívar no es un ministro independiente del presidente de México. En mi opinión eso es falso, como el propio Zaldívar lo demostró al actuar con absoluta independencia. Si se ha dicho otra cosa de este ministro se debe a politiquería en su contra. Pero, ¿tenía que exhibirlo el titular del ejecutivo?
Lo raro es que Andrés Manuel, por ganar un debate a la ministra presidenta que solo responderá con su silencio, esté empujando a Zaldívar a defender su honor votando contra el plan b cuando su colega Pérez Dayán lleve ese asunto al pleno.
En fin, ya se verá. Aquí solo quise destacar que vivimos con AMLO un gran periodo en lo político —y hasta en lo económico, como lo demuestran la fortaleza del peso y la inversión de Tesla en Monterrey—, un sexenio histórico por muchas razones, pero sobre todo porque hizo posible que muchas mujeres llegaran a las más altas posiciones de poder y, lo más maravilloso, con una maestra de primaria encabezando la corte suprema.
¿Que Andrés Manuel utiliza fuertes palabras para expresar su desacuerdo con la destacada jurista? Qué bueno, es su derecho. Valdría la pena que en la SCJN se votara para calificar lo que hace el presidente López Obrador: legal o ilegal. Estoy seguro de que por unanimidad se diría ahí que el tabasqueño buscarruidos en las mañaneras no ha violado ninguna ley. Decepcionaría que ministros y ministras salieran con la chupaleta de que, por la fuerza de sus palabras, el presidente no debe cuestionar a nadie, menos aún a los y las periodistas, que es lo que quisieran los columnistas críticos que no soportan las críticas.