Presidente:

Soy una ciudadana que durante estos seis años he visto con asombro, frustración e impotencia la cosa más dolorosa en mi país: Mucha gente quedándose sin posibilidad de recibir tratamiento médicos oncológico, niños sin posibilidad de atención urgente y mujeres con cáncer de mama en la misma situación.

Lo sé porque gracias a mi cuenta en X y el alcance que ha tenido, he podido difundir y solicitar ayuda para muchos papás de niños con cáncer que me escribían para pedir el apoyo económico o en especie para sus hijos.

Algunos no pudieron continuar su batalla.

José, un niño de 8 años que hace unos cuatro años lo lanzaron del hospital para que se fuera a morir por ahí. Sin darle cuidados paliativos. En plena agonía. Descansa ahora en paz, pero tenía mucho por vivir.

Las columnas más leídas de hoy

Yo quiero pensar, Andrés, permíteme llamarte y escribirte “de tú” aunque todavía seas presidente, para, por primera vez, sentirte cercano, que intentaste que las cosas funcionaran.

Sé que también en la industria farmacológica hay toda una mafia, pero una mafia que funcionaba en sexenios pasados para los que más lo necesitaban. No quiero decir que tuviéramos en gobiernos anteriores sistemas de salud como el de Dinamarca, pero estaba mejor que el que ahora dejas.

En tu intento por componer y resolver todo de seguro por ti solo, porque me parece que te es muy difícil aceptar ayuda, pues el tema se te salió de las manos como tantos otros temas.

Y durante estos años prometiste ese sistema de  salud como Dinamarca que no fue realidad.

Por cierto el chascarrillo que te aventaste en tu último mitin diciendo que ya se tenía el Sistema de salud como el de Dinamarca para después salir a desmentirte diciendo que fue una “broma” para hacer enojar a la oposición, es una de las cosas más aterradoras que haya visto en un líder. Porque sí, lo lograste: Fuiste el líder de una nación.

Tuviste todo Andrés Manuel para ser tan feliz que no lo fuiste. Nunca te conocí pero pude saber quién eras a través de tus mañaneras.

Quizá valga la pena que en esta tercera etapa de tu vida (la primera cuando te plantaste en Reforma para exigir que se te diera la Presidencia, la segunda en tu sexenio y la tercera a través y atrás de Claudia Sheinbaum, futura presidenta de México) ojalá pudieras reconsiderar tus errores y en verdad intentar hacer las cosas por México pero desde un genuino amor, y trabajando sobre tus propias heridas y frustraciones.

Dios, la vida o el universo, pero digamos y hablemos de  Dios, porque sé que crees en él, te sigan dando la oportunidad para estar dentro de la política, aunque digas que no será así porque todos sabemos que así será, haz algo positivo con ello Andrés Manuel.

Muéstrale por ejemplo a Claudia Sheinbaum quien te admira y te quiere genuinamente, que sí se puede trabajar con los demonios internos. Muéstrale que la oposición no somos enemigos ni somos aquellos malvados que siempre dijiste que somos.

Por favor, pónganse a trabajar esta vez para bien de México. Un México donde todos estemos incluidos. Sé que quizá desde tu retiro en tu rancho rodeado de vegetación y de naturaleza puedas encontrar la paz para agradecerle a los millones de mexicanos que te tuvieron en el poder y te tienen todavía aunque lo niegues. Esa gente que no solo creyó en ti, sino que además de todo, te quiso y te quiere; eso no lo logra cualquiera.

Tienes a una familia con hijos que probablemente verán por ti en tu vejez, aunque hayas dicho que ese papel le toca a las mujeres, obviamente no te van a abandonar.

Tienes a un adolescente como Jesús Ernesto que ha sufrido muchísimo bullying y que ahora irá creciendo con tu ejemplo. Rodéalo  de amor y enséñale lo que es reflexionar, recapacitar y cambiar los rumbos en la vida para ser mejores personas.

Evidentemente Claudia Sheinbaum no podrá estar sin ti y tú sin ella.

Si el escenario fuera que regresas a la vida pública cada vez más pública, tienes la oportunidad de ser otro y enseñarle a todos que sí se puede cambiar.

Yo, como tú, viví 6 años enojada y haciendo corajes. Eso no es bueno para la mente y para la salud.

Quiero encontrar paz, me imagino igual que tú. Quiero además encontrar un país donde pueda estar segura que mis hijos así, de la misma edad que Jesús Ernesto podrían vivir con paz y oportunidades.

Yo como mexicana me comprometo a apoyar a Claudia desde donde pueda y como pueda porque no estoy dispuesta a seguir enojándome todos los días.

Seguramente Claudia fallará pero quiero ser esa clase de mujer y mexicana que pueda hacer algo por mi país.

Habrá que ser observadores de las funciones de nuestra futura presidenta, eso sí.

Tiene ese puesto porque la gente creyó en ella gracias a ti, Andrés Manuel.

Porque la gente la quiere gracias a ti, Andrés Manuel.

Tendrá que abrirse camino ella sola y la oposición, la correcta y buena oposición no le cerrará el paso. Porque se lo cerramos a ella y nos lo cerramos todos. Ojalá muchos lo entiendan.

En fin...

Adiós, Andrés Manuel. Quizá este no sea un adiós, sino un hasta luego. El retiro deprime a muchas personas, creo que vivir en tu rancho siempre no será algo que te venga bien.

Pero yo sí quiero desearte una buena vida y un buen retiro, porque lo que se le desea a otros, se nos regresa, Andrés Manuel.

Es cuanto.