Dándole puntual seguimiento al caso de la fabricante Boeing, vemos que más cosas van saliendo a la luz, y una de ellas resulta bastante preocupante, sobre todo por quién es el emisor.

Resulta que la Agencia Federal de Aviación de los Estados Unidos de Norteamérica (FAA por sus siglas en inglés) reconoce que “no cuenta con un sistema efectivo para supervisar las instalaciones de fabricación individuales del fabricante de aviones” tal y como lo registra el medio Aviación Online.

Algo verdaderamente grave, pues se supondría que la nación más poderosa del mundo, que además cuenta con la aviación comercial más grande, resulta que no tiene los medios suficientes para supervisar su aviación.

Estamos hablando que la FAA, a través de la oficina del inspector general del departamento de transporte del vecino país, ha declarado que los procesos que realiza la FAA como son las famosas auditorías, son insuficientes, pues a pesar de todos los problemas que aquejan a la fabricante de aviones Boeing, la FAA es incapaz de supervisar con efectividad tanto a los proveedores, como a los procesos de fabricación, entre otros puntos.

Después del ya conocido incidente suscitado en enero de este año con la puerta/tapón del vuelo de Alaska Airlines, la FAA realizó un informe que contiene 16 recomendaciones, entre ellas está el de supervisar a la fabricante Boeing, tras investigar y descubrir que dicho incidente fue porque los pernos que sujetaban la puerta/tapón estaban “sueltos”.

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Entonces la FAA se comprometió a revisar su sistema de supervisión para que eso no volviese a pasar. Sin embargo esto todavía no ocurre, y es que en el pasado la FAA permitió que Boeing se “autoauditara” en los procesos de fabricación del modelo 737MAX, entre otros equipos. Ahora se hace público que la gente dentro de Boeing no ha proporcionado a la FAA la documentación que se necesita para verificar que ahora sí las cosas se están haciendo de manera correcta.

¡Cómo estará el asunto! que Mike Whitaker, quien encabeza a la FAA, declaró que están en plena renovación de su sistema de supervisión así como de gestión de seguridad aérea.

A todo esto debemos sumar el más reciente escándalo: Boeing ha sido acusada de fabricar piezas “defectuosas” y con una calidad inferior. Esto relacionado con dos empresas en Italia que le “maquilan” a la fabricante norteamericana.

Para salir de su crisis, Boeing anunció a través de su CEO, Kelly Otberg que tienen planes de recortar más de 17 mil puestos de trabajo. Imaginen el calado de la situación, que la Secretaría del Trabajo del vecino país se está ofreciendo de mediador entre la fabricante Boeing y los trabajadores que mantienen viva su huelga en medio de la ola de despidos.

La abogada Julie A. Su, actual secretaria del trabajo de los Estados Unidos, viajó a la planta de Seattle de Boeing para mediar entre ellos y los trabajadores, en aras de salir del marasmo en donde está la fabricante de aviones actualmente parada.

Se calcula que a más de cinco semanas de huelga las pérdidas de Boeing son de alrededor de 1,300 millones de dólares. Hay que sumarle además la presión que la aerolínea Emirates ejerce por la falta de entrega de equipos, sobre todo por el retraso del nuevo modelo B777X.

En un comunicado dado a conocer a Bloomberg, el CEO de Emirates, Tim Clark, declaró: “Emirates ha tenido que realizar modificaciones importantes y sumamente costosas en nuestros planes de flota como resultado de los múltiples incumplimientos contractuales de Boeing… Dada la situación actual de Boeing, no veo cómo pueden hacer previsiones realistas sobre las fechas de entrega”

Y es que Boeing reagendó los tiempos de entrega, y mandó a los aviones de cabina ancha hasta el año 2026 para empezar las entregas. Para más claridad del lector, esta fecha de compromiso de entrega de equipos tiene por lo menos cinco años de retrasos, con todo lo que eso conlleva para la aerolínea en cuestión, como modificar sus planes de crecimiento.

Pero parece ser que no todo es de color negro dentro del panorama de Boeing, pues apenas a unas escasas horas, medios como Deutsche Welle (DW) informó que Boeing ha conseguido un préstamo.

Para no perder la liquidez necesaria, Boeing anunció que logró un crédito por más de 10 mil millones de dólares. Claro que está sujeto al recorte y a la reestructura que van a iniciar en la empresa aeroespacial más importante de los Estados Unidos de Norteamérica.

En el comunicado Boeing manifiesta: “Esta línea de crédito proporciona acceso adicional a corto plazo a liquidez mientras navegamos en un entorno difícil”. Sabemos que para el próximo 23 de octubre Kelly Otberg se enfrentará por primera vez a una reunión de carácter trimestral con los inversionistas; vamos a ver cómo le va con las nuevas medidas.

Lo digo de verdad, espero que más temprano que tarde Boeing pueda levantar cabeza, ya que aunque pudiera parecer que eso deja el camino libre al resto de empresas fabricantes de aviones, en los hechos lo único que genera es más presión sobre ellas, y eso no es nada bueno.

Sobre todo si ya existen aerolíneas presionando por equipos y haciendo reajustes al no poder crecer como lo tenían planeado; y es que hay prisa, no tarda en venir una recesión en los viajes, y todos quieren hacer su “guardadito” ahora que es tiempo de vacas gordas. Por eso digo: “despacio por favor, que llevamos prisa”.