Aparece una política del miedo, del resentimiento y la trinchera, y los demagogos prometen soluciones sencillas a problemas complicados
Barack Obama
Quienes piensan en silenciar voces, bloquear, cancelar o de plano ver como enemigos a los que no opinan igual, reproducen la intolerancia y el autoritarismo que tanto se le cuestiona a AMLO y que tanto daño nos ha causado como sociedad, hacen el juego de Andrés, de la polarización y la descalificación irracional.
Entre los retos que el Frente Amplio por México y quien quede como candidato tendrá que enfrentar, está el demostrar capacidad para entender que aún dentro de sector morenista existe una buena carga de inconformes y decepcionados por el desempeño de AMLO y su partido.
En la democracia deben coexistir el respeto, la tolerancia y la inclusión. Deben caber todas las voces, las que están de acuerdo y las que disienten. El pensamiento único solo se da en las dictaduras mediante la represión, la imposición e incluso con el uso de la fuerza, tal cual lo propone AMLO.
Inteligencia frente a ocurrencias
El Frente y su candidato deberán tener la inteligencia de romper la barrera del pensamiento único e incoherente, de las propuestas populistas y de la visión ocurrente e irracional, en otras palabras, del modelo fracasado que AMLO ha querido imponer.
Ejemplos sobran, el más reciente lo dio el presidente en la mañanera de ayer, cuando al fin, al quinto año de su gobierno reconoció el fracaso en el sector salud, que no se acercó en nada al de Dinamarca y que, al contrario, dejó sin atención a muchísimos mexicanos.
AMLO reconoció el desabasto de medicamentos y propuso una ocurrencia -que cito para evitar que digan que sus declaraciones se “manipulan”-: Para darle una salida definitiva al desabasto, vamos a proponer, les voy a proponer a los del sector Salud que se tenga una especie de farmacia donde se cuente… Una farmacia aquí en la Ciudad de México, un almacén con todas, todas, todas las medicinas, todas, todas las medicinas del mundo, en cantidades razonables para que cuando falte en un hospital, ahí, como un banco de reserva de medicamentos, y lo vamos a hacer.
Así, los atropellados anuncios u ocurrencias que dice en la mañanera se convierten en políticas públicas: los “abrazos y no balazos” en materia de seguridad, el desmantelamientos de instituciones, fideicomisos, dependencias o programas que venían funcionando bien, como el Seguro Popular o las Zonas Económicas, planeadas y estructuradas para recuperar la región sur sureste del país y que sustituyó por otra ocurrencia, el “Corredor Transístmico”, que en la retórica demagógica suena muy bien, pero sin planeación, ni pies ni cabeza; y, cómo olvidar la cancelación del NAIM., por capricho e intolerancia construyó un aeropuerto que no resolvió nada.
La tarea del Frente
El Frente Amplio y su candidato tendrán la enorme responsabilidad de no caer en el juego perverso de la mediocridad, la polarización y la descalificación, porque no es así como se combatirá el proyecto de Andrés, sino a través del análisis, los compromisos, la agenda ciudadana y finalmente la capacidad de convertirlas en propuestas verdaderas, incluyentes y perfectibles.
El Frente tiene la tarea de demostrar que reúnen lo necesario para conformar un gobierno de coalición y la capacidad y amplio criterio para acoger a los decepcionados de Morena y la 4T, que son muchos.
No es momento de negar que muchos de los que creímos en un proyecto para mejorar a México nos topamos con pared y que igual pasó con quienes tuvieron cabida en la 4T, pero que por tener iniciativa y voluntad, acabaron recriminados y denostados por el presidente, como los exsecretarios de Hacienda, Carlos Urzua y Arturo Herrera, de Semarnat, Víctor Manuel Toledo, de Economía, Tatiana Clouthier, el director del IMSS, German Martínez Cásares y Lázaro Cárdenas Batel, y legisladores como Lilly Téllez.
Democracia e inclusión
La democracia es inclusión y respeto a quienes piensan distinto, es tolerancia y México tiene mucho de eso. No podemos caer en los radicalismos o extremismos.
Se equivoca quien dice: “Nada de zigzaguear, sigamos anclados en nuestros principios, reafirmemos la decisión y el rumbo que hemos tomado desde que inició el gobierno”, porque ese es el camino de las dictaduras más autoritarias.
La disyuntiva del Frente Amplio está en entrarle al juego de AMLO y la polarización o dar fuerza a su propuesta para un gobierno de coalición que reúna a todas las voces e inquietudes de la población para convertirlas en propuestas, no en ocurrencias.
En este punto la estrategia de comunicación cobrará una especial importancia, para no caer en lo que bien describió Barack Obama: “Prometer soluciones sencillas a problemas delicados” sino en ser eficientes para presentar de forma sencilla una serie de propuestas bien estructuradas y con fundamentos, lo que no resulta sencillo ni fácil de explicar.
Twitter @diaz_manuel