Aunque cada vez se presumía más inevitable y mayormente urgente que los demócratas bajaran de la contienda por la presidencia a Joe Biden de 81 años de edad y con visibles problemas de salud mental, nadie podía haber afirmado que el mandatario abandonaría la carrera por la presidencia a la que se aferró hasta que, algo o alguien lo convenció de escribir ese mensaje en sus redes sociales que desde el domingo ha venido a cambiar la historia del mundo. Así de trascendental.
El asunto es que finalmente se puede decir que existe una real competencia por la Casa Blanca y quien gane es de pronóstico reservado, aunque desde ahora muchos ya nos atrevemos a vaticinar que será Kamala Harris, la que saldrá victoriosa y se convertirá en la primera mujer presidenta de los Estados Unidos.
Ahora bien, me temo que al poderoso magnate Donald Trump, esta vez sí le falló la estrategia y no calculó o lo hizo mal, el riesgo que le acarrearía el hecho de ensañarse con un adversario al que prácticamente tenía en la lona sin siquiera haber comenzado la competencia.
En su afán de empobrecer y deteriorar la ya de por sí deplorable imagen de su rival, Trump pudo haber incurrido en el peor error de su campaña al ser implacable y no tener piedad ante las pifias que fue acumulando en los últimos meses su contrincante, las cuales le recriminó con sorna, sarcasmos, agravios y humillaciones, al grado tal que terminó por echarlo fuera de la carrera.
Lo que no calculó el magnate estadounidense es que al deshacerse de Joe Biden, un competidor venido a menos; ciertamente débil y deteriorado tanto física como mental y emocionalmente, la candidatura demócrata tomaría un enorme impulso por quien asumiría en su lugar.
Y Kamala Harris es, desde el domingo, la más firme opción para quedarse con la nominación demócrata. El propio Biden, en su mensaje de X, la impulsó para ser su relevo, al escribir:
“Compañeros demócratas, he decidido no aceptar la nominación y concentrar todas mis energías en mis deberes como presidente durante el resto de mi mandato. Mi primera decisión como candidato del partido en 2020 fue elegir a Kamala Harris como mi vicepresidenta. Y ha sido la mejor decisión que he tomado. Hoy quiero ofrecer todo mi apoyo y respaldo para que Kamala sea la candidata de nuestro partido este año. Demócratas: es hora de unirse y vencer a Trump. Hagámoslo”.
Joe Biden, presidente de Estados Unidos
En cuestión de horas Kamala logró toda serie de apoyos, incluyendo económicos, sumando más de 80 millones de dólares provenientes de simpatizantes en menos de 24 horas del anuncio de Biden, y ahora mismo tiene una ventaja de 2 puntos como candidata demócrata sobre el aspirante republicano, de acuerdo con una encuesta de Reuters.
Previo a esto Harris y Trump estaban empatados con el 44% en una encuesta del 15 y 16 de julio, y Trump lideraba por un punto porcentual en una encuesta del 1 y 2 de julio, ambas dentro del mismo margen de error.
De acuerdo con los resultados de las encuestas más recientes en Estados Unidos, el reemplazo de Biden con Kamala Harris fue bien recibido debido a las razones por las que se pidió al presidente renunciar a la reelección.
Alrededor del 56% de los votantes registrados estuvo de acuerdo con la afirmación de que Harris, de 59 años, estaba “mentalmente aguda y capaz de enfrentar los desafíos”; en comparación con el 49% que dijo lo mismo de Trump, de 78 años.
Además, alrededor del 80% de los votantes demócratas dijeron que veían a Biden con buenos ojos; sin embargo, Kamala Harris obtuvo el 91%.
Tres cuartas partes de los votantes demócratas dijeron que estaban de acuerdo con una declaración de que el partido y los votantes deberían apoyar a Harris ahora, y sólo una cuarta parte dijo que varios candidatos deberían competir por la nominación del partido.
Y como ya mencionaba, el anuncio de Biden de abandonar la candidatura dio un giro de 180 grados a la historia del mundo y México no está al margen de ello.
Un posible triunfo de Trump o de Harris, tendrá diversas implicaciones para nuestro país.
