COMO VEO DOY
Ya sabe usted estimado Lector, que la mamá de Aquiles lo sumergió en un lago cuyas aguas tenían propiedades inmortales. Lo hizo hundiendo al chamaco agarrándolo de los pies, detalle que la amorosa pero distraída madre no tomó en cuenta, por lo que Aquilito no resultó totalmente inmortal: ¡su talón, que no fue remojado, quedó tan vulnerable como el de Ud. y el mío!, y por ahí podía perder la vida lo cual eventualmente sucedió.
Pues así estamos en el mundo. Nuestra madre Naturaleza nos ha dado recursos como el gas y el petróleo para tener una vida cómoda, cual un Dios griego, pero nos dejó el cerebro con abundante irracionalidad y por ello, con nuestros excesos, estamos destruyendo al Planeta. Al consumo irracional hay que añadir que los recursos principales de hoy en día, son fuentes no renovables y muy contaminantes, hecho que vuelve a la humanidad más vulnerable y a México no se diga. Revisemos nuestro caso.
EL PROBLEMA
Cada año se celebra la Independencia y cada año hay que preguntarse de quién o de que, porque la evidencia muestra una dependencia creciente de nuestros amables vecinos allende del Río Bravo. La muestra más reciente fue la tormenta invernal que azotó al Estado de Texas, la peor en 30 años, que les congeló los yacimientos y ductos de gas y obligó al Gobernador de esa entidad a ordenar que, lo poco que se podía rescatar, fuera para Texas, prohibiendo consecuentemente, cualquier exportación de gas natural a otro país, o sea, a México.
Tal decisión afectó de inmediato la producción manufacturera de nuestro México Independiente, principalmente a las entidades del norte y a la vida doméstica en casi todos los Estados, lo cual se manifestó con prolongados “apagones”. La consecuencia fue la pérdida de millones de dólares que traducidos a pesos no cabrían en esta página, debido a los cortes del suministro eléctrico que obligó al paro temporal de empresas desde medianas (y tal vez también pequeñas) hasta las grandotas como Volskwagen, Audi, Kia, Altos Hornos de México, la industria maquiladora, HEB que, de no creerse, ¡suspendió la producción de tortillas! para ahorrar energía y, entre otras afectaciones de carácter general, la suspensión igualmente temporal de unos 320 mil empleos.
LA DEPENDENCIA DEL GAS NATURAL
Esta bronca, como tantas otras, ya se veía venir, pero como nos habituamos a vivir en el filo de la navaja, se nos olvida. Bien se dice que las cosas por sabidas se callan, pero por calladas se olvidan. Antonio Gershenson, buen amigo, profesor e investigador de la UAM-AZCAPOTZALCO, publicó desde 2003, el riesgo de apostar a una sola fuente de energía eléctrica, que buscaba sustituir el combustóleo con el gas natural, sin tener la certeza de las existencias, capacidad y costo para producirlos. Funcionarios públicos de esa época, respondieron con ligereza a la pregunta de qué se haría si las proyecciones fallaban: “total, lo importamos” –esa fue la respuesta–. ¡Pues eso han venido haciendo!
LA MALA LECHE
Se debe reconocer la peligrosa dependencia de la importación de gas natural, ya que del 100% de la demanda de electricidad, el 60% se produce mediante la técnica del Ciclo Combinado (gas y vapor) y, el 70% o más del insumo necesario para producirla con esta técnica, que es el gas, resulta importado. Por lo tanto, en resumen, casi la mitad de la energía que se produce en México, depende de insumos importados y la otra mitad de combustibles “sucios”, combustóleo y carbón y de un escaso remanente de otras fuentes como eólica, fotovoltaica, geotérmica, etc.
Pues si usted apreciado Lector, revisa las notas periodísticas de los últimos días (sin alusión a signos religiosos), notará textos que en vez de buscar y proponer soluciones a este problema nacional, lo toman de pretexto, es decir, con mala leche, para denostar e insultar al gobierno, como es el caso del golpeteo al anuncio para crear una empresa subsidiaria de Pemex denominada Gas Bienestar, cuyo recursos, dicen, se pueden usar en la compra de medicinas faltantes y en apoyo a la recuperación de la economía.
