¿En qué se parece la pirámide del Zócalo capitalino a la 4T?
Intensa polémica ha desatado la falsa pirámide que se está colocando en el Zócalo de la Ciudad de México para conmemorar los 500 años de la conquista, o como el actual gobierno la ha redefinido: “la resistencia de México – Tenochtitlán”. Primero por el gasto en el que se incurre habiendo muchas otras prioridades, y segundo, porque a solo unos metros se encuentra el museo del Templo Mayor, que se encuentra cerrado después de que el techo colapsara por el fuerte granizo, y que además tienen meses sin ser reparado.
Más allá del debate, la pirámide del zócalo podría reflejar y erigirse como un monumento en honor al actual gobierno federal, porque coincide en muchos aspectos con las decisiones y manera de trabajar de este nuevo régimen autodenominado 4T.
Para empezar, se trata de un show provisional, algo que la gente podrá disfrutar de manera temporal, y que no soluciona absolutamente nada en medio de severas crisis como la de salud, seguridad y económica. Habrán tardado más en montarla, desmontarla y pagarla, que el tiempo en que estará disponible el show y la exhibición para el público. Algo así como sucede con gran parte de los programas sobre todo sociales de este gobierno, que solo atienden una emergencia presente, pero que condicionan el futuro económico del país.
Podríamos coincidir en que gran parte del discurso de esta “transformación” tiene su origen en las deficiencias de los gobiernos anteriores, quienes perdieron la sensibilidad política y la cercanía con la gente, y tomaron decisiones que permearon en los índices de desigualdad económica y en otros problemas del día a día que han afectado durante décadas a nuestra sociedad.
Así que es cierto, las formas de este gobierno se entienden basados en el hecho de que durante años, se dejó crecer un clima de enojo social que se fue acrecentando hasta que fue imposible de contener un cambio. Por eso no sorprende ni molesta que el actual gobierno federal, tenga un discurso y unas políticas muy opuestas a lo que por años habíamos estado acostumbrados a ver; finalmente, el receptor principal del mensaje cambió.
Lo que si es cuestionable son las formas con las que se arman los programas y las decisiones del gobierno, que lejos de ayudar y cambiar la situación de las personas con vulnerabilidad, las terminan comprometiendo de más; quitándoles apoyos y servicios que antes recibían, y que ahora son cambiados por dinero en efectivo que no les alcanzará cuando se les llegue a presentar una necesidad mayor, como la salud o la educación.
Por eso la pirámide del Zócalo es un monumento fiel a este gobierno, porque es un distractor y no un programa que tenga un fin prioritario o justificable; es un monumento que esta sobrepuesto y hecho al vapor, como algunas decisiones que se toman en el calor del momento sin evaluar las repercusiones a largo plazo para el país, como lo son muchas de este gobierno entre las que podríamos destacar: el Gas Bienestar o el nuevo aeropuerto; es un monumento que define a este gobierno porque su estructura no esta hecha para aguantar, como no aguantó la Línea 12 del Metro de la CDMX; es un monumento de la 4T porque su principal propósito es presentar un show, como los que se montan cada semana, específicamente los miércoles desde Palacio Nacional; lo es porque además, alienta las aglomeraciones masivas en pleno pico de contagios, como cuando se restaba importancia al uso de cubrebocas; pero sobre todo, es un monumento que definiría a la 4T porque no durará mucho, y cuando se desmonte, no quedará ningún vestigio de que haya estado alguna vez ahí, salvo por su costo, que quizá se tenga que seguir pagando algún tiempo después de que ya no este.
Este viernes, alrededor de las 9:30 de la mañana AMLO visitará la pirámide de la 4T acompañado de la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, por la Conmemoración 500 Años de Resistencia Indígena 1521, México-Tenochtitlán. Hoy se inaugura y por la noche un espectáculo luminoso...