Si una empresa armadora de autos cierra una línea de producción de un vehículo que se exporta a Estados Unidos por la imposición de los aranceles de Donald Trump, el primer efecto es el despido de 300 a 500 obreros directos, a los que se suman también los despidos de los empleados de confianza, supervisores e incluso de las oficinas de la planta, por que todo un esquema de producción se detiene o cancela. Desde luego que también repercute en el corporativo de la empresa, así que el número de despidos directos relacionados con el arancel es de miles.

Luego tenemos a todas las empresas que producen los insumos para la elaboración de estos automóviles, entiéndase el aluminio, la pintura, las llantas, las baterías, los cables, el plástico, las piezas, los motores, la tecnología, que alguna es nacional y otra se importa para su ensamble, pero todo el esquema implica empleos, así que, lo de viene de importación también detendrá todo un proceso de trabajo, pues se afectará directamente a quienes transportan esas mercancías, a los tráileres, a los barcos, las aduanas, las bodegas, y en todas habrá despidos. Desde luego que en las que son de maquilación nacional, también tendrán detención de líneas de producción y los inminentes despidos directos de trabajadores y empleados que laboraban en ellas, las cuales incluso cerrarán totalmente. No dejemos de observar que estas empresas consumen productos de otros proveedores para llevar a cabo su trabajo, así que la cadena del paro productivo se vuelve piramidal, crece y crece el despido.

Todas las empresas señaladas arriba utilizan servicios de pequeños proveedores, desde empresas de software hasta mantenimiento y reparación de maquinaria, despachos de contadores, abogados, ingenieros, constructoras, todas afectadas por el paro de una línea de producción en la automotriz, lo que implica también ajustes y despidos. Ya no fueron los primeros 400 despidos de la línea de la armadora de autos, sino decenas de miles de empleos que se están perdiendo.

Insistimos en que además hay una economía satélite que depende de todos estos empleos directos, gasolineras cercanas a la planta a donde cargaban gasolina los obreros, restaurantes, tiendas, todo un esquema económico que verá reducida su capacidad de trabajo y por lo tanto traerá ajustes y despidos.

Y estamos hablando solamente de un producto automotriz, ahora multiplícalo por todos los productos que van a imponer aranceles, la lista no es corta, hagamos cuentas.

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Reflexiona en todo el daño económico que generará esta decisión, pues estos empleos perdidos implica millones de personas que ya no van a poder llevar ingreso a su casa, afectando el consumo de productos a industrias que si bien no tienen aranceles, también verán reducida su producción. No puedes pensar que a mí no me afecta porque no laboro en esa cadena grabada por el arancel, pues en lo que trabajas ya no lo van a consumir esos obreros.

La decisión de los aranceles y su imposición generará un daño que tendrá un eco por décadas, pues este desempleo le va a pegar directamente a los salarios. Los empleos que se recuperen serán de salario mínimo, como ejemplo tienes lo que pasó con la pandemia, en donde el 80% de los trabajadores que despidieron y regresaron a laborar solo encontraron trabajo con ese salario.

No dejamos de señalar que también serán directamente afectados todos los productos norteamericanos que entran al país, pues su consumo se verá fuertemente reducido, es un boomerang que destruye el mercado T-MEC.

¿Qué hacer como trabajadores ahorita, que estamos en febrero?

El gobierno lanzó una campaña para impulsar lo HECHO EN MÉXICO, de lo que se trata es de consumir los productos que elaboramos en las fábricas con nuestra mano de obra, no es un tema de pelear si esta marca es o no extranjera o incluso norteamericana, eso está muy superado ideológicamente, la mayoría de las gran industria es de capital extranjero, pero el chiste es que lo que consumas este elaborado aquí, a donde pagan salarios e impuestos, no importa que la marca sea coca cola, wonder, nivea o colgate, pues si la fábrica está en Tlalnepantla o Jalisco y lo elaboran obreros mexicanos estamos cuidando nuestros trabajos. El tema es muy simple, que el producto diga Hecho en México, ese es el que tienes que consumir.

Hoy se aplazó para el 2 de abril la implementación de los aranceles, todavía podemos demostrar como trabajadores que si no consumimos productos elaborados en Estados Unidos, como medida de presión por estos aranceles, se verán muy afectados sus mercados, y ten en cuenta que somos el primer consumidor de sus productos. Incluso ya dijimos será una realidad si insisten en imponer aranceles, pues pegará directamente en el poder adquisitivo de millones de despedidos. El llamado en torno a lo Hecho en México, es la mejor lucha organizada que podemos hacer como obreros mexicanos, ES AHORA O NOS DEJAN EN LA CALLE.

Vladimir Ricardo Landero Aramburu. Maestro en derecho por la UNAM

NOTA. Ya no abordamos el tema de la afectación a las finanzas públicas, federales y estatales, pero toda esta masacre de despidos reducirá de manera significativa la recaudación por impuestos directos al trabajo y al consumo, lo que va a apretar muchísimo los proyectos y necesidades del país, lo que incluye al sistema de salud, educación y programas sociales. De verdad será un tsunami.