Con anterioridad he hablado de la simulación que se sigue presentando con nuestras autoridades laborales. Y es que una cosa es el discurso, y otra muy distinta la realidad. Por fin (permítaseme la expresión) se acabaron los procesos de legitimación de contratos colectivos. Se supone que poco más de ochenta mil contratos desaparecieron por ser “Contratos de Protección Patronal”, y según las cifras de la propia Secretaría de Trabajo y Previsión Social, participaron más de seis millones de trabajadores, cuyos votos validaron más de veintisiete mil contratos colectivos de trabajo.
Les platicaré que los pilotos que trabajan para la aerolínea de carga MasAir decidieron afiliarse a la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA). Se supone que los trabajadores en este país somos libres de elegir a qué sindicato queremos pertenecer. Así lo establece claramente el artículo 358 de la Ley Federal del Trabajo.
Pero esta línea área de carga “cree” que puede imponerle a sus pilotos a qué sindicato deben pertenecer. La historia comienza en mayo, cuando los dueños de la empresa carguera invitan a los pilotos a conocer al Sindicato de Trabajadores de la Industria Aeronáutica, Similares y Conexos de la República Mexicana (STIA). El comunicado que les enviaron decía:
“Ven, conoce y pregunta al STIAS (STIA) sobre el Contrato Colectivo de Trabajo, tu relación con el sindicato y otros temas como:
- Apoyo Sindical
- Ratificación del Contrato Colectivo de Trabajo
- Representantes sindicales con quienes podrás tener comunicación directa
- Fechas críticas de participación para formalizar el proceso.”
La legitimación de contrato (ellos le pusieron “ratificación”), se llevaría a cabo el pasado 9 de mayo, previo a que el día 4 de mayo se sostuvo una reunión generada por la propia empresa para que el STIA se presentase ante el grupo de trabajadores, para que los “conocieran”.
La forma es fondo, y las palabras usadas por la empresa no son casualidad; a mí me dan muchísima información, y dejan importantes dudas: primero ¿por qué la empresa te debe de presentar a tu sindicato? Se supone que si ya estas laborando, ergo firmaste con anterioridad tu contrato colectivo de trabajo y eso no es posible si antes no te afiliaste al sindicato, entonces ¿para qué te lo presentan, si se supone que ya lo debes de conocer?
En otro comunicado que la empresa envió posteriormente a los trabajadores, invitándolos a la “charla” dicen: “Como parte de cuidar y garantizar las condiciones laborales de nuestros colaboradores, cada año se realiza la ratificación del contrato colectivo de trabajo con el sindicato con el que hoy tenemos relación (STIAS) Sindicato de Trabajadores de la Industria Aeronáutica, Similares y Conexos.”
Vamos por partes; para quienes no están familiarizados con el funcionamiento del engranaje sindical, les comento que aquí es la empresa, y no el sindicato, quien habla de realizar una ratificación, y añade que se hace año con año. La obligación de la legitimación de los contratos colectivos de trabajo es del sindicato, y quien debe de convocar es la representación sindical, no la empresa.
Esto deja en claro que es la aerolínea la que está imponiendo a los trabajadores con qué sindicato se deben de afiliar, e infiero que no lo estaban con anterioridad; de lo contrario estos comunicados no hubiesen existido. El STIA convocaría a los trabajadores agremiados al realizar el proceso de legitimación de contrato, no la empresa, y mucho menos diciendo que es para que los “conozcan”, quedando en claro que los trabajadores no se agremiaron al STIA de manera voluntaria.
Otro punto que llama poderosamente mi atención es lo atrasados que están los administradores de la aerolínea en noticias, pues al STIA le siguen diciendo STIAS. Hace años que modificaron su nombre, pero son los mismos; la familia Romo está al frente de este flamante sindicato que detenta decenas de contratos dentro de la industria aeronáutica.
Es una imprecisión (porque si no es imprecisión, entonces es una mentira) que aseguren que “cada año se realiza la ratificación del contrato colectivo de trabajo”. ¡Claro!, lo dice la empresa, que no sabe absolutamente nada de sindicalismo. ¡No!, no se “ratifican los CCT”; cada año se “revisan” sus cláusulas, y de manera alternada un año la revisión al contrato colectivo de trabajo es meramente salarial y al año siguiente además de la revisión al salario se revisan las cláusulas contractuales. En este “toma y daca” los emplazamientos a huelga son la única herramienta legal que le permite equilibrar fuerzas con el capital.
A este proceso se le llama “Revisión del Contrato Colectivo de Trabajo”, no ratificación. Esta serie de imprecisiones deja más que claro que el STIA fungía muy bien su función como un sindicato charro, que no revisaba año con año las condiciones laborales de los pilotos.
