De manera puntual he estado siguiendo el caso de Interjet. Desde las declaraciones de los “dueños”, la familia Del Valle, hasta los últimos acontecimientos con esta línea aérea.
Es importante tener claro cuál es el contexto para saber en qué parte de esta truculenta historia se encuentra la aerolínea. Debemos tomar en cuenta que en las últimas declaraciones a los medios, Carlos Del Valle aseguraba con vehemencia que estaban “a punto” de retomar el vuelo.
Más tarda en salir a hacer este tipo de declaraciones, que, la de la voz, en desmentirlo, pues conozco las entrañas la industria aeronáutica, y sé que eso es más que imposible, porque no cuentan con las condiciones necesarias para operar.
Comenzando porque no tienen aviones; les deben dinero a todas las arrendadoras que en su momento les rentaron equipos, y lo que queda de los aviones que son de su propiedad, los famosos Sukhoi Superjet 100, es chatarra, porque fueron canibalizados hasta decir ¡basta!, y porque no hay refacciones en nuestro país, además de ser aviones rusos.
En pocas palabras carecen de un elemento tan básico para cualquier aerolínea, como es la flota. Ese es uno de los múltiples factores que existen para decir que es imposible el regreso a los cielos de la línea aérea.
Ahora el nuevo factor que se suma a este drama, de dimensiones apoteósicas, es lo concerniente al edificio de Interjet. Fue construido literalmente a la vera de las posiciones “sures” del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), y actualmente está en la mira de la Secretaría de Marina, con intenciones de quedarse con él.
Según lo que informó sobre este particular el diario El Universal, la Secretaría de Marina ya solicitó a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público poco más de 17 millones de pesos para la adquisición del mobiliario y equipo que se encuentra dentro del edificio.
De acuerdo con un documento en posesión de El Universal, “Esta alternativa consiste en la adquisición del mobiliario administrativo actual que se encuentra en el edificio corporativo donde operaba Interjet, inmueble que es propiedad de la federación, derivado de que se encuentra dentro de los terrenos de la terminal aérea”.
¿Cuál es la intención de la Marina en adquirir el edificio de Interjet?, el espacio; hoy por hoy quienes administran el AICM se encuentran -literalmente- hacinados en dos oficinas, tanto en la Terminal 1 como en la Terminal 2, por lo que este edificio les daría el espacio necesario, incluso para cumplir las normas de seguridad e higiene que establece la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Ese edificio les vendría muy bien, pues tendrían más amplitud; además la compra del edificio y su mobiliario tendrían que destinarse a las liquidaciones de los trabajadores de Interjet.
Como alguna vez se los expliqué, la salida al conflicto de Interjet no va a ser por la vía jurídica, porque nuestra impartición de justicia no es ni pronta y mucho menos expedita; nos consta que los litigios se pueden llevar años, y no llegar a ninguna solución, a pesar de las reformas que se han hecho al respecto.
Y casos tenemos muy vigentes de ello, uno es el de AeroCalifornia, quienes al día de hoy tienen vivo un litigio de una empresa aérea que ya no tiene bienes de dónde se puedan cobrar los trabajadores, y en el mejor de los escenarios, aunque ganaran sus juicios, no hay dinero para poder hacerles un resarcimiento.
Por eso la mejor salida –o menos mala– es la política, y es momento de que los trabajadores de Interjet se pongan las pilas y comiencen a negociar con la Secretaría de Marina.
Lo más deseable sería que el dinero de la adquisición del edificio, mobiliario y otros bienes, se sumaran a la bolsa de dinero que existe en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje para pagar a los trabajadores.
Créanme, Interjet no tiene posibilidad alguna de regresar a volar, y lo mejor es trazar una ruta política sensata donde los trabajadores recuperen “algo”. Deben tener en claro que jamás van a cobrar el 100% de lo que les deben; me duele decirlo, pero la realidad impera. En México si eres trabajador jamás tendrás justicia.
Me hacen hablar así todos y cada uno de los casos que he visto, tanto con otras empresas de aviación, y con lo que me ha tocado vivir en carne propia en el caso Mexicana de Aviación. La justicia es para los oligarcas, que pueden comprar jueces para que salgan fallos a su favor, no para los simples mortales.
Según la información obtenida por El Universal, además del edificio, se buscaría la compra de poco más de 1,500 equipos de oficina, entre sillas, escritorios, archiveros, anaqueles, etc. Otro punto importante es el tiempo de vida útil de estos objetos; mejor que le den un buen uso los trabajadores de la Marina a que se sigan echando a perder.
Con esta información publicada, es imperante que la sección 15 de la CTM informe a sus agremiados, para que sepan en dónde están parados actualmente, así como sería beneficioso que el síndico del concurso mercantil, Alfonso Ascencio Triujeque, saliera a declarar sobre la intención de la Marina de hacer esta compra, y comprometerse a que el destino de esos recursos sean para las liquidaciones de los trabajadores, y no los dejen en el limbo.
Espero que todos y cada uno de los involucrados, pronto nos den información oficial, porque es importante combatir la narrativa falsa de la familia Del Valle, de que Interjet “ya merito” vuela.