Una constante en el discurso del actual Presidente (incluso desde antes de que llegara a Palacio Nacional) es hablar sobre la oligarquía del país, de esos que son los dueños y que mueven los hilos a su antojo, y que son, los más descontentos con la llegada de la 4T. Andrés Manuel no se ha cansado de hablar de ellos en las conferencias mañaneras, y los trae a colación a la menor provocación, haciendo énfasis en que todos los males provienen de los “empresarios rapaces”, de la “oligarquía” y casi siempre termina rematando con “la mafia del poder”.
Yo también tengo mi opinión muy personal sobre la clase empresarial de este país; lo que ahora me resulta inaudito es ver quiénes son las voces que han salido a defender los cielos mexicanos.
Después de una revisión de las notas recientemente publicadas sobre el cabotaje, y de declaraciones sobre el tema, me he topado con una constante: son los trabajadores -en este momento solamente los pilotos de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA)- los que han sido más vocales en los medios de comunicación.
Con lo que respecta a mi sindicato, la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA), es claro que no se han pronunciado en lo absoluto; la representación que ya va de salida (en febrero termina su gestión) están más preocupados por esconderse del gremio, a tal grado que utilizan el tema del Covid para cancelar de manera ilegal una asamblea programada para el día 20 de este mes.
El sindicato de los trabajadores tierra de Aeroméxico, “Independencia”, tampoco ha manifestado nada sobre la propuesta de reforma a la Ley de Aviación Civil enviada por el Presidente a los legisladores. Por supuesto que el SNTTTASS tampoco ha dicho nada; eso sí han estado presentes en los convites del taller de mantenimiento, mejor conocido como Mexicana MRO.
Llegamos a los más corruptos: el STIA no ha dicho nada, y eso que maneja los contratos de pilotos, sobrecargos y trabajadores de tierra de VivaAerobus y de Volaris, así como los de sobrecargos y mecánicos de Aerolitoral (Aeroméxico Connect); tampoco se ha escuchado a la Sección 15 de la CTM, a cargo de Joaquín del Olmo.
En resumen, por la parte de los trabajadores, solo los pilotos de ASPA se han lanzado en redes sociales a defender el tema de los cielos mexicanos, buscando posicionar el hashtag “#NoAlCabotaje”. El resto, ya sea por franca indolencia -como es el caso de mi sindicato-, tal vez abulia, o de plano por ignorancia, el resto de los grupos de trabajadores de la industria aeronáutica no han externado su posicionamiento al respecto.
Si ya de por sí esto es extraño, resulta aún más cuando los dueños de las aerolíneas se suman a este sospechoso mutis. Quienes hemos seguido muy de cerca el trabajo político de Andrés Manuel, sabemos que ama pelearse todos los días, y con esta estrategia, seguir marcando la agenda del país.
Aunque en mi casa no les guste, en lo personal a mí también me gusta pelearme y debatir; pero llega un momento que tanta palabrería se pierde y no se llega a nada, convirtiéndose en un ejercicio estéril. Y eso es lo que está haciendo nuestro Presidente, un día sí, y el otro también, desde el púlpito de la mañanera, generando diatribas estériles que no nos conducen ni a mejorar como seres humanos, ni a ser un mejor país. Y peor, si se está a punto de perder la soberanía de los cielos.
Ni Aeroméxico, Volaris, VivaAerobus y mucho menos Aeromar, han salido a dar su posición sobre el tema del cabotaje. Increíble, ¿no lo creen?, los dueños de las aerolíneas, que serían los principales afectados, no se han manifestado en lo absoluto, y eso, señores, es de no creerse. A mí no se me olvidan los reclamos que hicieron al comienzo de la pandemia, cuando le exigían al gobierno las apoyasen con subsidios para poder hacerle frente a la crisis sanitaria por Covid.
Pero ahora que el tema es la autorización del cabotaje, incentivada por una fracción -hoy en el gobierno- que históricamente ha condenado el entreguismo, y ha hecho una y otra vez el recuento de las privatizaciones de Aeroméxico y Mexicana, los empresarios no dicen nada.
Son los trabajadores, en este caso, los pilotos de ASPA quienes han levantado la voz, ¿acaso se está esperando a que sea toda la industria? ¿por qué los otros sindicatos no han dicho nada? ¿acaso habrá un acuerdo de silencio impulsado desde la Secretaría del Trabajo y Previsión Social? ¿se está tratando de hacerle creer al Presidente que nadie está en desacuerdo con su propuesta?
Lo repito y así lo haré las veces que sean necesarias, la sola idea de abrir el cabotaje a líneas aéreas extranjeras es la mayor estupidez que puede cometer Andrés Manuel, incluso contra él mismo, pues por un lado es el gran defensor de la soberanía nacional, y por otro lado entrega la aviación comercial en charola de plata a las aerolíneas extranjeras.
Uno de los próceres que más admira nuestro Presidente es a Benito Juárez. Mi bisabuelo fue su secretario particular, Demetrio Garmendia, oriundo de Oaxaca, ¿qué pensaría Juárez sobre entregar a los norteamericanos la aviación nacional? Es un hecho que uno de los más grandes deseos de Andrés Manuel es pasar a la historia como uno de los mejores presidentes, y la verdad es que hay muchas razones y hechos que se lo pueden permitir, pero amigo Presidente, ¿crees que lo logres entregando el espacio aéreo mexicano a intereses extranjeros?
Imagina, Andrés Manuel, los que estamos en la industria aeronáutica no bajamos de imbécil a Enrique Peña Nieto por su idea de abrir los cielos a las aerolíneas extranjeras. Ahora tú estás siguiendo la misma política del sexenio anterior, ¿cómo pasarás a la historia?
Aunque no nos guste tenemos que reconocer: no han sido los oligarcas ni los potentados los que reclaman el tema del cabotaje, son los trabajadores del país, que pertenecen a la industria quienes ven el riesgo. Ojalá que más sindicatos, y otras voces más se sumen, por lo menos en redes sociales. Necesitamos escuchar que los sobrecargos y los trabajadores de otras aerolíneas rechazan la reforma a la Ley de Aviación Civil, en el punto del Cabotaje.
No puede ser casualidad. El propio “pueblo” defendiendo los cielos mexicanos, y no los empresarios, a los que la idea debería erizarles la piel. Así que Andrés, mira quiénes son, y sobre todo escúchanos.
Tú no estás obligado a ser perito en todas las materias, y es más bien poco lo que sabes de aviación. Un poco más grave es que tampoco la gente que te rodea esté lo suficientemente informada sobre el tema.
Pero eres el titular del Poder Ejecutivo, no para que tus decisiones sean órdenes incuestionables, sino para allegarte de la mayor información posible, y sobre todo, estar al tanto del pulso de todos tus gobernados; tanto aquellos que te siguen incondicionalmente, como aquellos que no siempre coincidimos con tus formas, tiempos y decisiones. Eso no nos quita nuestra calidad de ser pueblo, y en el pueblo es donde reside esencial y originariamente la soberanía nacional… y con ella, no se juega.