El fondo de las cosas no es la vida o la muerte.

Me lo prueban el aire que se descalza en los pájaros,

un tejado de ausencias que acomoda el silencio

y esta mirada mía que se da vuelta en el fondo,

como todas las cosas que se dan vuelta cuando acaban.

y también me lo prueba mi niñez que era pan anterior a la harina,

mi niñez que sabía que hay humos que descienden,

voces con las que nadie habla,

papeles donde el hombre está inmóvil.

El fondo de las cosas no es la

muerte o la vida.

El fondo es otra cosa que alguna vez sale a la orilla.

ROBERTO JUARROZ

Que si fue con la DEA, que si no

Por supuesto es una estupenda noticia la captura de Rafael Caro Quintero. Ningún delincuente de ese calado —así sea en su vida pasada— debe andar libre. Esa es mi apreciación.

Sí, el personaje que en su momento “modernizó” el narcotráfico y fue llamado ‘el narco de narcos’ resultó capturado por la Marina de nuestro país.

Ahora bien, sorprende mucho el ruido, aclaraciones y precisiones de funcionarios y simpatizantes del lopezobradorismo en el sentido de que el gobierno de López Obrador fue el único que participó en el operativo de captura. Francamente, ante la noticia, eso debiera ser lo de menos, pero…

Ello únicamente puede significar que a la 4T le importa —y mucho— que eso sea lo que se perciba y reconozca entre la población mexicana.

Vaya, hasta el embajador estadounidense, Ken Salazar, quien ya sabemos trabaja de tiempo completo para impulsar el proyecto lopezobradorista, subrayó que fue la Marina, y solo esta, la que operó la detención del narcotraficante. En su mensaje dijo: “Ningún personal de los Estados Unidos participó en la operación táctica que resultó en el arresto de Caro Quintero: la aprehensión fue realizada exclusivamente por el gobierno mexicano”. ¿Deja abierta la posibilidad de que en la parte estratégica si hubiese participado la DEA? ¿O es una diplomática manera de que el inquilino de Palacio no se enoje por la intromisión estadounidense? En el fondo da igual.

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El hecho es que la cabeza de misión diplomática estadounidense en México contradijo a Anne Milgram, actual directora de la Administración de Control de Drogas en los Estados Unidos (DEA), quien aseguró que la detención de Rafael Caro Quintero fue posible gracias a la colaboración de su agencia con autoridades mexicanas.

Para lucirse exclusivamente él

Sorprende también que, por contraste, en las redes sociales de connotados morenistas el tema de la detención pasó sin más y solo en algunos casos hubo un tuit de pésame para las familias de los marinos fallecidos en el “accidente” del helicóptero en la sierra de Choix ocurrido horas después del arresto de Caro Quintero. En ninguno de sus mensajes hay una felicitación o reconocimiento a quienes participaron en dicho operativo.

Claudia Sheinbaum solo le dio el pésame a las familias de los marinos asesinados; Adán Augusto ni siquiera comentó en sus redes sociales el tema, nada.

Marcelo Ebrard también dio el pésame a las familias y compartió los tuits de López Obrador al respecto del operativo, pero tampoco felicita a los marinos o a la inteligencia nacional.

Así, resulta muy significativo que quienes usualmente aplauden a la 4T por cualquier nonada, ahora ni siquiera feliciten en sus redes sociales a López Obrador o a los marinos y al mismo tiempo se subraye (institucionalmente) que el arresto solo fue por el lado mexicano.

Esto me indica una sola cosa: hay línea dentro de la administración cuatroteísta y esta es dejarle todos los reflectores y la cosecha del “triunfo” a López Obrador única y exclusivamente. Ya lo atestiguaremos el lunes en su conferencia de prensa.

Y es que forzosamente la captura de Rafael Caro Quintero será tema en la mañanera; ¡y vaya que se espera lo capitalice en grande!

Además de falso, criticable

Ojalá López Obrador quiera hacer de la mañanera un show teniendo como lección el que los criminales acaban o deben acabar mal. Eso sería lo mejor. Dicho de otro modo, me parece genial que se utilice la mañanera a modo de escarnio público de figuras como Caro Quintero.

Lo anterior no significa o es distinto a que AMLO termine utilizando su/su(s) próxima(s) mañanera(s) para decirnos que la aprehensión de Caro Quintero significa un gran avance por parte de la Cuarta Transformación en el combate al narcotráfico. Eso sería falso y el presidente nos estaría mintiendo (una vez más).

Permítanme explicarme: la captura de Caro Quintero es un claro ejemplo de que la forma NO es fondo. Y la razón es sencilla puesto que el narcotraficante ya no significa algo importante dentro del narcotráfico; su peso específico es nulo en el mercado de los estupefacientes. Esa es la verdad. Fue cabecilla, pero ya no lo es. Su aprehensión en términos económicos para esa “industria” es insulsa.

Hablemos de lo relevante

La captura de los hijos del Chapo, en cambio, NO hubiera sido irrelevante en el fondo de las cosas. Y, de nuevo, eso no sería por el espectáculo social de la captura per se y el significado legal y moral hacia la población. Lo seria en términos económicos; hubiera tenido repercusiones en la industria del narcotráfico. Denotaría, en estricto sentido, frutos, resultados, avance en la estrategia/política de combate al narcotráfico.

Las capturas son espectaculares y levantan la moral/opinión de que el gobierno federal está haciendo algo al respecto, mas eso no siempre es el caso. Pocas veces significan también un verdadero golpe a la industria y economías de la producción y venta de drogas.

En un principio la captura de Caro Quintero puede verse como una situación de “ganar/ganar”: el gobierno de López Obrador captura a un perseguido de los EEUU — premio para Biden, además de quitar un criminal de las calles.

Pero eso solo es en la superficie de las cosas. En el fondo, para cuestiones de la industria del narcotráfico en México, asa aprehensión no altera nada. NADA.

El trasiego, la trata de personas y la industrialización de la mariguana, no sufrirán cambios con su captura. El mercado de estupefacientes no se trastocará por este evento.

La forma y el fondo

El que la 4T haya hecho todo en el operativo o el que haya habido colaboración con las agencias norteamericanas, no quita lo fundamental: lo que ocurrió este fin de semana fue mucha forma y nulo fondo.

En la política importa la forma, pero más el fondo. Más allá de las felicitaciones, las colaboraciones o la ausencia de ellas, la pregunta continúa: en qué momento habrá verdaderas políticas públicas para combatir el crimen organizado. Los abrazos no alcanzan y los balazos se dan poco y no necesariamente con buenos y trascendentes resultados. ¿Qué tal si mejor aplicamos estrictamente lo que marca la ley y vamos viendo?