Estimados lectores, como ya sabrán el Presidente de la Nación denunció en el espacio de la Conferencia Mañanera que hay una “campaña” en contra del cabotaje orquestada por las aerolíneas nacionales que no quieren competencia.
¿Eso es cierto? A la de la voz no le gusta quedarse con la duda, así es que entrevisté al Capitán José Gerardo Alonso Torres, Secretario de Prensa y Publicidad de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA).
Vamos al principio, para mejor entendernos: ¿qué es el cabotaje? y el Capitán nos respondió:
“El cabotaje con palabras simples, es un Convenio de Chicago de 1944, donde se establecen nueve libertades aéreas; esas nueve libertades aéreas, realmente se hacen para proteger economías débiles como la de México, para que las potencias económicas no abusen de los países con menor economía.
Esa es la razón por la que se hacen las nueve libertades aéreas: la octava y novena hablan de cabotaje. La octava, te voy a explicar con un vuelo normal, es un avión que sale de Dallas y venga al AIFA, del AIFA vaya a Cancún y de regreso de Cancún al AIFA o al AICM y que regrese a Miami o a Dallas, que haga vuelos domésticos, pero siempre que regrese a su país de origen. Esa es la octava libertad, que es la que manejan en Europa.
En la novena libertad -que es la más peligrosa y la que está proponiendo el Gobierno Federal-, se habla que venga un avión de otro país y se quede basado en México, ¿qué quiero decir?, que haga Tijuana, AIFA, Cancún, Monterrey y se quede en Monterrey y al otro día Monterrey, Guadalajara, Tijuana y se quede en Tijuana y así, que nunca regrese a su país de origen.
La Unión Europea tiene octava libertad, donde en un periodo de siete días tienen que regresar, tienen permiso de hacer tres vuelos de cabotaje y tienen que regresar a su país de origen; es muy diferente porque en la Comunidad Europea manejan la misma moneda, tienen economías similares, tiene reglas claras desde hace mucho tiempo, y como tienen las reglas claras en la aviación, nadie depreda a nadie.
Pero hay un pequeño problema, que es algo que nos puede pasar en México. En la Unión Europea, muchas de las aerolíneas contratan con países que no están dentro de la Comunidad; esto nos los dijo el Secretario General de SEPLA (Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas), las aerolíneas te contratan como piloto español y te dan de alta en Malta o en Noruega o Singapur, que son países que no pertenecen a la Comunidad Europea. ¿Qué sucede?, pues que tú estás volando en España, pero no pagas seguro social, no pagas impuestos, no pagas lo equivalente al INFONAVIT, etcétera. Entonces todo eso “se fuga”, es una fuga de captación fiscal para el gobierno, y ya se están metiendo en problemas de captación fiscal.
¿Qué sucedería en México? Primero, con el cabotaje se acaba la industria aérea; nosotros no podemos competir por nada contra las aerolíneas estadounidenses. Cualquiera de las aerolíneas norteamericanas nos triplica la flota a todas las aerolíneas mexicanas, entonces no se puede competir. Muchas veces (las extranjeras) son ayudadas y subsidiadas por sus gobiernos; aquí en México no hay apoyos. Y olvídate si fueran las aerolíneas de Medio Oriente, que esas están totalmente subsidiadas; pueden poner el boleto a un peso durante cinco años y no les pasa nada.
Al acabarse la aviación nacional, se acaba también esa captación de recursos para el Estado por medio de los impuestos. De ellos, las aerolíneas extranjeras, pagarían TUA, pero nada más. El ISR, que es lo que nosotros devengamos como mexicanos y que lo agarra el gobierno para hacer infraestructura, educación, inversión, ese dinero no se quedará en el país, se regresará a su país de origen y ellos pagarán sus impuestos, por ejemplo, en Estados Unidos.
Hay convenios internacionales donde está prohibida la doble tributación, México está en esos convenios, no se puede pagar ISR aquí en México y en su país también. El gobierno se estaría dando un balazo en el pie, la aviación comercial mexicana en nómina paga más de 450 millones de dólares al año y de ahí quítale el ISR; es una gran captación para el gobierno, aparte del IVA que pagas en los boletos, y los otros impuestos.
Te voy a poner otro ejemplo: yo soy piloto mexicano, pago mi hipoteca en México, gasto mi super en México, compro un coche en México, genero trabajo, pago al que lava mí coche, al que me ayuda en el super, etcétera. Mi dinero se invierte en México y genera circulación del mismo; es una cascada económica que se derrama desde cualquier persona que trabaje en la industria aérea. Con el cabotaje obviamente esa cascada económica no se generaría.
Un piloto norteamericano compra su casa en Houston y generaría toda una derrama económica en Estados Unidos. Es otro problema económico fuerte para el gobierno, por consecuencia habría más desempleo, generando menos economía, dejando de circular el dinero en el país.
En lo educativo, se acabarían las escuelas de aviación en México. En Estados Unidos y Europa no permiten que extranjeros vuelen en sus aerolíneas; entonces ya no habría dónde volar, al no haber una industria aérea en el país. Puede ser que te contraten en Medio Oriente pero es muy difícil, ese es otro gran problema. (Ya les contaré como les fue a los pilotos de Mexicana de Aviación; comentario de quien esto escribe).
¿Por qué dicen que el precio del boleto sería más barato? No te voy a negar que al principio pudiera ser que sí, porque cuando viene alguien a competir y tienen el poder económico como los norteamericanos o los de Medio Oriente, pueden dar boletos más baratos al principio, porque cuando acaben con la aviación nacional, que sucedería, podrán duplicar el precio del boleto al ya no haber competencia y por lo tanto no va a ser más barato.
