En el mundo laboral mexicano, aún continúan las “Legitimaciones de Contratos Colectivos”, para cumplir con lo signado en el T-MEC en materia laboral. Sabemos que este compromiso surgió de la negociación tripartita con los gobiernos de Estados Unidos y de Canadá, y que la intención de esta acción es “descubrir” a los sindicatos charros, y a los contratos de protección patronal, quienes supuestamente tendrían un pavoroso temor al sentir que serían “votados” en un ejercicio democrático de los trabajadores.
Sin embargo, la realidad es completamente diferente. Justamente hoy tres grupos distintos de trabajadores denuncian al mismo sindicato, y me encantaría que el novísimo Secretario del Trabajo y Previsión Social, Marath Baruch Bolaños López, junto con el Director General del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, Alfredo Domínguez Marrufo, se dieran color de esta lamentable situación.
La simulación está “a todo lo que da” con el Sindicato de Trabajadores de la Industria Aeronáutica, Similares y Conexos de la República Mexicana (STIA); las sobrecargos de la empresa Aerolitoral, S.A. de C.V., conocida comercialmente como Aeroméxico Connect han denunciado fraude en el proceso de legitimación de contrato.
¿Cuál es la queja que tiene este grupo de sobrecargos? De acuerdo con la información que me hicieron llegar varias de ellas, su sentir es de frustración y desencanto. Les comparto el texto que considero tiene la información más completa:
“Hola Ximena buenas tardes. Me gustaría que fueras nuestro canal de comunicación mediante anonimato para que se haga público que nuevamente fuimos víctimas de STIA. Se acaban de publicar los resultados de nuestra votación como sobrecargos de Connect, y el resultado ilógico fue a favor de STIA, siendo un total fraude ya que el voto de toda la planta fue un rotundo NO. A lo largo del proceso se visualizaron varias irregularidades tales como:
- se le preguntó directamente a una delegada cuál sería el total de las niñas que estaríamos votando y su respuesta fueron 505 (contando a niñas que no están en la empresa desde hace meses pero que “por no recoger su cheque” siguen siendo contempladas).
- se le preguntó a una delegada sobre nuestro derecho de estar presentes en el escrutinio de los votos y su respuesta fue que no era posible que nosotras como sobrecargos pudiéramos estar dando fe y legalidad de la votación.
- se le preguntó a una delegada sobre los nuevos ingresos, si tendrían derecho a votar y nos hizo mención que votarían las niñas que fueron ingresadas hasta el mes de marzo, mismo que fue una total mentira ya que acudieron a votar niñas que actualmente ni siquiera están todavía volando por estar en espera de licencia.
- las delegadas estuvieron pidiendo votos a favor de STIA en complicidad con las niñas nuevas, recordándoles que por STIA tenían trabajo.
- el horario para las votaciones fue limitado a comparación de otras empresas, y así mismo le negaron la oportunidad a varias compañeras de poder haber votado por estar fuera de su base sin darles ninguna alternativa para ejercer su voto.
- el segundo día de votaciones varias compañeras acudieron a votar desde las 5 am y se percataron que la urna de los votos estaba vacía (misma que dijeron que estaría sellada por los verificadores del gobierno y cada día de las votaciones el verificador estaría checando que ese sello no haya sido violado y solo él podría abrir la urna nuevamente), entonces ¿por qué la urna estaba vacía el 2do día de las votaciones?
- varías sobrecargos se acercaron a los verificadores (quienes por cierto, eran diferentes cada día, prestándose así a que fuesen comprados por STIA) para preguntarles sobre la presencia de nosotras el día del conteo y algunos de ellos respondieron que SI PODRÍAMOS ESTAR PRESENTES EN GRUPOS DE 3 para el día del escrutinio, entonces ¿por qué se nos negó la entrada a la hora del conteo?, ¿por qué lo hicieron a puerta cerrada sin el derecho de verificar la legalidad de esos votos?
- entre los 3 días que tuvimos asignados para votar, hubo 1 día intermedio dónde no se votó. ¿Dónde quedó la urna y en manos de quién? ¿Por qué no fue una votación consecutiva y sin intermitencias?
- tuvimos una asamblea el día 23 de abril con STIA dónde nos advirtieron que si no votábamos a favor, entonces quedaríamos sin contrato. Es decir, intimidando nuestra elección de NO VOTAR POR ELLOS.
SOLICITAMOS E IMPLORAMOS tu apoyo para que esto llegue a manos y oídos de las autoridades correspondientes para que seamos escuchadas. NO QUEREMOS MAS A STIA COMO NUESTRO REPRESENTANTE, no queremos a un “pseudo sindicato opresor, intimidante, fraudulento y que nunca ha velado por nuestros intereses…”
Como les venía comentando, no es el único grupo inconforme con este sindicato. Ayer hablamos de los compañeros de Volaris, que también están sindicalizados con el STIA, sindicato a cargo de la familia Romo.
Y justamente hoy en la mañana, cuando intercambiaba algunas palabras con sobrecargos de Aeroméxico Connect, la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México (ASPA) me hizo llegar un comunicado en el que denuncian el despido injustificado de tres pilotos de la carguera MasAir, bajo el argumento de una supuesta “reestructura”, cuando en realidad se trató de una represalia por haberse ido a ASPA, ya que la empresa “reconoce” como único sindicato al STIA.
No creo que tres grupos de trabajadores, de diferentes empresas, estén equivocados, o estén exagerando sus situaciones. En la mesa hay actos irrefutables. ¿Acaso no queda claro que el charrísimo sindicato STIA está generando malestar a los trabajadores de la aviación? Tanto las sobrecargos de Aeroméxico Connect, como los trabajadores de Volaris y los de MasAir han hecho patente que no quieren pertenecer al STIA.
Tal y como lo dice el comunicado de ASPA, se están pasando “por el arco del triunfo” los convenios signados por nuestro país ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 87 y el 98 respectivamente, así como el derecho a la libertad sindical.
Por supuesto me sumo a todas estas voces que hacen patente su derecho a agremiarse al sindicato que más les convenga, no el que les impongan, como lo está haciendo el STIA, que bajo amenazas, coacción del voto y múltiples atropellos vulnera a la clase trabajadora de este país.
Hago el llamado a Marath Baruch y Alfredo Domínguez Marrufo; les imploro que hagan valer la Reforma Laboral del 2019, y revisen a fondo el modus operandi del STIA, que está perjudicando a los trabajadores aeronáuticos. Desde sus cargos, como Secretario del Trabajo y como Director General del Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral, respectivamente, urge que escuchen directamente a los trabajadores y terminen de una vez con la simulación.
Creo firmemente que dentro del proyecto de la 4T los trabajadores tienen que ser tomados en cuenta y escuchados, pero sobre todo protegidos de sindicatos charros, cuya principal función es la de convertir los contratos colectivos en contratos de protección patronal, en detrimento de los trabajadores, que son el pueblo que mueve al país.