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La oposición al gobierno de la Cuarta Transformación (4T) hizo viral en las redes sociales la fotografía de una carretera con un trazado poco común en Playa del Carmen, en el municipio de Solidaridad, en Quintana Roo y achacando la obra a la administración federal, cuando la vía fue construida por un gobierno municipal panista.

Los opositores al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador llamaron a la vía la ‘carretera del Bienestar’ y ponían como ejemplo de autopista bien hecha, la de Durango-Mazatlán, que se construyó en la administración del presidente Felipe Calderón, sin embargo, si hay una obra mal ejecutada, con corrupción y sobre costos es ese proyecto del noreste del país.

Luego de 13 años de haber iniciado su construcción, y que su inversión pasó de 15 mil millones de pesos a más de 28 mil millones, el 17 de octubre del 2013 el expresidente Enrique Peña Nieto inauguró la autopista que une el Pacífico con el centro-norte del país.

La Durango-Mazatlán fue proyectada y arrancó su construcción en el sexenio de Vicente Fox, en 2001. En el Plan Nacional de Infraestructura de entonces, la autopista consideraba una inversión por 10 mil 800 millones de pesos una cifra que al cabo de 12 años subió a 28 mil 600 millones.

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La contratación para su construcción se hizo por tramos, debido a sus características. “La autopista tiene una longitud de 230 kilómetros que atraviesan la Sierra Madre Occidental. Las licitaciones fueron adjudicadas a empresas como Tradeco, que construyó el Puente Baluarte; Omega, Aldesa, GMD, FCC Construcciones y Hermes, entre las de mayor tamaño”.

A lo largo de tres sexenios, la autopista fue inaugurada por tramos, para quedar concluida operando en su totalidad en octubre de 2013. La vialidad está considerada una de las mayores obras de infraestructura carretera del país por su complejidad técnica: cuenta con 115 puentes, uno de ellos, es el famoso Puente Baluarte, que es el puente atirantado más alto del mundo y el más largo de Latinoamérica; y 61 túneles, entre ellos El Sinaloense, el más largo de México, con 2.8 kilómetros.

La obra fue en su tiempo la mayor inversión carretera del país, y de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF), no estuvo libre de problemas respecto al gasto en construcción. En un reporte de 2014, la ASF realizó 45 observaciones que explican el 30% del sobrecosto de la vialidad.

Entre las anomalías que descubrió la Auditoria Superior de la Federación, destaca la empresa Tradeco, que era la consentida del expresidente Felipe Calderón, y que represento costos extraordinarios derivados de “la integración de precios unitarios”, mencionó el documento. Además, la construcción del Puente Baluarte duplicó su costo, al pasar de 1,113 millones de pesos previstos a más de 2,500 millones de pesos al concluir la obra.

En noviembre del 2016 el entonces director general de Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) anunció una inversión de 735 millones de pesos para resolver los problemas que presentaba la autopista por la mala calidad de la obra y para el 2017 se invirtió por parte de la banca de desarrollo 277.6 millones de pesos en trabajos adicionales para su mantenimiento.

El pasado mes de junio, Caminos y Puentes Federales (CAPUFE), anunció una inversión de 584 millones de pesos en la carretera Durango-Mazatlán, principalmente para la reposición del equipo de iluminación de 30 túneles y reestructura de 40 kilómetros de pavimento y cinta asfáltica, y se haría una gestión ante Guardia Nacional y Seguridad Pública, para eliminar los 56 accesos irregulares y dos casetas alternas de cobro de peaje, con finalidad de salvaguardar a la población qué transita esta vía de comunicación.

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En febrero del 2019 el presidente Andrés Manuel López Obrador se refirió a esta obra del noroeste del país como “la carretera más cara del mundo por la corrupción”. “Claro que es una gran obra, pero costó diez veces más de lo que debió haber costado”.

La carretera que construyo el neoliberalismo entre Durango y Mazatlán no es una obra que puedan presumir y sigue generando costos para la actual administración.

Los opositores al gobierno de la Cuarta Transformación deberían de investigar más y constatar la veracidad de la información antes de mandar ataques por redes sociales y para no ser humillados en la conferencia mañanera en la sección de ¿Quién es quién en las mentiras? Que encabeza Elizabeth García Vilchis.