“Si piensas tan bien

como pienso yo

que la vida es un pájaro

que hay que perseguir

y que hecha raíz

les puede ir muy bien

a los árboles

¿Qué haces quieto?

Vuela más alto más

vete más lejos ya

hasta tocar el azul del cielo

mucho más alto, más

vete más lejos ya

hasta llegar al corazón del universo.”

KABAH Y OV7

López Obrador tiene un tema con los aspiracionistas. Dice odiarlos, pero bien que se rodea de ellos. Pronunció: la Ciudad de México —ya no se diga la colonia Del Valle— es de lo “más conservadora, derechizada, fifí y aspiracionista”. Seguramente por eso todos sus secretarios, a los mismos que les dio la instrucción de despachar desde otras ciudades del país, prefirieron quedarse en tan aspiracionista ciudad…

Durante casi seis años se lamentó de la clase media con estudios universitarios por “aspiracionista”, llamándoles hipócritas, conservadores y clasistas, solo para callarse ahora que Sheinbaum tiene estudios de doctorado y también estudió fuera de México.

Eso sí, no tiene ni el más mínimo problema con los narcos que aspiran a coleccionar coches de alta gama o con quienes se han vuelto putrimillonarios gracias a las obras insignia de la 4t como el Tren Maya o el AIFA. Tampoco con los “aspiracionistas” quienes dirigieron Segalmex y “desaparecieron” más de 19 mil millones de pesos…

Aspirar significa trabajar, prepararse y continuar pagando impuestos. Intentar ser mejores. Buscar hacerse rico sin estudios o sin tener que trabajar, tener ínfulas de mandamás y abusar del poder es otra cosa. Se llama Cuarta Transformación.

Como los amigos aspiracionistas de los hijos del presidente. Esos que fueron grabados entre ellos hablando de lo que han ganado a costa de los mexicanos; esos que no les importa si el balastro vendido para el Tren Maya hace que este se descarrile. O los servidores públicos de la 4t que gastan —a cambio de favores o bien chupando del erario público— en bolsas de 70 mil pesos y en camionetas “machuchonas” (empezando por las que usa López Obrador). O como los que relaciono a continuación:

Las columnas más leídas de hoy

Gerardo Fernández Noroña. Se autonombra ‘plebeyo’. Un plebeyo que adora viajar en business, manejar camionetas Volvo último modelo, usar las salas VIP de American Empress en los aeropuertos. Un plebeyo que agrede a personas de la tercera edad y a mujeres. ¿Que no? Tiempo atrás (2019) insultó a la entonces diputada panista Adriana Dávila: “es más bocona que la chingada. No sé si sea cierto o no, pero es cierto que aquí está uno de los problemas. ¡Pásenme elementos para ponerle una chinga, la próxima vez que abra la boca”. Cuando le exigieron pedir disculpas, largó: “no pido ninguna pues no fueron insultos, sino realidades”.

Hoy él exige, como buen aspiracionista… esas mismas disculpas.

Manuel Bartlett. El señorito deja faltantes por más de 4 mil millones de pesos en la CFE. Le gustó ver que su familia incrementara su patrimonio adquiriendo propiedades en la Rivera Maya. Con muy buena “suerte” pues, sin saber por dónde pasaría el Tren Maya, compraron terrenos a precios regalados por dicha zona… Todos unos aspiracionistas marca 4t.

José Ramón López Beltrán. El hijo mayor de Andrés Manuel. Lo felicito, sabe vivir bien. Sabe aspirar, por lo que vivió en uno de los mejores barrios de Houston,Texas. Aspiró a que sus hijos nacieran en Estados Unidos y no en un IMSS Bienestar. Aspiró a manejar coches carísimos y a darle a su hijastra una fiesta de lujo por sus 15 años. Sin duda el mejor de los aspiracionistas 4t.

Ricardo Monreal y su whisky. Que no le haga al cuento de que festeja su cumpleaños de manera austera con un austero pastel de donas apiladas y un Macallan 25 años con un valor superior a los 50 mil pesos la botella. Se sabe: toda la familia Monreal tiene ranchos, gasolineras, etcétera, etcétera, etcétera.