Donde ya de plano se vuelan la barda es cuando la aerolínea, en el comunicado en que invita a los pilotos a conocer al STIA expresa: “Este año de acuerdo a las leyes recientes en materia sindical hacen necesario que se haga una ratificación y presentación del sindicato ante las posiciones que ampara este contrato; es por ello que te invitamos a conocer cómo realizaremos este proceso”, ¡ojo!, tengo que volverlo a resaltar, este comunicado no es por parte del sindicato, sino de la empresa, quien a todas luces de manera ilegal está interviniendo en un proceso que ni siquiera conoce, y mucho menos tiene idea de cómo se lleva a cabo.
¿Qué fue lo que sucedió?, los pilotos de MasAir se afiliaron a ASPA para que sean ellos quienes detenten su contrato colectivo de trabajo y no el STIA, tal y como está enmarcado en la Ley Federal del Trabajo (Artículo 358):
“Los miembros de los sindicatos, federaciones y confederaciones, cuentan con los derechos de libre afiliación y de participación al interior de éstas, los cuales implican las siguientes garantías:
I. Nadie puede ser obligado a formar o no parte de un sindicato, federación o confederación. Cualquier estipulación que desvirtúe de algún modo esta disposición se tendrá por no puesta;”
En represalia, MasAir corrió a tres pilotos y aseveró (con cierto grado de cinismo) que sólo reconoce al STIA como el sindicato que detenta el contrato colectivo de trabajo. Por supuesto, si revisamos todos los comunicados que elaboró, interviniendo ilegalmente en el proceso de legitimación de contrato, nos damos cuenta de que los directivos, o no conocen las leyes, o simplemente “les vale” lo que ellas establecen.
Por esta razón ASPA, a cargo del capitán Humberto Gual, ha denunciado ante el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida (MLRR) del T-MEC, las violaciones a la libre asociación y negociación colectiva.
En un comunicado enviado por ASPA explican cómo funciona este mecanismo y también que ya ha sido utilizado con anterioridad, en 2021. Así que estamos ante una nueva prueba de fuego para la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, quien mediante un comunicado, con gran bombo y platillo, anunciaba el pasado 1º de agosto:
“Este proceso histórico significa terminar con la simulación que prevalecía en materia de contratación colectiva, al quedar vigentes solo aquellos contratos que cuentan con el respaldo de sus trabajadores, por lo que ahora se tienen sindicatos con mayor representatividad y se colocan los cimientos para la recuperación de la negociación colectiva auténtica.”
En verdad ¿acabamos con la simulación? ¡Claro que no!, y para muestra un botón: el caso de los pilotos de MasAir es más que evidente, un patrón decidiendo a qué sindicato deben pertenecer sus trabajadores, y que además termina organizando y participando de manera más que activa en un proceso que solo le compete al sindicato y a sus agremiados.
Lo que les acabo de compartir es el más claro ejemplo de cómo funcionan los contratos de protección patronal; y no, no se han acabado, pues el STIA sigue haciendo lo mismo con otras aerolíneas y empresas de aviación donde tiene la detentación de los contratos colectivos de trabajo.
Si de verdad queremos que las cosas cambien, debemos dejar a un lado la simulación y permitir la libre sindicalización de los trabajadores. Hablé del caso de los pilotos de MasAir, pero también los de Volaris han manifestado que quieren dejar al STIA, así como los de VivaAerobus, los de reservaciones de American Airlines, las sobrecargos de Aeromexico Connect, que han dejado patente que ya no quieren seguir perteneciendo a ese sindicato, pero tienen el temor de quedarse sin su fuente de empleo.
El STIA ha merecido múltiples menciones en este espacio; no es más que el negocio familiar de los Romo, afortunados de ser los herederos sindicales de Ramón Gámez, el “Zar de los contratos de protección”. Además de manejar el STIA, manejan varios sindicatos más, y con esto, centenares de contratos colectivos de trabajo, en las narices de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, a pesar de las múltiples denuncias que se han hecho a lo largo de mucho tiempo.
A nadie se le escapa que las “legitimaciones de contrato” fueron un acuerdo multilateral para lograr la firma del T-MEC. Si nuestras autoridades no están haciendo esto como un mero trámite burocrático, maquillando las viejas prácticas para que parezca un parteaguas en la vida sindical, entonces debe poner toda su atención en las denuncias hechas por los trabajadores.
Celebro que ASPA no se quede cruzada de brazos y que haga uso de los instrumentos legales y medios de impugnación establecidos, para eso existen. Pero la STPS debe procurar el equilibrio entre los factores de la producción. No lo digo yo, así lo establece la fracción II del artículo 40 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal.