El aliado intelectual de Claudio X. González
Este es Jorge El Güero Castañeda. Lamento tener que criticar a un hombre tan inteligente y que me cae realmente bien, pero tendré que hacerlo. ¿El motivo de mi enfado? Jorge escribió un texto —se difundió ayer en la página de internet de Nexos— absolutamente discriminatorio.
Terrible su artículo “Dante en un lío”. ¿Por qué la actitud tan discriminante de Castañeda? Quizá por su piel blanca, porque su pelo alguna vez fue rubio —ahora las canas lo han invadido— y por su origen de clase social acomodada.
Por algunas de las tres razones anteriores, o por las tres, Castañeda suele ignorar a las personas morenas y que no tuvieron la suerte de nacer en pañales de seda, excepto si son mercancía electoral fácilmente vendible al gran público, como podría ser el caso de Xóchitl Gálvez.
Debe quedar claro que El Güero Castañeda no desprecia a la gente nacida pobre o morena —excepto si se trata de hombres y mujeres que simpatizan con Morena, claro está—, pero él de plano no se da cuenta de que existen personas así. Cierta ceguera ideológica o de clase le impide verlas.
Su artículo de ayer quiso ser un análisis de las posibilidades de la alianza PRI, PAN, PRD. Pero, en realidad, fue una lección de clasismo. Cito a El Güero:
- “Hay bajas y beneficiarios del proceso sucesorio del lado de la oposición, como es lógico”.
- “Se han bajado unos que ni se habían subido —Vila, Murat—, otros que hicieron un esfuerzo —De Hoyos, Téllez y Ruiz Massieu—, que declinaron en el fondo porque no lograrían recolectar las firmas necesarias”.
- “Hay tres beneficiarios aparentes”. ¿Solo tres? Eso piensa Castañeda: “Son Enrique de la Madrid, Santiago Creel y Xóchitl Gálvez, que hoy por lo menos, parecen estar destinados a ser los finalistas, y por lo tanto a encontrarse bajo los reflectores hasta principios de septiembre”.
¿Y Beatriz Paredes?
Las encuestas de MetricsMx han sido muy precisas en dos elecciones consecutivas. Se trata de algo perfectamente demostrable.
Pues bien, MetricsMx, empresa especializada en estudios demoscópicos, desde hace bastantes meses ha publicado en SDPNoticias un tracking nacional diario realizado mediante una encuesta telefónica de robot. Son 1,050 casos semanales. El margen de error es de +/-3.02% y su nivel de confianza de 95%. Sintetizo enseguida los resultados del tracking.
√ En la alianza Morena, PT y PVEM:
- 1º Claudia Sheinbaum. Ha ganado en todas las mediciones.
- 2º Marcelo Ebrard. Siempre ha sido el segundo lugar.
- 3º La tercera posición la han intercambiado Adán Augusto López y Gerardo Fernández Noroña.
√ En Movimiento Ciudadano:
- 1º Luis Donaldo Colosio Riojas. Ha ganado en todas las mediciones.
- 2º y 3º La segunda y la tercera posiciones las han intercambiado Samuel García y Enrique Alfaro.
√ En la alianza PRI, PAN, PRD:
- 1º y 2º En todas las mediciones Beatriz Paredes había disputado el primer lugar con Lilly Téllez.
- 3º La tercera posición la han intercambiado Santiago Creel y Enrique de la Madrid.
¿Qué ha pasado en el tracking con la aparición de Xóchitl Gálvez como aspirante presidencial?
- 1º Beatriz Paredes. Tiene el primer lugar después de dos mediciones frente a Xóchitl.
- 2º Xóchitl Gálvez.
- 3º Enrique de la Madrid.
- 4º Santiago Creel.
- 5º Miguel Ángel Mancera.
¿Por qué Castañeda no menciona a la líder en la oposición? Por clasismo y porque no la ve como mercancía.
No dudo que pueda crecer Xóchitl Gálvez, del PAN —los recursos con que se le promociona son enormes y cuenta además con las críticas de AMLO para darse a conocer—. Pero, después de más de una semana de medirla, sigue abajo de Beatriz Paredes, del PRI.
De hecho, del primer día de julio al segundo día del mes, Xóchitl creció…, pero Beatriz también. Fue menor el crecimiento de la priista que el de la panista, pero Paredes está en la competencia —es líder— y supera con facilidad a dos de los favoritos de El Güero Castañeda, los hombres blancos Santiago Creel y Enrique de la Madrid.
El origen de Xóchitl es indígena; el de Beatriz, campesino. ¿Por qué Jorge Castañeda y su jefe Claudio X. González ignoran a la segunda y apoyan tanto a la primera? Por dos razones fundamentales:
- A Xóchitl la ven como una mercancía vendible, esto es, como alguien que hará lo que digan los publicistas pagados por la derecha empresarial. Beatriz, políticamente muy bien formada, no permitiría que la promocionasen como si fuera una Coca Cola.
