No, a diferencia de lo que los corifeos de la autoproclamada 4T peroran, nadie celebra que el canalla presidente Trump haya anunciado formalmente la imposición de aranceles a México. Se trata, en opinión de todos, de un ataque frontal y mezquino contra uno de sus principales socios comerciales.
Está medida impuesta por Washington no es más que un elemento de una estrategia integral dirigida a trastocar el comercio internacional y el orden mundial. Una vez más se ha confirmado el error cometido por los estadounidenses al votar por un criminal convicto que no únicamente no cree en la democracia sino que está dispuesto a demoler las instituciones.
Sin embargo, y a pesar de la compleja coyuntura por la que atraviesa el país, la presidenta Claudia Sheinbaum y el régimen no escatiman perder el tiempo para hacer política y reiterar su compromiso con el populismo latinoamericano.
Ayer la presidenta mexicana convocó a los mexicanos al Zócalo el domingo que viene para “anunciar” la respuesta de su gobierno frente a los aranceles. Como ha sido bien apuntado por Ricardo Anaya (invito respetuosamente al lector a escuchar su intervención de ayer por la tarde en el Senado) la estrategia del gobierno mexicano no debe seguir la brújula típicamente populista dirigida a azuzar a las bases electorales del régimen, sino medidas que golpeen directamente a los votantes de Trump con el objetivo de reducir su margen de maniobra en el Congreso.
Muy poco servirá el discurso de Sheinbaum frente a sus bases electorales. Sin el ánimo de pretender ser vidente, la jefa del Estado mexicano no hará más que repetir las consignas obradoristas, hablará de soberanía, mencionará “pueblo” cada tres palabras, y aun peor, tendrá nulos resultados en su propósito de diseñar un plan de acción frente a las embestidas del presidente estadounidense.
Otra interrogante que se ha planteado es la demora de 5 días para hacer el pronunciamiento. ¿No había quizás anticipado el gobierno de Sheinbaum la posibilidad de que Trump cumpliese la palabra? ¿O es quizás más conveniente que tenga lugar el domingo para llenar la plaza?
Sí que es necesario el llamado a la unidad. Sin embargo, ésta debe ir acompañada de una estrategia de Estado coherente, inteligente y eficaz que permite a México sortear el vendaval arancelario que ha tocado a la puerta.