Cambios, se vienen muchos cambios en las terminales del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), justo con el comienzo de los trabajos de rehabilitación de la Terminal 2.
Por ello resultaba imperante desalojar el espacio que mantenían ocupado desde hace 7 años los trabajadores, sobrecargos jubilados con su cafetería, y los trabajadores de tierra con la tienda de souvenirs y maletas.
Tengo que decirles, he estado buscando la forma de preguntar cuál es la postura del Presidente Andrés Manuel López Obrador, ante este desalojo. Llevo dos días escuchando completa la famosa “Conferencia Mañanera”, pero ha sido imposible subir el tema a la palestra.
Yo afirmo con seguridad, porque después de trabajar en la aerolínea Mexicana de Aviación, trabajé en el área de Comunicación Social de una instancia federal elaborando síntesis informativas, y sé que éstas se hacen por lo general de madrugada -o sumamente temprano- con el objetivo que el director general y los directores de área estén al tanto de los hechos informativos nacionales y extranjeros más importantes, así como lo más destacado del sector, en ese caso el energético.
Lo mismo sucede en Presidencia, desde muy temprano Andrés Manuel no solamente recibe esta síntesis, sino que tiene juntas con los titulares de diferentes dependencias para saber qué sucede y cuáles son los temas más candentes del momento. Por eso sostengo que no es mera casualidad la forma en que el titular del Ejecutivo se ha manejado durante estas dos conferencias, agotando el tiempo para evitar que algún reportero le haga la pregunta incómoda.
La premisa se ve reforzada cuando en la mañanera del lunes, AMLO celebra el verdadero éxito “Jóvenes construyendo el futuro”, el programa que encabeza la dependencia a cargo de Luisa María Alcalde Luján, con quien el presidente mantiene una gran amistad, y con sus padres, Bertha Luján y Arturo Alcalde Justiniani, este último además de abogado laboral, también asesor legal de los sindicatos de pilotos y sobrecargos, ASPA y ASSA respectivamente.
Regresando al tema de los trabajos en el AICM para la rehabilitación de la T2, es necesario que en la Terminal 1 haya espacio para los aviones de Aeroméxico; por eso se requería recuperar el espacio de los mostradores de Mexicana. Esos específicamente, porque los mostradores de Interjet -que originalmente también eran de Mexicana de Aviación- no se pueden tocar porque están resguardados dentro del proceso de huelga que sigue vigente.
No dudo que la 4T haya caído en la tentación de acabar “de un plumazo” con los muchos “problemas” que representaba dicho lugar. Tengamos claro que la Asociación de Jubilados, Trabajadores y Extrabajadores de la Aviación Mexicana (AJTEAM) surge a raíz de que la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) los deja en total desamparo jurídico.
Un rechazo abierto a tal grado que en alguna ocasión el sindicato, a través de Alejandra Barrales, solicitó a Miguel Ángel Mancera el apoyo de las fuerzas policiacas para “rodear” la sede sindical, y así evitar el ingreso de los jubilados.
Por eso ese tipo de acciones y medidas es que nace la AJTEAM, quienes de manera independiente del sindicato iniciaron una demanda laboral exigiendo sus prestaciones, misma que ganaron con un laudo a su favor desde 2016. Precisamente esta resolución judicial es la que hoy se trata de invalidar a través de una demanda de tercería, impulsada por ASSA y ASPA.
El espacio que ocupaban los trabajadores con la tienda de souvenirs, así como la cafetería de la AJTEAM, además se convirtió en un punto de reunión, un foro de expresión y de intercambio de ideas para los sobrecargos de Aeroméxico, empresa que sigue volando.
Al ser un espacio repudiado por ASSA, era el lugar perfecto para que se encontraran, sin miradas fiscalizadoras, aquellos sobrecargos que tienen intenciones de ocupar cargos de representación sindical pero que son contrarios a “la gente” del actual líder, Ricardo Del Valle.
Este grupo que cuestiona y exige cuentas a la actual representación sindical, tiene entabladas dos demandas ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, una del año 2016 por la ilegal reelección de Del Valle, y otra más del año 2019, por una segunda reelección ilegal de Ricardo Del Valle como Secretario General. Obvio hay que mencionar que ambos litigios “duermen el sueño de los justos” en la dependencia federal.
A pesar de tener contratación colectiva con cuatro empresas de aviación diferentes, ASSA, a través de su Secretario General, ha mostrado una marcada preferencia por la empresa Aeroméxico; no por los sobrecargos de Aeroméxico, lo dije bien, por la empresa.