En mi caso me da igual quién esté gobernando, pero no la insidia asociada a mezclar problemas como la escasez de fuentes de energía con las carencias de medicamentos, porque el empleo del presupuesto público no es alternativo, dicho en corto, tienen que destinarse recursos monetarios para solucionar ambos problemas y, es responsabilidad de todo mexicano que se involucre en ellos, buscar y aportar soluciones, no ahondar el conflicto. Tema aparte es el enfrentamiento político entre el gobierno y la oposición. Nunca, como en este caso, se aplica la sentencia de que lo cortés no quita lo valiente.
UNA SOLUCIÓN PARCIAL
Desde luego que tampoco apoyamos la opción de sacar soluciones de un sombrero. Como acto de magia está bien. Pero si a esas vamos, en vez de crear una empresa a bote pronto, mejor decretar un aumento general de ingresos a todo ciudadano en apuros, para que pueda pagar el gas cuantas veces suba de precio. ¿Ironía? Puede ser, pero equivale a un subsidio o a un aumento en la pensión universal que, a la postre, terminará en la bolsa de las empresas gaseras.
Aunque pensándolo un poco, quizás la gasera de Pemex podría funcionar si el gas producido por ella misma, que es como un 30% de la demanda total, únicamente se vendiera en las colonias y barrios de bajos ingresos. Como quiera, nunca el gasto del gobierno es dinero tirado a la basura, cual apuntan los críticos detractores, pues éste siempre va a parar a las manos de algún ciudadano, entre quienes, sólo unos cuantos, serán basura en sentido figurado y, … bueno, lo concedo, quizás en todo sentido. No se ría.
¿Quiere Ud. amable Lector un ejemplo? Sirva para ello la barda que se construyó en el gobierno de Calderón, para delimitar el terreno donde se pretendía construir una refinería, cuyo costo (solo del murito) fue de 620 millones de dólares que, por supuesto, no se fue a la basura, ya que lo recibieron los empresarios que la contrataron y los obreros que la levantaron, sin considerar las comisiones que, la verdad no creo, pudieron llevarse los funcionarios públicos responsables de realizar el proyecto.
Este ejemplo es exactamente aplicable a la recomendación de Lord Keynes para reactivar la economía después de la Gran Depresión ocurrida en 1929 en Estados Unidos. Este ilustre pensador dijo que el gobierno debía de contratar a unos hombres para que hicieran hoyos y emplear a otros para que los fueran tapando y le resultó muy bien al binomio Hoover-Rooselvet. ¿Cuál sería entonces la diferencia con una empresa como Gas Bienestar? Sabrá Dios y los críticos enojados.
UNA SOLUCIÓN DE FONDO
Debemos sumar fuerzas para materializar, aunque sea por partes y sin dejar de pelear por lo que consideramos que no es correcto para el bien del país, nuestra festejada Independencia. No podemos seguir dependiendo de la importación de gas natural ni del consumo de combustibles fósiles, altamente contaminantes. Es urgente invertir en el desarrollo masivo de fuentes limpias y prácticamente inagotables como las que provienen del aprovechamiento del agua, aire y Sol, entre otras.
El riesgo de un alza incontrolable de los precios no es el principal problema de la importación, si no, críticamente, la disponibilidad del insumo. En relación al precio, este puede subir al grado de ahogarnos, ya que Europa aumenta su demanda y hay quienes aseguran que pueden pagar 5 veces más que nosotros, ¿Por qué entonces USA nos vendería el gas a un precio menor? Sin embargo, en relación a la disponibilidad, ya se vivió que si nuestros “primos” lo necesitan, pues ellos van primero y los vecinos que se esperen a las migajas, si es que algo queda. Es obvio que primero está su gente y ni como reclamar lo que nosotros también defenderemos.
Así, la realidad en flagrante evidencia, determina la necesidad y la urgencia de invertir en el desarrollo de fuentes limpias de energía. ¿De dónde sacaremos el dinero? De dónde más, de la inversión extranjera y de créditos externos, o sea, de contratar deuda pública con otros países. Este es un caso absolutamente justificado, pues será menor la exportación de utilidades y el pago de intereses crediticios a el costo por el aumento constante del precio del gas importado y a la pérdida económica por el paro de empresas. Que diría Aquiles, caro Lector, ¿le entramos o nos negamos?
RENDIJAS LUCTUOSAS
A Polly, la vi unos minutos, pero la barbarie de su muerte me acompañará siempre. ¡Fue un feminicidio!
A Jovenel Moïse, nunca supe de él hasta que su muerte remarcó la barbarie. ¡Siguen los magnicidios!
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Julio 12 del 2021