Hace unos días, el (incomprensiblemente famoso para mí) “cantante” Bad Bunny cometió uno de los actos más bajos que le haya visto a algún “artista” hacer contra una de sus fans.

Él, su séquito de guardaespaldas y otras fans se encontraban caminando por una acera en República Dominicana, cuando de pronto una chica camina junto a él y empieza a grabarse con su celular.

El “artista” se ofende y le arrebata el celular a la fan, lanzándolo al mar... Así como lo leen.

¡Esto es imperdonable!

El famosísimo Bad Bunny se excusó diciendo que él adora a sus fans pero que sí alguien le pone una pantalla de celular enfrente de su cara  va a perder el control.

Las columnas más leídas de hoy

Este joven (o no tanto, ya casi cumple 30) es seguido, adorado e idolatrado por miles de jóvenes.

Ya sabes todo lo que sucedió en sus presentaciones en la CDMX en el Foro Sol. La mafia de la reventa y la mafia de TicketMaster hicieron de las suyas, clonando boletos y demás, lo que dejó a cientos de jóvenes fuera del concierto a pesar de haber pagado su boleto.

¿Qué hizo la Jefa de Gobierno ante tal atropello contra TicketMaster? No mucho.

Esa empresa es una empresa llena de trampas. Una de las empresas de la mafia del poder casi casi. Nada la tumba al parecer y esto tampoco la tumbó.

La gente reclamaba que una empresa así no podía seguir operando pero TicketMaster se reía pues sigue y seguirá haciéndolo.

Ante ello, Claudia Sheinbaum para apaciguar los ánimos tuvo la brillante idea de invitarlo a cantar al Zócalo.

Claro, la idea fue del presidente pero todas las ideas del presidente las adopta Claudia.

Y es así como AMLO prometió que haría lo posible porque este astro musical cantara  gratis en el Zócalo para todos, pero que, además,  le pedirían que no cobrara un peso.

La jefa de Gobierno comentó en días pasados que ya tenían pláticas con sus representantes y estaban coordinando fechas.

Otros medios daban por hecho la presentación del artista en el Zócalo.

De inmediato pensé que esto era una muy mala idea, pues pienso que se saldría de control el acceso de tanta gente para verlo.

Si el concierto del grupo Firme en el zócalo estuvo a punto de la tragedia por el sobrecupo, no quisiera pensar lo que pasaría en un concierto de Bad Bunny ahí mismo.

Pero más allá de eso, sucedió esta peladez por parte del cantante hacia una fan y yo creo esa fue una buena señal para la jefa de Gobierno de que no es tan buena idea rogarle para que cante en el Zócalo y todos olviden las transas de TicketMaster.

No puede simplemente invitar a un tipo que se mostró grosero y agresivo con una mujer y que le lanzó su celular al mar, ante la cara de desconcierto y tristeza de la fan.

Es que eso no se hace.

Ningún cantante mexicano de renombre ha hecho un desaire así.

¿Porqué habríamos de recibir y rogarle a un  tipo que se dice cantante para que cante en el zócalo habiéndose comportado así?

Y si la jefa de Gobierno insiste en invitarlo, sería como tolerar y aceptar que este tipo de conductas se den. Es una forma de normalizar esta clase de violencia.

No podemos bajo ningún modo aplaudirle a un artista que haga ese tipo de acciones.

Y no me estoy cegando porque en realidad no me guste para nada la música que produce el mencionado cantante, sino porque, simplemente, eso no se hace, no es justificable y es totalmente condenable.

Ya de malos ejemplos tenemos muchos en este país y en la Ciudad de México como para continuar rogándole a Bad Bunny que venga a cantar al Zócalo. (Por supuesto que además cobraría cientos de miles de pesos, pues después de esta acción me queda claro que el tipo es un barbaján que gratis no lo haría.)

Sabemos que a Claudia se le da bien organizar pachangas en el Zócalo, pero creo que esta vez el destino estuvo de su lado y le dará tiempo de reflexionar a profundidad si este tipo vale la pena de ser invitado al Zócalo de todos a cantar.

Será un desatino si aún a pesar de la grosería que hizo Bad Bunny se le invita todavía.

Veremos qué decide Claudia Sheinbaum o el Presidente. Lo que surja primero.

Es cuanto