Y es que hoy, por un problema de salud de Joe Biden —que todos esperamos sea pasajero— Estados Unidos tiene por primera vez a una presidenta: Kamala Harris.
La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida
A un día de la visita de el presidente Andrés Manuel López Obrador a Washington para reunirse con el presidente Biden y con el primer ministro Trudeau, el mandatario electo de Estados Unidos ha sido anestesiado para una “colonoscopía de rutina”, lo que implica, en el sistema constitucional de aquel país, que haya asumido el poder la vicepresidenta Kamala Harris.
Es la primera presidenta en la historia de Estados Unidos, así haya sido por un solo día… porque, se supone, el nada joven Biden —tiene 79 años de edad— saldrá rápidamente del procedimiento en el Centro Médico Militar Nacional Walter Reed.
Fue la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, quien anunció que Biden estaría bajo anestesia durante el procedimiento y que, por esa razón, transferiría el poder a Harris.
AMLO y la presidenta Kamala
Esto quiere decir que, ayer, el presidente mexicano López Obrador no solamente se reunió con dos gobernantes, sino con tres: Biden, Trudeau, y Kamala. Porque también tuvo un encuentro con ella. ¿Por qué con ella? No se sabe. Se pudiera inferir que es porque ya se sospechaba del procedimiento médico al que sería sometido el presidente Biden y quizá los que verdaderamente mandan allá ya están analizando la posibilidad de que Kamala quede al frente en si Biden tuviera alguna enfermedad seria.
Lo cierto es que AMLO y Kamala han hecho buenas migas en otra reunión que sostuvieron —en México— y en diferentes conversaciones telefónicas. Quizá por tal motivo, porque hay química entre ella y él, la hoy presidenta quiso platicar en persona con López Obrador en la visita de este a Washington.
Y qué bueno que así ocurrió: al presidente Obrador se le ve mucho más cómodo con Kamala Harris que con Joe Biden, eso es un hecho. Creo que en realidad el presidente Biden nunca le ha simpatizado a nuestro presidente, y viceversa: a Biden nunca le ha caído del todo bien AMLO. Eso se percibe.
La cumbre, sin sobresaltos para AMLO
Ahora, hablando de la visita de el presidente de México a Washington hay diferentes posturas; desde las que dicen que nada más fue para la foto y no se logró mayor cosa, hasta la postura de Julio Astillero que en La Jornada publica lo siguiente:
“El actual residente de Palacio Nacional llegó a la capital estadunidense sin filtraciones periodísticas sobre enriquecimiento ilícito, cuentas secretas en el extranjero o acusaciones en general de corrupción. Tampoco con señalamientos de vendepatrias. Al contrario, por parte de paisanos recibió apoyo en las inmediaciones de los lugares a donde asistió e hizo intervenciones en la sesión trinacional que corresponden al sentido político que le llevó al poder”.
“Aun cuando constituye un giro retórico que no necesariamente se cumplirá en la práctica, Biden ofreció un trato de pares a México, lo cual resulta favorable para López Obrador en la medida que podrá desplegar en sus discursos la mención de que nuestro país ha dejado de ser visto como el patio trasero. También le ayudará la convocatoria a otra cumbre norteamericana, el año entrante con la Ciudad de México como sede”.
Julio Hernández
¿A la cumbre de 2022 en la CDMX vendrá el presidente Biden o lo hará la presidenta Kamala?
Biden no invitó a cenar a AMLO y Trudeau
Cada quien tendrá su versión de esta visita y su opinión; lo que sí es un hecho es que no hubo cena de gala. Y, pues nos evitamos algunos bochornos. No sé si se recordarán que en la visita que le hizo el expresidente de México, Ernesto Zedillo, al mujeriego Bill Clinton, pues este dejó a nuestro representante en una cena para ir a darse sus besos con Monica Lewinsky.
En esta ocasión pues, con la pena, Biden les tuvo que decir al presidente Obrador y al primer ministro Trudeau “see you Later”, pero no por falta de educación, sino por una penosa situación de salud.
No agendar una cena de Estado se debió muy probablemente a que el presidente Biden sería sometido al mencionado procedimiento médico que conlleva muchas preparaciones, como estar en ayunas, ingerir alimentos ligeros en la noche, dormir bien, ingerir laxantes, etc. Y creo que esto fue benéfico para el presidente Obrador, porque no podemos negar que se le veía muy cansado y fatigado. Una cena de gala ya hubiera sido muy pesado para él, a sabiendas de que ama la comida, y creo que ahí ambos, Biden y Obrador, coincidieron que fue la mejor decisión. Al que dejaron con las ganas de pachanga fue al jovenzuelo Trudeau, todavía en edad de entrarle duro a la comida y a la bebida sin pagar las consecuencias de tales excesos.
Hablando de Trudeau, desde mi humilde opinión, su presencia pasó “de noche”: me parece que nada más fue a cumplir y para la foto y nada más.
Presidenta gringa o al menos candidata en 2024, ¿y en México?
Y bien, ahora que el mundo ve con sorpresa al frente de la primera potencia mundial a una presidenta, Kamala Harris, hay que especular un poco: si Biden no enferma de gravedad, entonces terminará su primer periodo, pero no se reelegirá (pasará de los 80 años y estará en edad de retiro), así que Kamala será la candidata presidencial demócrata en 2024.
No voto en Estados Unidos, pero si lo hiciera apoyaría a Kamala… ¿Y en México? No lo sé, pero todo parece indicar que en el mismo 2024 también en nuestro país seguramente pudiéramos tener a una o varias candidatas a presidentas, porque ya es hora de que una mujer nos gobierne.
Ahí está Claudia Sheinbaum, favorita en Morena; ella va con todo por la silla presidencial y esperemos que alguna otra mujer o varias mujeres sean postuladas y le puedan competir. Porque en la competencia está la democracia. Hay mujeres panistas con méritos, como la panista Xóchitl Gálvez. Es la más fuerte, ya que no sé si Lilly Téllez tenga la experiencia y en el panismo no veo apoyo para Margarita Zavala.
Yo solo quiero lo mejor para mi país. Creo que el presidente Obrador viajó, se le notó el cansancio en extremo pero cumplió. Nadie lo atacó y él no atacó a nadie. Muchos dicen que eso, pelear, lo hace nada más en sus mañaneras; da igual. Lo cierto es que en esta visita las cosas transcurrieron con calma.
Y bueno, el presidente Biden no me conoce y yo no le importo, pero vayan desde aquí mis mejores deseos para que se recupere pronto.
Cosas sorprendentes están pasando en el mundo de la política que se pinta cada vez más de femenino.
Es cuánto.