Sonora Power
Estuve en la sesión del Consejo Nacional de Seguridad encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo el martes en Acapulco y me quedaron claras varias nociones del trabajo que se está haciendo en materia de seguridad, quizás el mayor asunto pendiente heredado por ex presidente Andrés Manuel López Obrador a su sucesora.
La visión es dar resultados en el corto, cortísimo plazo, emulando la estrategia que se desplegó en la Ciudad de México cuando la presidenta gobernó la capital del país.
La idea es ir a las causas, pero más que en general, se trata de atender la problemática de los focos rojos, generar opciones de empleo y del desarrollo en las comunidades, e impedir a toda costa que los criminales recluten a más jóvenes.
Hacer que las colonias y los barrios dejen de ser caldo de cultivo de violencia e impedir que la falta de oportunidades se convierta en el catalizador a una crisis.
Como lo detallaba el martes en este espacio, la política salarial que ha decidido seguir el gobierno de Claudia Sheinbaum es una parte importante para acabar con el proceso de pauperización laboral y salarial, sacar a la gente de la pobreza y así impedir que sean presa fácil de la delincuencia.
Pero eso no es todo, se trata de cambiar el entorno y la realidad en que las personas viven, ofrecer deporte, ofrecer cultura, oportunidades, cambiar las realidades que se viven de manera cotidiana.
En Sonora hay dos ejemplos claros de lo que ha ocurrido con el deterioro del tejido social, por una parte Cajeme se convirtió a partir de una realidad social compleja, en un escenario primero de consumo de drogas y después de violencia generalizada por el mercado de narcomenudeo. El resultado es que se convirtió en uno de los municipios con mayor índice de homicidios dolosos del país.
San Luis Río Colorado y la zona fronteriza que va de Altar hasta esa ciudad fronteriza, es un corredor de trasiego, foco de violencia, pero también epicentro del una batalla importada por el control de las rutas.
Cada escenario necesita de un enfoque y atención distinta, y por eso en Cajeme se está haciendo el trabajo de ir a las causas y atender a l población, mientras era San Luis Río Colorado se recurrió a la estrategia de un mando único, coordinado, para enfrentar y neutralizar a los grupos criminales que compiten entre si por la plaza.
Hay casos de éxito, como es Guaymas, donde se vivía una situación de foco rojo, lo que implica que se puede abatir la violencia.
Sonora apareció en las estadísticas entregadas por el Secretariado Ejecutivo de Seguridad Pública en Acapulco como el lugar 10 en materia de homicidio doloso, un dato que ya hemos ofrecido aquí. Es importante decir que al llegar Alfonso Durazo, Sonora era el lugar 4, de modo que se avanzó de manera importante estos años y la expectativa es que al implementarse la nueva estrategia, la entidad, siga con tendencia a la baja.
La presidenta Sheinbaum pidió a los gobernadores de todo el país atender la situación y trabajar de manera coordinada y claro que fue un éxito total, tenerlos ahí a todos, panistas, priistas emecistas y morenistas, en todo caso Claudia Sheinbaum les dijo que cuando se habla de seguridad, no hay politiquería que valga, ni diferencias de origen partidista. Aquí lo que debe prevalecer es el interés del ciudadano.
Y claro que las aportaciones que hacen el fiscal general de la república, Alejandro Gertz Manero, el secretario de seguridad pública Omar García Harfuch y la secretaria de gobernación, Rosa Icela Rodríguez, son fundamentales.
El enfoque es pacificar al país, abatir los índices de inseguridad y lograr que la percepción ciudadana de que la tendencia es sostenida y que en realidad hay mejores condiciones en el país, es algo muy importante.
La presidenta Claudia Sheinbaum, llamó a los presentes a mantenerse coordinados y atender las mesas de seguridad, anunció el lanzamiento a nivel nacional del programa de Senderos Seguros (que probó ser muy exitosa en su implementación en la Ciudad de México y que se desarrolla ya en ciudades como Hermosillo y Cajeme) que ahora se llamarán “Senderos de Paz”.
Acabar con la impunidad y avanzar en la investigación a partir de inteligencia y métodos de de los delitos son las otras líneas de trabajo de una estrategia que va muy en serio.
Y es que nadie duda que ese, el de la seguridad interna, es el gran reto que enfrentará la presidenta a la hora de edificar ese segundo piso de la Cuarta Transformación.
Si lo consigue y da resultados tangibles su éxito será rotundo y no habrá quien pare a su gobierno.
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