Así como preocupa el calentamiento global derivado del uso de energías fósiles, la contaminación y otras actividades que han puesto a la humanidad en alerta roja, existe otro tipo quizá aún más grave, el calentamiento político provocado por extremistas y fundamentalistas que ponen al mundo democrático en jaque y donde México se ha convertido en uno de los protagonistas.

En vísperas de la elección más importante y trascendente que se celebrará el 5 de noviembre en Estados Unidos, el mundo se debate al borde de lo que puede ser una tercera guerra mundial donde se definirán temas de gobernabilidad y democracia, energía, calentamiento global, migración, seguridad, modelo económico y flujos migratorios.

Alta tensión

Estamos enfrentando algo que no se veía desde la Segunda Guerra Mundial. La invasión de Rusia a Ucrania, el conflicto de Israel con Gaza, crisis en Armenia y Azerbaiyán, crisis en Irán, guerra en Yemen, conflicto en Etiopía, conflicto en Pakistán y América Latina no es la excepción, Venezuela, Nicaragua, Cuba, Bolivia, Honduras y México con todos ellos.

Los esfuerzos diplomáticos para acabar con los enfrentamientos están fracasando, mientras se alcanza el pico más alto desde 1939, con 56 conflictos activos y 92 países involucrados en guerras fuera de sus fronteras. La gran mayoría, si no es que todos, se caracterizan por ser provocados ya sea interna o externamente por líderes populistas de izquierda o de derecha que lograron alcanzar niveles de concentración de poder solo comparables con los efectos del fascismo.

A esto hay que sumar que Estados Unidos no es la excepción, con la figura de Donald Trump, un populista de extrema derecha.

La debilidad de AMLO

El tema que ha puesto a México en el centro del debate y en un punto de quiebre que puede marcar el fin de una época, son las decisiones del expresidente, quien se caracterizó por una débil imagen internacional, corrupción, nexos con el crimen organizado, falta de visión e ignorancia que suplió con una tremenda ambición de poder, llegando al punto de poner al país en vilo por su entreguismo frente a Rusia y el bloque liderado por Putin en Latinoamérica, en países como Cuba, Venezuela, Bolivia y Colombia.

Luego de la derrota en las elecciones intermedias, AMLO ya no ocultó que comprometió al país. En el desfile militar de 2021 invitó como orador principal al presidente de Cuba, quien en su discurso reprobó el embargo económico y social impuesto por Estados Unidos a su país y dijo que Cuba nunca olvidará el apoyo que el gobierno de López Obrador le ha brindado, así como su rechazo al bloqueo.

AMLO aseguró que “Si esta perversa estrategia lograse tener éxito, algo que no parece probable por la dignidad del gobierno cubano, se convertiría en un triunfo pírrico, vil y canallesco”.

Por otro lado, en la gestión de AMLO se anunció que la Agencia Espacial Mexicana firmó un acuerdo con el gobierno de la Federación rusa sobre cooperación en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, aunque negó que México permita el uso de satélites rusos con el objetivo de espiar el espacio aéreo mexicano y de América del Norte y acusó que se hacía “un escándalo porque presuntamente México permite que satélites rusos se pongan en marcha para espiar”.

Sin embargo, agencias internacionales y periodistas estadounidenses indican que en busca de la desestabilización de la democracia occidental y de lograr una injerencia en Estados Unidos, Rusia incrementó una red de espionaje desde México. La columnista de The Wall Street Journal, Mary Anastasia O’Grady escribió que Moscú tendría una “obsesión por alimentar silenciosamente la ideología antidemocrática en otras partes de las Américas, con poca resistencia por parte de Estados Unidos”, y en ese esquema México sería “un objetivo especialmente valioso” advirtiendo que el espionaje allí puede ser el más peligroso.

En marzo del 2022, ante el comité de servicios armados del Senado, el general Glen VanHerck, comandante del comando norte de EU y el comando de defensa aeroespacial de América del Norte, apuntó que “la mayor parte” del personal de inteligencia ruso en el mundo “está en México en este momento”.

Se pone peor, en 2023 AMLO mandó el mensaje de que cuenta con el apoyo militar de Rusia y lo más insólito, hizo que un contingente del ejército ruso marchara en el desfile de Independencia, e invitó a otros del bloque Cuba, China y Venezuela, y nuevamente en octubre, por el Bicentenario del Heroico Colegio Militar donde asistieron también representantes de Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, República de Corea, República Dominicana y Venezuela.

El colmo, como lo expuso la periodista de El Financiero, Jeanette Leyva Reus, fue que la embajadora de Israel en México, Einat Kranz Neiger, manifestó gran enojo porque la nacionalidad israelí está borrada de la lista en el sitio electrónico de boletaje, en tanto que la nacionalidad palestina sí está contemplada.

La reforma al poder Judicial no solo quita certeza jurídica a las inversiones, sino que rompe con todos los acuerdos y tratados comerciales y de cooperación internacional con importantes agencias de seguridad como la Interpol.

México se balancea en el limite al permitir que Rusia nos use de trampolín para sus intereses contra Estados Unidos y las repercusiones pueden ser catastróficas.

X: @diaz_manuel