Hay una estadística que dio la IATA: en el continente americano el boleto más barato por milla es el mexicano, ni los norteamericanos con su low cost, ni los canadienses, es más barato en México a pesar de los impuestos; el TUA es entre el 40% al 70% del costo total del boleto, más el combustible que ha subido un 55% en el último año.
Entonces como el Gobierno dice: “es que están muy caros”, sí, pero tu impuesto es carísimo, el combustible es carísimo; tiene que haber un esfuerzo por parte del Gobierno, si realmente quiere que baje el precio de los boletos, tienen que bajar los impuestos, que baje el combustible y las aerolíneas que también bajen el marco de sus ganancias.
Otra cosa que puede suceder es que a las extranjeras solo les interesen las rutas atractivas: Cancún, Monterrey, Tijuana, Guadalajara, Puerto Vallarta y algunos destinos de playa, pero no habrá conectividad a Zacatecas, Aguascalientes, Durango. Para volar a otros sitios van a pedir que se les subsidie, y nos va a costar a todos los mexicanos.
El único país que tenemos como referencia fuerte, y que permitió el cabotaje y que a la fecha tienen un problemón, es Perú. ¿Qué les pasó a los peruanos ahora en la pandemia?, no había insumos médicos en ningún lado, sin embargo, en China sí tenían. Aeroméxico, aprovechando la baja demanda de pasajeros se lanzó por insumos médicos a solicitud del Gobierno Mexicano, siendo extraordinario el que volaran a China 14 aviones de Aeroméxico para traer ayuda sanitaria.
Obviamente esa ayuda era para nuestros connacionales, pero fuimos más allá, le echamos la mano a Perú que no podía hacer absolutamente nada, porque no tiene aviación. Ahora imagina que la aviación mexicana no existiera, ¿qué se haría en estos casos?, las aerolíneas extranjeras verían primero por su país de origen.
El tener aviación en México es importante para todo, pero con el cabotaje se va a acabar la aviación. El Presidente dice que sería solo para el AIFA, pero los tratados internacionales no hablan de un solo aeropuerto, sino que se abren todos los aeropuertos para la operación del cabotaje.
¿Qué buscamos nosotros?, que haya una política aeronáutica de Estado; si hay que ajustar precios, que el Gobierno no cobre tan altos impuestos; si se demora el vuelo que se pague, pero todo de manera consensuada y reglamentada, poner las reglas claras. La aviación nacional deja el 3.5% del Producto Interno Bruto, incluso este puede crecer entre el 6% y el 7% si se impulsa a la aviación del país.
La misma gente dentro del Gobierno sabe que está mal la ley, pero no le quieren decir nada al Presidente. Porque el Primer Mandatario solo está seis años y se va, y lo que va a dejar es un problemón; se le tiene que hablar con la verdad. Los diputados están representando los intereses del pueblo. Además por otro lado, este tema del cabotaje es inconstitucional, tiene todos los defectos.
Es importante pensar en lo que respecta a la aviación Centroamericana y Sudamericana. Porque en el caso de la aviación norteamericana, ellos nos depredarían en el lapso de un año; pero las de Medio Oriente en un mes.
¿Qué pasaría con estas otras aerolíneas? La mayoría tiene un mantenimiento malo, por lo que corremos el riesgo de tener una aviación insegura; no puedes abrir el país a una aerolínea que tenga problemas de mantenimiento, así como el nivel de adiestramiento de sus tripulaciones, que deben cumplir con los estándares internacionales en materia laboral.
En ASPA estamos dando toda la batalla contra el cabotaje, y contamos con todo el apoyo de nuestra asamblea. No estamos defendiendo ni a Aeroméxico, ni a Volaris, ni a Viva. Nosotros no tenemos línea, ellos no nos mandaron; el Presidente dijo que son las líneas aéreas las que están haciendo esta campaña, y por supuesto que no. A mí, José Alonso, no me interesa hacer quedar bien a Aeroméxico; de hecho tenemos nuestras diferencias enormes con ellos. Obviamente tenemos que conciliar, pero no defendemos absolutamente a nadie.
Lo que sí defendemos es el trabajo, y así como nosotros hemos dado la batalla, podemos decir que de la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) ¡ni sus luces!, apenas con la llegada de la nueva representación sindical se están integrando, y aprovechamos para hacer un llamado a los mecánicos, a los controladores, a los de plataforma. Ellos tienen miedo, pero a nosotros no nos da miedo, somos apartidistas, no queremos quedar bien con ningún partido ni con ninguna aerolínea, por eso nos sentimos en total libertad.
Nuestro interés es que la aviación continúe, mantener nuestras fuentes de empleo y las del resto de trabajadores. No nos está dando dinero Aeroméxico, ni VivaAerobus, ni Volaris; y si nos lo ofrecieran, lo rechazaríamos, ese es el legítimo reclamo que hacemos.”
Estimados lectores, esta entrevista -que agradezco infinitamente- tiene una doble intención: primero que ustedes tengan total claridad en este asunto del cabotaje, y después, que les quede claro que no hay una campaña orquestada por las aerolíneas que se niegan a tener competencia. Sí hay una lucha y una batalla, pero en este caso la están encabezando de forma muy valiente los trabajadores de la industria aeronáutica; el baluarte a defender no es cualquier cosa, se trata de la defensa de la aviación nacional, una de las más antiguas del mundo, dicho sea de paso.
Ustedes lo saben, yo me sumo desde esta trinchera a esa lucha y defiendo el estandarte enarbolado; y de manera subyacente, mi batalla es por defender mi derecho de disentir de la propuesta del Poder Ejecutivo Federal. Siempre de manera respetuosa, y con lo que considero son argumentos válidos y sólidos. “Es cuanto, Señor Presidente”.