IRREVERENTE

Les platico: Las comparaciones son odiosas -dicen- pero ¡Ah! Qué necesarias son.

Luis Echeverría le recetó a México un programa de sustitución de importaciones entre 1972 y 1976.

Les hizo creer a los mexicanos de aquella época que nuestro País era lo suficientemente chingón para no depender de los productos del extranjero.

Incluso se dio el lujo de “apoyar” a ciertos empresarios ilusos que creyeron ser capaces de construir en México sus propios automóviles.

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Hubo una familia de emprendedores regios que perdió hasta la camisa y camiseta de sus descendientes cuando construyeron una planta en Escobedo, NL, para lanzar al mercado la versión mexicana de la marca Borgward, que quiso competirle porque Echeverría así lo dispuso, a los Mercedes Benz, háganme ustedes el refabrón cavor.

Hoy, el centenario ex presidente se ha de seguir riendo todavía de sus ocurrencias en la casa convertido en asilo solitario de la Colonia San Jerónimo de Lídice donde aún vive en la CDMX.

Bueno, seguramente hay otro que igual se debe de estar riendo.

Ignacio Ovalle Fernández, quien era en ese entonces su secretario particular y de ahí ha ido escalando puestos gubernamentales y legislativos hasta llegar al inicio del sexenio de don Andrés Manuel, a ocupar la dirección general de la nueva empresa SEGALMEX, Seguridad Alimentaria Mexicana.

Como muchísimos otros priyistas, Ovalle Fernández fue reciclado por AMLO para incrustarlo en su gobierno en la empresa que sería el estandarte de la autosuficiencia alimentaria de la 4T.

Pero sucedió que en los primeros dos años de su gestión al frente de SEGALMEX, el ex secretario particular de Echeverría no pudo acreditar el destino de más de $10,000 millones de pesos ante la Auditoría Superior de la Federación.

Incluso fue catalogada como la dependencia con las mayores irregularidades detectadas en la actual administración pública federal.

Entre los malos manejos que le fincaron a Ovalle Fernández están convenios irregulares para el procesamiento de leche; entrega de contratos multimillonarios a empresas fachada y resulta que a él y a sus compinches se les perdieron los estados financieros.

En septiembre de 2020 fue descubierta una red de favoritisimo a amigos de Ovalle Fernández en la firma de dos convenios por exactamente $4,278 millones de pesos destinados al supuesto proceso de secado de leche, en favor de la firma “Grupo Vicente Suárez 73″, del empresario Alejandro Puente Córdoba.

Ahora miren ustedes por qué les digo desde hace varios años que Dante Delgado y su MC son puro cuento cuando dice que son la oposición:

Ovalle Fernández era presidente de una empresa -perdón, organización- llamada “México con Valores”, cuyo dueño es el mismo Puente Córdoba, quien fuera candidato del partido naranja a senador en el año 2012.

El ejecutor de los contratos a los que les detectó irregularidades la ASF se llama Manuel Lozano Jiménez, quien fuera responsable de comercialización de LICONSA y resulta que sus hijos, César Manuel y Pilar Loza o MacDonald han ocupado diversos puestos dentro del MC de Dante Delgado.

En medio de todo este trafique está Ovalle Fernández. Por eso lo corrieron y por eso lo sustituyó Leonel Cota Montaño, quien fuera gobernador morenista de Baca California Sur.

Y contra lo que pudiera pensarse, Ovalle Fernández no ha sido tocado ni con el pétalo de una orden de aprehensión.

No solo sigue libre, sino que el presidente López Obrador, al tumbarlo de su emblemática alimentaria SEGALMEX, lo premió con otro puesto dentro de su gobierno: ahora es el coordinador del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal, el INAFED, que depende de la Secretaría de Gobernación.

Lo bueno de todo esto es la llegada de Clara Luz al gabinete

Cota Montaño se ocupa ahora de SEGALMEX, aunque no sabemos qué tanto le sepa al tema, a no ser que haya sido suficiente en su currículum haber gobernado a una entidad que algo tiene de agricultura.

Lo bueno -decía- es que para hacerse cargo de esta nueva encomienda en SEGALMEX, Cota Montaño le dejó a Clara Luz Flores Carrales el puesto como titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, que le reporta directamente al presidente López Obrador.

La ex alcaldesa de Escobedo, NL, tomó protesta como nueva responsable del SESNSP, de manos de Rosa Icela Rodríguez, secretaria de seguridad y protección ciudadana.

Vean la influencia del puesto que hoy ocupa Clara Luz, quien transformó para bien el modelo de seguridad pública en el municipio que estuvo a su cargo:

De su área en el gabinete presidencial sale la definición en el destino de los recursos federales etiquetados para todas las áreas de seguridad pública en el País.

Clara Luz asumió ayer su cargo casi a las 15 horas.

A la 1 de la tarde, éste su irreverente servidor dio la noticia a nivel nacional y la anticipó en este mismo espacio tres veces antes:

Septiembre 28 del 2021. Octubre 5 y noviembre 22 del mismo año.

Gracias.

CAJÓN DE SASTRE

“Que le vaya bien a Clara Luz y que Ovalle Fernández termine por pagar de una buena vez todas las que debe; bueno, las que le debe a este México que cada vez depende más del exterior y menos autosuficiente es en muchos rubros, no solo el alimentario”, dice la irreverente de mi Gaby.