Los rumbos electorales están ya siendo caminados por aquellos que buscan el beneplácito del voto de la ciudadanía en los diez estados donde se elegirán gobernador y de los muchísimos cargos a diputaciones locales, federales, Senado y presidencias municipales que se renovarán en el 2024.
Por el momento el ojo de la agenda pública está sobre el proceso de Morena para elegirse entre sus “corcholatas” a quien será él o la candidata a la presidencia; del mismo modo, la oposición está intentando colarse en esta conversación, aunque lo ha logrado más gracias a la participación del presidente López Obrador en su proceso, pero buscan también definir quién será su abanderado o abanderada.
Tras haber pasado el proceso electoral de este año donde en el Estado de México se acabó con los casi cien años de gobierno del PRI pero en Coahuila se confirmó el liderazgo de Manolo Jiménez, queda otro proceso que debe notarse y que al igual que el del Edomex puede ser histórico: la Ciudad de México.
Desde que en 1997 por primera vez hubo un proceso electoral para elegir a quien sería el gobernante de la capital mexicana, la izquierda, en ese momento representada por el PRD, ha sido quien ha gobernado de manera ininterrumpida, ahora gobierna Morena, pero más allá de su origen fundado principalmente en ex militantes del partido del sol naciente, la bella ciudad capital de México ha sido gobernada siempre desde esta ideología.
Hoy en día, a causa principalmente de sucesos en extremo desafortunados, como la caída del Metro, solo por mencionar uno, además de un gran descontento por el gobierno de la ahora corcholata, Claudia Sheinbaum y de lo que hoy pareciera un show de miedo porque el gobernante Martí Batres parece un fantasma; la Ciudad de México tiene muchas posibilidades de ser gobernada por la oposición, partidos como el PAN se han fortalecido de sobremanera y a pesar de escándalos de corrupción inmobiliaria son el partido que más ha aumentado su preferencia electoral.
El Frente por México podría, si hacen las cosas de manera adecuada, coronarse con la joya de gobernar el antes Distrito Federal. Y aunque son varias las aristas que deberían alinearse y las variables que tendrían que considerarse, el PRI, PAN y PRD unidos bajo la coalición, y si logran posicionar a un buen candidato o candidata gobernarían la CDMX.
Uno de los principales retos de la oposición para lograr mantener su preferencia electoral y además aumentarla será sin duda posicionar temas de interés para las y los ciudadanos de la capital más allá de seguir señalando situaciones que aunque trágicas, quedaron en el pasado y que sin una propuesta de solución quedan solo en señalamientos infértiles, otro gran tema que deben considerar en su narrativa es la de sensibilizarse a las necesidades reales de los capitalinos: mejor transporte público, mayor seguridad, más empleos mejor pagados y sobre todo, disminuir la brecha de desigualdad que aún existe.
Ninguno de los partidos o de las y los posibles candidatos que podrían encabezar el proyecto capitalino para quitarle a Morena el gobierno, a sido consciente de que la conexión que se debe tener con el electorado de la cosmopolita capital tiene que venir acompañado de una gran desconexión de los privilegios que como políticos han tenido y que los ha desconectado tanto de la realidad de los 11 millones de habitantes que cohabitan en esta gran urbe.
En tanto las cantaletas sean las mismas que se han repetido durante los últimos 6 años, en tanto no se logre brincar de la queja o señalamiento a la propuesta puntual, en tanto dejen de verse las y los mismos perfiles y en tanto no haya una genuina sensibilidad para la gran mayoría de quienes pueden votar por ellos, la idea de ganar la CDMX se quedará en solo una promesa de la tierra prometida que se quede en el horizonte.
Postdata: Los güeros se han quejado tanto de su sufrimiento y de la discriminación que han padecido que se ha considerado ya crear un instituto para atenderlos. Todo indica que ante sus demandas será en Polanco o en el Pedregal.
Twitter: @PepeGalaviz