El siempre polémico y fantoche Donald Trump, ha sido muy claro en cuanto a sus intenciones respecto a nuestro país en caso de ganar la contienda electoral de noviembre próximo.
Sus agravios, sus burlas, sus humillaciones, y amenazas las conocemos a la perfección porque forman parte del discurso de odio que maneja en cada uno de sus mítines y se ha encargado de repetirlo cada vez que pisa un foro.
Apenas la semana pasada, en el mitin en Grand Rapids, Michigan, Trump recordó cuando amenazó al gobierno mexicano, en 2019, con imponer aranceles a las mercancías de importación hasta que se resolviera el problema de la migración, y según él, en aquel momento obtuvo “todo de México”, entre ello que México cuidara la frontera de la llegada de migrantes.
“Hicimos algo muy duro a México cuando estábamos construyendo el muro (…) Les dijimos nos tienen que dar 28.000 soldados para protegernos mientras hacemos el muro”, contó Trump.
Dijo que primero se rieron de él y ante ello amenazó con imponer aranceles a mercancías que llegarán desde México a Estados Unidos.
“El caballero que representa al presidente (López Obrador, en aquel momento Marcelo Ebrard, como canciller) dijo: ‘me gustaría discutir esto con el presidente’ y le respondí, dijo Trump: ‘tiene cinco minutos porque tengo que irme, tengo algo mucho más importante que hacer’”, relató.
Trump hablaba de la negociación que tuvo con Ebrard sobre el muro fronterizo sin mencionarlo y dijo que el ex canciller mexicano regresó con la respuesta: “Señor presidente, nos encantaría darle soldados para proteger su muro, gratis, por supuesto”.
Y señaló que así fue como logró limitar la migración ilegal hacia Estados Unidos. “Nos dieron todo. Obtuve todo de México”.
Especialistas advierten que un posible triunfo de Trump hará que México enfrente serios retos en la relación bilateral en los próximos años, especialmente por las amenazas de aranceles a las importaciones de bienes manufacturados en territorio mexicano.
Nada menos ayer, Tesla anunció que analiza la viabilidad de la Gigafactory que planea construir en México, en el estado de Nuevo León, tras las amenazas arancelarias del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump.
“Trump ha dicho que impondrá fuertes aranceles a los vehículos producidos en México. Entonces, no tiene sentido invertir mucho en México si ese va a ser el caso. Así que necesitamos ver cómo se desarrollan las cosas políticamente”, dijo un directivo de la empresa durante la conferencia de resultados al segundo trimestre.
En el caso de Kamala Harris, quien recientemente felicitó a la virtual candidata electa de México, Claudia Sheinbaum, por su triunfo en las pasadas elecciones del 2 de junio, aún se desconoce con certeza sus planes hacia nuestro país.
No obstante, en aquella ocasión trascendió que la alta funcionaria estadounidense hizo énfasis en la importancia de entablar una “sólida asociación y amistad” entre las naciones vecinas.
Cabe recordar que Sheinbaum se reunió el pasado martes 11 de junio con una comitiva del gobierno de Joe Biden, a la que asistió su asesora de seguridad nacional, Liz Sherwood-Randall.
De acuerdo con un comunicado del gobierno de Estados Unidos, -vía telefónica- la vicepresidenta y la virtual presidenta de México abordaron los siguientes tópicos:
Migración, relación comerciales entre México y Estados Unidos, crecimiento económico, combate al narcotráfico (tráfico de personas, drogas ilícitas y armas de fuego), cambio climático, empoderamiento de las mujeres.
Ambas destacaron la importancia de que el sexo femenino ocupe puestos de liderazgo.
“Compartimos el haber sido las primeras mujeres en ser electas a nuestros respectivos cargos”, escribió la sucesora de Andrés Manuel López Obrador.
Es pues, una buena noticia la decisión de Biden de abandonar la carrera, así como la posible candidatura de Kamala, quien podría sostener una buena relación con Sheinbaum. ¿Y Trump? Quizá tenga que pagar caro su error de echar fuera de la competencia a un rival al que ya había vencido antes de comenzar la carrera.
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