El voto de los perdedores y las perdedoras
1.- Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Perdió el ya expresidente de la corte suprema. Lo de menos es que se le complicará la relación con su sucesora al frente del poder judicial; lo relevante es que le falló a Andrés Manuel López Obrador, quien con toda claridad había expresado un legítimo veto político a Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, el candidato que al final apoyó el ministro Zaldívar. Este error no le quitará valor a su buen trabajo en los últimos cuatro años, pero quizá predió un amigo en Palacio Nacional. Y no cualquier amigo, sino alguien de dimensiones históricas.
2.- Margarita Ríos Farjat. ¿Por qué una mujer brillante no apoyó a otra mujer inteligente en una elección tan importante? Margarita deberá reflexionar acerca de su idea del feminismo. Pocas juristas más talentosas que la ministra Ríos Farjat, pero dejó escapar la oportunidad de ser parte del triunfo de una mujer. Es joven y seguramente no volverá a cometer semejante error en el futuro. Políticamente hablando lo más incomprensible es que Margarita haya dejado ir otra oportunidad: la de estar de acuerdo, al menos esta vez, con AMLO, un hombre que la aprecia y respeta y que la llevó a la SCJN. Si Andrés no quería a Gutiérrez Ortiz Mena, ¿era demasiado para ella coincidir con el presidente en esta disputa política —no se trataba de una controversia constitucional—? Si AMLO ya dos veces ha dicho que Margarita le ha dado la espalda, ¿no es justo, por elemental agradecimiento, que ella trate de convencer al presidente de que sigue firme en sus convicciones políticas y en el aprecio a quien tanto ha hecho por ella?; insisto, convicciones políticas, no de interpretación de las leyes. Habrá nuevas oportunidades para Margarita, ojalá las aproveche. El colmo es que, esta vez, su voto por Ortiz Mena fue para un candidato perdedor.
3.- Loretta Ortiz Ahlf. También una mujer destacadísima.
4.- Luis María Aguilar Morales. Traicionó a Alberto Pérez Dayán solo para perder con Ortiz Mena. Cuando se retire, ya pronto, llevará esa mancha en su biografía. No valía la pena que un jurista prestigiado hiciera lo que hizo. Así no, don Luis María, así no.
5.- Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Votó por sí mismo y no le alcanzó. Al menos AMLO dejará de cuestionarlo. Es lo bueno que para el ministro Gutiérrez tuvo su derrota.
El voto de los ganadores y las ganadoras
1.- Alberto Pérez Dayán. Realizó un extraordinario papel como aspirante a la presidencia de la corte. Honró su fama, precisamente, de hombre de honor. De ahí su voto por la primera mujer que encabeza el poder judicial mexicano, Norma Piña, quien con habilidad supo salir adelante en el contexto de politiquería barata que se vivió antes de las elecciones en la SCJN. Sobre la traición de Luis María, el ministro Dayán sabe que no sufrió la deslealtad de un amigo porque Aguilar Morales no sabe qué es la amistad.
2.- Juan Luis González Alcántara Carrancá. Como a Ríos Farjat, a este ministro AMLO lo había señalado como alguien que se alejó de los ideales de la 4T. Abogado que sabe más por viejo que por jurista, rechazó al final la opción que el presidente López Obrador vetó. Recuperará la confianza del presidente que lo único que hizo por el ministro fue proponerlo para llegar a la corte.
3.- Yasmín Esquivel Mossa. Soportó exceso de grillas y un linchamiento mediático pocas veces visto, y se presentó como candidata y votante a las elecciones de la SCJN. No iba a ganar porque la guerra sucia le quitó apoyos, pero a la hora buena cumplió con su conciencia y con las mujeres al votar por la ministra Piña. Yasmín saldrá fortalecida de la campaña de ataques que recibió simple y sencillamente por tener ideales políticos.
4.- Javier Laynez Potisek. No tuvo los votos, pero sí la entereza que hacía falta para apoyar a una mujer. Supo leer el momento histórico que exige apoyo total a la lucha feminista.
5.- Jorge Mario Pardo Rebolledo.También entendió que vivimos el tiempo de las mujeres y ganó votando por Norma Lucía Piña. Motivos de sobra tiene el ministro Pardo para sentirse orgulloso.
6.- Norma Lucía Piña Hernández. Votó por ella misma por su propio interés, pero también —y sobre todo— por ser mujer. Si a la ronda final de votaciones hubieran llegado Yasmín Esquivel y Alfredo Gutiérrez, seguramente la ministra Piña habría hecho a un lado las diferencias ideológicas para votar por su compañera en la SCJN. Y es que para las mujeres estos son momentos de definiciones, en los que no se vale titubear.