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La ola de calor en México es cada vez más intensa y esto aunado a las sequías y escasez de agua no solo están afectando a la producción agropecuaria y ganadera sino también ha influido en el aumento de la demanda y generación de energía, ya que de acuerdo con datos el fenómeno del cambio climático incrementa la necesidad de refrigerar los alimentos por más tiempo y el uso de aire acondicionado por períodos cada vez más largos, además de que la producción del fluido eléctrico de las hidroeléctricas haya caído en los últimos meses.
Según un estudio publicado en el 2022 de la revista científica Atmósfera encontraron que hay un aumento de más de 100 kWh por habitante en el consumo energético, en el norte del país y en zonas costeras del Golfo de México y el Caribe debido a las variaciones térmicas y el efecto de isla de calor urbano (UHI, por sus siglas en inglés).
La apuesta del gobierno de la Cuarta Transformación para la producción de energía eléctrica limpia y renovable se basó en las hidroeléctricas las cuales tuvieron un aumento considerable en la generación del fluido durante el 2021 y 2022 y fueron estas plantas en la crisis eléctrica de Texas en febrero del 2021, las que llevaron electricidad a los estados del norte del país, sin embargo, en los últimos meses la oferta de estas centrales ha disminuido debido a la sequía y escasez de agua.
La generación de energía eléctrica en el país está siendo afectada por problemas debido al calentamiento global, de acuerdo con datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE) estos fenómenos derivados del clima provocaron que la generación hidroeléctrica en México cayera 40% en 2023.
La energía generada en las hidroeléctricas en el país durante 2023 llegó a su nivel más bajo de los últimos años, de acuerdo con los datos recopilados por el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace).
El año pasado en el país se generaron 15,629 gigawatt-hora (GWh) en las hidroeléctricas, una baja de 47% respecto a lo reportado un año antes, de acuerdo con los datos del Cenace.
La falta de lluvia también ha sido un problema, ya que varios expertos explicaron que los bajos niveles de las presas y embalses del país han obligado a desechar la opción de generar energía hidroeléctrica. La sequía mantiene muchas masas de agua por debajo del 20% de su capacidad.
Pese a la baja en la generación de energía por parte de las plantas hidroeléctricas, estas centrales siguen siendo las que más fluido eléctrico limpio y renovable aportan al sistema eléctrico nacional.
El pasado viernes 10 de mayo el Centro Nacional de Control de Energía informó que mantenía la alerta en el sistema eléctrico de México por cuarto día consecutivo, un escalón por debajo del estado de “emergencia” que declaró el pasado jueves 9 de mayo. Desde el pasado martes, 15 estados del país han registrado apagones intermitentes. Los encargados de la energía atribuyen los problemas en la red a las altas temperaturas provocadas por la ola de calor que asola México, que provoca una mayor demanda y un déficit en la generación de energía.
En un comunicado la Cenace informó que no solo la energía producida por las centrales hidroeléctricas había bajado su producción de electricidad lo que causo los apagones; también se tenían problemas en una central de energía solar que dejó de funcionar. “La generación eólica disminuyó alrededor de 395 W [vatios] con respecto a lo programado y por efecto de nubosidad en la región del Bajío disminuyó la generación fotovoltaica en 380 MW [megavatio], por lo que en total quedaron indisponibles 1.668 MW de la generación total, es decir, el 3.34% de la demanda máxima del día en el Sistema Interconectado Nacional”,
De acuerdo con el Centro de Control de Energía el “estado operativo de emergencia” significa que el sistema eléctrico nacional no cuenta con los márgenes adecuados de reserva, en ese momento se registraron sistemas fuera de los límites de seguridad, pese a ello se puede seguir dando servicio.
El día martes 7 de mayo la Cenace informó que se vio en la necesidad de desconectar diversas plantas generadoras eléctricas, incluyendo Altamira Tres y Cuatro, (plantas de ciclo combinado que la CFE compró a Iberdrola) Villa de Reyes U6, y la unidad 1 de Central Dulces Nombres, además de una disminución en la producción de energía eólica y fotovoltaica.
Las plantas hidroeléctricas tuvieron una menor generación de energía debido a la sequía que es un fenómeno meteorológico asociado al cambio climático y que puede presentarse en cualquier lugar y momento y se caracteriza por la escasez o ausencia de agua.
Según un estudio de la ONU-HABITAT de las 10 principales catástrofes naturales registradas durante los últimos años en el mundo, las que han provocado la mayor cantidad de víctimas han sido las sequías con 650,000 muertos; por lo que vemos que la sequía no es un fenómeno exclusivo de México y causa estragos en todas partes del planeta.
Estudios científicos han alertado que los cambios meteorológicos bruscos, desde sequías graves a lluvias torrenciales, son cada vez más frecuentes debido al cambio climático.
Hay muchos factores que pueden contribuir a los cambios repentinos del tiempo, como El Niño, La Niña y el cambio climático. Pero los investigadores descubrieron que la propia tierra también puede influir.
“El cambio climático está alimentando sequías e inundaciones consecutivas que han causado una devastación generalizada, con la consiguiente pérdida de vidas y daños materiales, infraestructurales y medioambientales”, afirma otro de los coautores del estudio, Shuo Wang, profesor de la Universidad Politécnica de Hong Kong.
Según este estudio de un año a otro se puede pasar de una sequia a inundaciones y aguaceros torrenciales; en los últimos años hemos tenido efectos de estos fenómenos, mismo que quedó muy claro en California, cuando enfrentó en 2022 a su peor sequía en un milenio que ocasionaron incendios forestales y pérdidas por millones de dólares a los agricultores. Luego, durante los tres primeros meses de 2023, las fuertes lluvias causaron inundaciones récord.
El cambio climático está incidiendo negativamente en la generación de electricidad en todo el mundo, por ejemplo, las plantas de ciclo combinado de Texas, no pudieron producir energía en febrero de 2021 debido a una gran nevada que cayó en la zona que congeló los gasoductos e impidió el funcionamiento de las centrales provocando apagones en el estado sureño de los Estados Unidos por más de un mes.
La falta de viento y las altas temperaturas interfieren en la generación de electricidad de las plantas eólicas, los nublados y lluvias tienen efectos negativos en la producción de energía de centrales solares y la sequía y escasez de agua hacen que las plantas hidroeléctricas tengan menos generación de electricidad.
La estrategia del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador para producir energía eléctrica con plantas hidroeléctricas es la correcta ya que se utiliza infraestructura que ya se tiene y si el cálculo de los científicos es acertado, en algunos meses se cambiara la sequía por grandes inundaciones que llenaran los embalses de las presas y se podrá incrementar el abasto de electricidad.