Después de los resultados electorales del día domingo, se puede decir que el gran perdedor de la elección es el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, aunque algunos intentan convencer que Claudia Sheinbaum es la que se debería llevar esa distinción, por las alcaldías perdidas; o el mismo Alito que ni su estado pudo ganar, Campeche. Pero la realidad es otra; y es que en el estado del norte, el gobernador perdió no solo la gran mayoría de los ayuntamientos grandes, sino que también perdió el congreso local de manera abrumadora, y con ello, su último escudo de protección para intentar escapar de la justicia.
Las consecuencias de esta gran derrota del PAN en Tamaulipas, se comenzarán a sentir en el corto plazo, primero, porque el gobernador queda indefenso y muy probablemente solo, ante la embestida que se le viene por parte del gobierno federal; pero también y más importante aún, porque a partir de hoy, inicia la carrera de cara a la renovación de la gubernatura que estará en juego el próximo año.
En cuanto a los escenarios que le quedan al mandatario, el más prudente y sensato sería el de pedir licencia mientras puede y nombrar a través del congreso local a un sustituto cómodo para él; pero tiene el tiempo en contra, necesita aceptar su nueva realidad y actuar con rapidez, ya que la nueva legislatura local con mayoría morenista entrará en septiembre. Es eso, o arriesgarse a ser destituido entregando el poder a un contrario.
En cuanto a la disputa por la gubernatura, aunque el proceso comienza formalmente en octubre próximo, ya con un congreso local dominado por Morena, y con la gran mayoría de los grandes municipios gobernados también por la izquierda; los aspirantes comenzarán a moverse desde hoy, y a acomodar sus fichas de cara a la carrera que se viene.
El reacomodo en el tablero político tamaulipeco, deja cimbradas las aspiraciones de algunos políticos improvisados, que basaban su fuerza y posición, en su cercanía con Cabeza de Vaca. Por eso, hay que empezar a voltear hacía quienes han resultado vencedores en estos comicios, liderazgos que sin levantar tanta polémica han confirmado que tienen la capacidad y condiciones para aspirar a la gubernatura.
Una de las personas que hay que seguir de cerca de partir de hoy, es al actual Director de RTC a nivel nacional, Rodolfo González Valderrama, uno de los políticos tamaulipecos más cercanos al presidente López Obrador, y uno de los miembros fundadores del partido, que gozan del cariño y la simpatía de los militantes en aquella entidad.
Rodolfo fue compañero de AMLO en la carrera de ciencias políticas de la UNAM, fue jefe delegacional de Cuauhtémoc y ocupa un cargo en el gobierno federal que le permite mantener comunicación directa con el presidente; por lo que no hay duda que cuenta con la confianza plena de López Obrador, quien lo conoce de toda la vida.
Pero también hay que señalar que en su estado, González Valderrama ha hecho la tarea. Miembro fundador de su partido, es un artífice de los contundentes triunfos que contra todo pronóstico Morena ha obtenido en aquella entidad en 2018 y ahora en 2021. De hecho, ayer el candidato ganador para la alcaldía de Reynosa, Carlos Peña, en su mensaje de agradecimiento, reconoció el acompañamiento de la estructura de ese partido que le abrió sus puertas, e hizo mención especialmente al apoyo recibido por Ricardo Monreal, Mario Delgado, Alejandro Rojas y de Rodolfo González.
Los militantes de Morena tienen muy claro el lugar que ocupa el actual director de RTC en su estructura, le tienen cariño y le reconocen su trabajo. Por esas razones, es que ahora que el partido del presidente pintó de guinda la entidad tamaulipeca, el nombre de Rodolfo González Valderrama comienza a sonar con fuerza.
Y es que aunque en próximas semanas seguramente se hablará de la salida o huida de Cabeza de Vaca, esa suerte en sí ya esta echada, la elección del domingo ya lo definió y el veredicto de culpabilidad del aún mandatario reflejado en el voto de la población, fue contundente.
Pero lo verdaderamente importante para los tamaulipecos ya no es el pasado sino el futuro, y para el 2022 lo que le viene a Tamaulipas es un nuevo gobernador, y seguramente un nuevo partido en el gobierno, por eso, no hay que perder de vista a Rodolfo González Valderrama.