Lucha encarnizada entre dos armadoras de aeronaves: la norteamericana Boeing, y la europea Airbus. Desde hace tiempo se han picado la cresta una a otra para ver quién coloca más equipos en las aerolíneas del mundo. Sabemos que esta competencia llevó a la Boeing a tener dos terribles accidentes aéreos con uno de sus modelos más recientes, el MAX, de la familia de los B737, y por tal motivo tuvo que dejarlos en tierra hasta corregir las fallas.

Hay que decirlo, este avión es un caballito de batalla para las líneas aéreas que necesitan un equipo confiable y de “cabina estrecha”, es decir de un solo pasillo, por lo que no es nada raro que las compañías de aviación lo busquen para integrarlos a su flota.

Hace no muchos meses, Boeing estaba tocando fondo y tenía parada su producción, primero la de equipos B737MAX, y luego la de los B787 Dreamliner, por complicaciones con el modelo. Pero hoy por hoy están a todo vapor fabricando esos mismos modelos, debido a la gran demanda que tienen.

Un par de años atrás era imposible imaginar este escenario, pues todo eran malas noticias para la armadora norteamericana. Un revés tras otro la tenía en la lona, y parecía que no se levantaría, o por lo menos no tan rápido. Sin embargo, hay que mencionar que líneas aéreas como Southwest, Rayanair, Alaska Airlines, United y American Airlines, entre otras, son las que están realmente detrás del repunte de la armadora Boeing.

El panorama llegó a ser tan sombrío, que en el informe anual de 2022, Dave Calhoun, Director General de la armadora, refiere que hubo un punto de quiebre en el que se pensó que la compañía no tenía posibilidades de sobrevivir; primero por los graves errores que cometieron en el pasado, y luego por los estragos de la pandemia por Covid 19.

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Boeing logró colocar 130 aviones durante el primer trimestre, y esto no es un asunto menor si consideramos que su competidor más cercano, la armadora europea, en ese mismo periodo de tiempo solo hizo entrega de 127 aviones. Para Airbus, más que la pandemia, la guerra entre Rusia y Ucrania es la que le ha traído más consecuencias a corto plazo, y es que no existe certeza sobre cuándo terminará el conflicto bélico.

Esto ha sido muy bien aprovechado por la armadora norteamericana, y están tan “contentos” de que van a aumentar el ritmo de fabricación de su modelo Boeing 737MAX. Al mes estaban fabricando y teniendo listos para entregar alrededor de 30 aviones, pero tienen la intención de llegar a 50 unidades fabricadas en un mes, y entregarlas a sus clientes lo más pronto posible.

Esto gracias a aerolíneas como RyanAir y Southwest que se encuentran en plena renovación de su flota. Para estas líneas aéreas -ambas de modelo de bajo costo- es imprescindible la adquisición de nuevos aviones que sustituyan los que ahora tienen, pues parte de la “gracia” de este modelo de aviación es que no gastan en mantenimiento “profundo”, por eso requieren aviones totalmente nuevos cada cierto tiempo.

Boeing también pretende conseguir en breve la certificación de la Agencia Federal de Aviación norteamericana (FAA por sus siglas en inglés) de su nuevo modelo B737 MAX7, un avión un poco más pequeño que sus “hermanos”. Un vocero de la compañía declaró que se está trabajando para tener todo listo, y que la FAA tenga el tiempo suficiente para llevar a cabo una exhaustiva revisión y les dé el visto bueno.

Además, ha reanudado las entregas de un modelo icónico, que le hace la competencia directa al Airbus A380, nada más y nada menos que el B787 Dreamliner, un equipo de doble pasillo diseñado para vuelos de largo alcance. Boeing está aprovechando la gran demanda de su equipo ahora que se ha reactivado de manera exponencial la aviación en todo el mundo.

Los años que la pandemia obligaron a que el mundo parara, dejó sembrada una semilla que en esta primavera está floreciendo, y la gente está viajando más que nunca. Los patios de la armadora Boeing se ven llenos de flamantes equipos que están próximos a ser entregados.

Los amantes de la aviación esperamos que Boeing haya aprendido de los sucesos del pasado, que hayan sido determinantes, y que sopesen que la feroz batalla que mantiene con Airbus, debe darse siempre verificando la seguridad de sus equipos, y que no por un afán de ganar la carrera, se vuelvan a cometer los mismos errores, que ya costaron muchas vidas.

Enhorabuena para Boeing. Nos da gusto esta asombrosa recuperación; siendo honesta, no se vislumbraba por los tantos problemas que tuvo que enfrentar al mismo tiempo. Pero si esto nos va a dejar una aviación segura, con equipos bien construidos y certificados, entonces sea bienvenida esta bocanada de aire fresco.