Su hija —porque no hay discriminación de género en decir que es su hija, ¿verdad?— Caty Monreal. ¡Qué mejor aspiracionista 4t que tratar, por la mala y la peor, de quedarse con algo que no es suyo! Todos conocemos cómo trató hacerse de la alcaldía Cuauhtémoc de la CDMX. Al final, la justicia apremió y se fue sin su botín. No le hace. Tienen las gasolineras que le regalaron a los 16 añitos para entretenerse.

María Luisa Alcalde. Actual secretaria de Gobernación, quien aspira (y tendrá) la presidencia de Morena. En el interim no dejará su puesto en la administración pública federal, ¡faltaba más! Obviamente, dejarla es ya no cobrar. ¿¿¿Cómo dice AMLO???: Lo que ella hace no es ilegal, pero bien que es inmoral.

Lenia Batres. ¡Uuuuuuy! Aspiracionista muy escondida. De diario usa una camioneta ‘bien acá’ para transportarse, pero para posar hace como que toma el Metro para ir a su trabajo… Lo de reducirse el sueldo fue pura pantalla; su equipo de trabajo en la SCJN es el que más nómina ocupa de todos los ministros (4.5 millones de pesos mensuales). ¿Será que heredó la estructura de Arturo Zaldívar, otro aspirante 4t?

Arturo Zaldívar. El aspiracionista 4t es hipócrita y cínico. Antes sostuvo que la Suprema Corte puede detener una reforma que vaya en contra del Poder Judicial, luego insiste en que siempre no. Es de aspiracionistas 4t… cambiar de opinión.

Yasmín Esquivel. Aspira a ser presidenta de la austera SCJN del Bienestar. Quizá por ello, de manera muy austera, viaja ‘en primera’ en los aviones con sus tenis Gucci bien calzados.

Andrea Chávez. Aspira a ser gobernadora de Chihuahua. Por eso se cree con la obligación de volar en jets privados o, peor, de las Fuerzas Armadas. ¿Y la austeridad franciscana?

Irma Eréndira Sandoval y John Ackerman. Austeros maestros de la UNAM con propiedades valuadas en muchos muchos millones de pesos. Demasiados millones.

Alejandro Murat. Ex priista. Aspiró a ser morenista y lo logró. ¿Quién dice “no somos iguales”?

No son los únicos; ¡ojalá! Hay toda una fauna que ha aprendido que vivir fuera del presupuesto es un error. Como:

Alejandra Pérez (Sonora), renunció al PAN para irse a Morena y votó por la reforma judicial.

Los Yunes, aspiracionistas 4t por excelencia. Cambiar de partido —y de principios (¿los tienen?)— siempre y cuando se mantengan en el poder.

Daniel Barreda, senador de MC por Campeche, el mismo que inventó estar detenido mientras se votaba la reforma más trascendente de la historia moderna de México. Aspiró a tener tanto, tantísimo, que se benefició de jugosos contratos con los que hoy “Regeneración” Nacional lo tiene amenazado.

Rubén Rocha, gobernador de Sinaloa, aspiracionista de altos vuelos. El día del secuestro de “El Mayo” Zambada, el representante popular voló en jet privado a Los Ángeles… Ya luego, para El Grito, lo hizo en avión comercial; y ahora, con la violencia absoluta campeando en su estado, solo se dio el lujito de volar a la CDMX y comer en uno de los restaurantes más fifís de Polanco.

Estos son algunos representantes del aspiracionismo 4t. Se salvan de la crítica del gran tlatoani porque permiten que al país lo gobiernen delincuentes, mientras viven como magnates.

Giro de la Perinola

Por cierto, ¿cuánto valen los aspiracionistas? Mientras Pemex nos sale más caro cada día, la clase media de este país llega a pagar hasta el 47% de su sueldo en gravámenes como el IVA, el ISR, el IEPS y la Seguridad Social. Impuestos que ayudan a mantener a los programas clientelares de Morena; esos que frenan el deseo de superación y aspiración de millones de mexicanos.

Otra aspiracionista 4t a tomar en cuenta es Emma Coronel, esposa de Joaquín Guzmán. Ella estará en la pasarela en Milán, modelando ropa de April Black Diamond. ¿La criticará López Obrador? Seguro no; se referirá muy respetuosamente a esta persona como ‘Doña de Guzmán Loera’.