Por ejemplo, los sobrecargos de Aeromar, agremiados a ASSA, se sienten más que abandonados por la representación, y los activos y jubilados de Mexicana y las sobrecargos de Click hace tiempo que desaparecieron del radar del Sindicato de Sobrecargos.
Observemos con atención, el desalojo no solo cumple con habilitar un espacio para que sea ocupado por la aerolínea del Caballero Águila, supuestamente mientras se rehabilita la Terminal 2. También acaba con un gran foco rojo para un sindicato en particular, borra una inconformidad social sin resolverla, desaparece del imaginario de los usuarios del AICM que hay problemas, y corta de tajo un espacio de libre pensamiento y organización de lucha gremial.
Ricardo Del Valle no teme mostrar que es gran amigo de Luisa Alcalde y de su papá; y por supuesto no pierde ocasión para usar de ciclorama su fotografía con el propio Andrés Manuel, a quien le han vendido muy bien la historia de que con la creación de la cooperativa, él ya cumplió con sus promesas de campaña respecto a los trabajadores de Mexicana.
Es verdad, quien quiera tener una fuente de empleo, solo tiene que acercarse a la cooperativa, pues los ex trabajadores tendrán preferencia de contratación. Pero eso está muy lejos de ser “Justicia” (con mayúscula) para pilotos, sobrecargos, trabajadores de tierra, mecánicos y trabajadores de confianza, que fuimos despojados de nuestra fuente de trabajo.
Es un espejismo decir que para aquellos que no quieran trabajar en la cooperativa, ya vienen las liquidaciones, y ¡voila!, queda zanjado el conflicto de Mexicana de Aviación, mientras suenan rabiosos los aplausos del público favorecedor… gracias… gracias.
¡Falso! hay un pequeño, pequeñísimo detalle, pero de capital importancia, que ahora les explico. Antes del desalojo de la Cafetería, así como de la Tienda de Souvenirs, estaban colgadas a lo largo de ese mismo espacio de mostradores, unas mantas que fueron colocadas hace tiempo por el propio AICM, con el siguiente texto:
“El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y todas las instalaciones, son propiedad federal afectas a una concesión de servicio público. Las empresas compañía Mexicana de Aviación S.A. de C.V., Aerovías Caribe S.A. de C.V. y Mexicana Inter S.A. de C.V., sus sindicatos y/o personal, no tienen domicilio, ni representación oficial alguna en este inmueble; por lo que en términos de los ordenamientos aplicables, no puede llevarse a cabo válidamente ninguna diligencia judicial, extra judicial o administrativa en contra o respecto de las referidas sociedades, su personal, mandatarios o representantes de cualquier naturaleza.”
De repente, esa argumentación jurídica y administrativa “desapareció”. Queda claro que la diligencia de desalojo fue completamente ilegal, y que tiene jiribilla, pues estamos entrado en época electoral en ASSA y Ricardo De Valle está buscando convocar en breve una asamblea para poder reelegirse una vez más y sus agremiados (amenazados, coaccionados y sobornados) le autoricen contender en las elecciones, estando un quinto periodo al frente de ASSA.
Más allá de la necesidad de tener un espacio dónde colocar a Aeroméxico dentro de la T1, hay una realidad que no podemos ignorar, y son los acuerdos y negociaciones que “tras bambalinas” se vienen haciendo. Si las elecciones de ASSA las ganara un candidato o candidata que no sea Ricardo Del Valle, las posibilidades de que el gremio decida prescindir de los servicios de Arturo Alcalde Justiniani son muy altas, pues está dentro de las facultades estatutarias de la Asamblea General.
El desalojo también allana el camino para que la actual representación no pierda sus cargos sindicales, ni el actual asesor legal se quede sin su jugosa entrada de dinero por los servicios de asesoría prestados. Solo para dar contexto, cuando Alcalde Justiniani llegó a ASSA, hace más de 21 años, la quita mensual (sus honorarios) rondaban los 30 mil pesos, y ahora cobra cerca de 250 mil pesos al mes.
Cambios, vienen cambios en las terminales; cambios en la aviación mexicana que sigue degradada a Categoría 2, cambios que se convierten el parches porque seguimos sin lograr un plan de desarrollo aeronáutico para el país; veremos si nace la cooperativa “Aviación Mexicana”, y funciona, estaremos atentos si se arreglan los conflictos hoy latentes con Interjet ¿Cuándo termina la huelga y el concurso mercantil, qué pasará con el edificio corporativo construido de manera ilegal dentro del AICM?
¿Qué pasará con la terminal de Aeromar ubicada al lado de la T2?, ¿El Gobierno Federal le dará oxígeno a través de Aeropuertos y Servicios Auxiliares, o una línea más está al final de sus días? Cambios, vienen cambios en las terminales aéreas.