- Xóchitl ha sido empresaria y se identifica con el PAN —ha colaborado en gobiernos panistas—, partido que fascina a la derecha empresarial. Beatriz solo ha sido política, actividad que ha desarrollado desde abajo, y ha militado toda su vida en el PRI, partido al que desprecian ideólogos como Castañeda y empresarios como Claudio X.; estos al PRI lo necesitan, pero lo detestan, así que lo usarán en su lucha contra AMLO y la 4T, y después romperán la alianza, sobre todo si —como es altamente probable— la alianza opositora no logra impedir el triunfo de Claudia Sheinbaum en las elecciones presidenciales del próximo año.
Ya se verá si el priismo apuesta por su mejor opción, Beatriz Paredes —necesita recursos, que no tiene, para un mínimo de acciones promocionales—, o bien si la dirigencia del PRI termina de vender esta franquicia a potentados como los que representa Claudio X.
Dinero de AMLO, SCJN, Shakira y Piaf
¿Ministros y ministras de la Suprema Corte de Justicia de la Nación deben ganar lo mismo que Shakira? Desde luego que no. Comercialmente hablando lo que hace la ex de Piqué vale mucho más que el trabajo de los y las juristas más eminentes de México.
¿Ministros y ministras de la SCJN deben ganar lo mismo —o menos, como es el deseo presidencial— que Andrés Manuel López Obrador? Por supuesto que no. Más bien, ministros y ministras deben recibir un pago mensual superior al del presidente de México. Explicaré por qué.
Popularidad es dinero. Un presidente siempre es popular, así que si escribe libros estos se venden y sus ingresos aumentan. Lo ha hecho AMLO durante su periodo de gobierno. Se ha ganado algunos milloncitos, y qué bueno, son obras bastante interesantes.
Ya retirados, los presidentes siguen siendo populares, así que ganan con nuevos libros, normalmente de memorias, o con conferencias. Algunos hasta se contratan con multinacionales —Ernesto Zedillo, Felipe Calderón— o se vuelven locos y tratar de vender saludos telefónicos, como Vicente Fox.
El trabajo de ministros y ministras, realizado en la discreción exigida por el estudio profundo del derecho, no les permite ser populares, así que sus libros no serán tan vendidos como los del titular del poder ejecutivo, y sus conferencias no atraerán masas: llenarán un reciento académico y nada más.
Ni siquiera un ministro como Arturo Zaldívar que ha apostado con buena técnica por las redes sociales, tiene posibilidades de rentabilizar lo que hace en TikTok. Necesitaría escadalizar bastante, y no lo haría nunca por respeto a su trayectoria.
Quizá la ministra Margarita Ríos Farjat y el ministro Juan Luis González Alcantará Carrancá podrían redactar libros con posibilidades de ser éxitos de ventas; en efecto, con títulos amarillistas como “¿Cuándo traicioné a AMLO y no me di cuenta?”. Claro está, ni ella ni él se atreverían a hacer algo tan vulgar: son personas serias, sin duda.
Los y las demás también podrían escribir obras sensacionalistas, pero tampoco lo harían. Alberto Pérez Dayán y Javier Laynez Potisek: “Yo, su alteza serenísima (AMLO dixit)”. Norma Piña: “No me puse de pie cuándo Andrés Manuel entró, y qué”. Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena: “Confesiones de un ministro rico (prólogo de López Obrador)”. Yasmín Esquivel: “Manual de tesis (prólogo del rector de la UNAM)”.
Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación, preguntó a ministros y ministras por qué ganan más que AMLO. Le respondieron que ellos y ellas ganan lo que dice la ley y ya. Pudieron haber añadido que el cargo de Andrés Manuel le permite ingresos extraordinarios bastante altos, actuales y futuros —libros y conferencias—, mientras que quienes integran la corte no tienen esa posibilidad.
¿Y Édith Piaf qué tiene que ver en esta historia?
Recordé a la cantante francesa cuando pensé que los ingresos de Shakira eran una buena idea para ejemplificar que sí hay gente que gana y debe ganar más que ministros y ministras.
Por cierto, Shakira perdió decenas de millones de dólares por haberse enamorado de un tipo como Piqué al que ella le cantó: “Mucho gimnasio, pero trabaja el cerebro un poquito también”.
Eso me llevó a recordar a Édith Piaf, quien también se enamoró de un tipo que era puro gimnasio, el boxeador Marcel Cerdan.
Quizá Piaf con su boxeador no perdió tanto dinero como Shakira con su futbolista. Por eso la francesa le dedicó al pugilista el muy bello “Hymne à l’amour”:
“Si un día la vida te arranca de mí.
Si mueres, estás lejos de mí.
No me importa si me amas.
Porque yo también moriría.
Tendremos la eternidad para nosotros.
En el azul de toda la inmensidad”.
HIMNO AL AMOR
Shakira, en plan de loba, tuvo que desquitarse del futbolista porque le dejó de vecina a la suegra y la deuda en Hacienda.
Lo bueno de todo esto es que Shakira seguirá recibiendo fortunas por sus canciones y, sin duda, terminará por recuperarse; ministros y ministras no dejarán de ganar lo justo, que es lo legal, y AMLO continuará obteniendo mucho dinero —bien merecido— por sus libros que no dejará de redactar y de vender.