Para especular un poco con la sucesión presidencial en Morena, utilizaré a La donna è mobile, famosísima aria de la ópera Rigoletto de Giuseppe Verdi. Espero no estar mal informado. Si lo estuviera, seguramente me corregiría e inclusive amonestaría el tenor Héctor Palacio, @NietzscheAristo en Twitter, destacado colaborador de SDPNoticias —publica los domingos textos relacionados con la cultura, aunque de vez en cuando se mete a la política, normalmente para apoyar a la 4T: Héctor ha sido un activista de la causa de AMLO durante dos décadas por lo menos—.
La donna è mobile está inspirada en un drama de Víctor Hugo, Le roi s’amuse —El rey se divierte—, cuyas representaciones fueron suspendidas por la censura un día después de que se estrenaran. Quizá no es la mejor obra del extraordinario escritor, pero afortunadamente sirvió para que Giuseppe Verdi creara una ópera que ha superado con calificaciones sobresalientes la durísima prueba del tiempo.
En resumidas cuentas, el rey Francisco I seduce a Blanca, hija de su bufón Triboulet. Este se indigna y contrata a un asesino para matar al monarca. Blanca se entera de los planes de su padre y, para salvar al rey, ella se hace ejecutar por el sicario.
¿Es machista el aria La donna è mobile? Probablemente, sí. Como lo es la ópera Don Giovanni, de Mozart. Ni hablar, así eran las cosas. A Don Giovanni se le han hecho adaptaciones para quitarle lo misógino. Hay una de Jesusa Rodríguez, hoy embajadora: Donna Giovanni.
En fin, la letra de La donna è mobile se puede adaptar no solo para eliminarle el machismo, sino para entender lo que hoy pasa en el ánimo del presidente de México, quien sin duda se divierte con las penas de sus corcholatas y corcholatos.
Andrés Manuel se divierte, sí. Él es el destapador y debe estar muerto de risa decidiendo si abrir la botella de Claudia Sheinbaum, la de Marcelo Ebrard o la de Adán Augusto López.
El destapador es cambiante
cual pluma al viento
cambia de acento
y de pensamiento…
Ayer el jodido fue Ebrard. Vaya golpiza que le puso Andrés Manuel, pero se la ganó el canciller por andar de bravucón dudando de la imparcialidad del árbitro con eso del piso parejo que se sacó de la manga su coordinadora de campaña, Malú Mícher. Pero mañana le puede tocar al resto de aspirantes. Sí, el destapador es cambiante…
Siempre su amable
desenfadado rostro
en llanto o en risa
es engañoso
Cuidado Claudia, cuidado Adán, no se aceleren, no les vaya a pasar lo que al noqueado Marcelo. Recuerden que Andrés Manuel se divierte con ustedes. Es justo que así sea: la tradición obliga a que el presidente se divierta con la sucesión:
Siempre es desgraciado
quien confía
en el destapador
quien le entrega
incauto el corazón
Andrés Manuel se divierte, pobres corcholatas y corcholatos, cuánto sufren y más sufrirán antes de que el destapador, muerto de risa, abra la botella afortunada.