Todavía no cumple ni quince días este 2024, y en materia aeronáutica tenemos muchos temas de qué hablar. El inicio ha estado de lo más vertiginoso, y ahora hay que agregar las declaraciones del CEO de Emirates, que nos dan mucha tela de donde cortar.
Tim Clark, CEO de la línea aérea Emirates, “estalló” en una entrevista otorgada al medio Bloomberg al aseverar que la armadora de aviones norteamericana Boeing “ha tenido problemas de control de calidad durante mucho tiempo y esta es sólo otra manifestación de ello”. De manera coloquial diremos: “¡fuertes declaraciones!”.
Y no es para menos, el pasado mes de noviembre, Emirates hizo un pedido a Boeing de 95 equipos, lo cual significa que la aerolínea del Medio Oriente, con sede en Dubái, gastaría en la fabricante gringa más de 50 mil millones de dólares.
Una cantidad que pone nervioso a cualquiera, incluso a los administradores de la línea aérea de los Emiratos Árabes, y como dijo en la entrevista Tim Clark, ya tuvieron en el pasado una mala experiencia con Boeing y su modelo B777, por la mala calidad de los acabados. Y también porque existen quejas en algunas fisuras en los fuselajes de los Dreamliner, o sea de los B787.
Boeing ha estado luchando para ponerse al día con sus entregas, pero el incidente del pasado 5 de enero, con el avión de Alaska Airlines puso el dedo en la llaga. Y es que encontraron “piezas flojas” que ocasionaron la despresurización explosiva. En United, otra aerolínea norteamericana que también cuenta con equipos B737MAX9, hicieron una revisión a fondo y se percataron de que los pernos de la salida de emergencia no estaban lo suficientemente apretados.
Todo esto generó que la producción y entrega de aviones se detenga, trayendo como consecuencia más retrasos y Emirates es una aerolínea que tiene un largo pedido de aviones con ellos, por eso se entiende la molestia.
Pero Tim Clark no solo se quejaría amargamente de la fabricante Boeing, sino que también arremetió contra la armadora francesa Airbus. Ellos tienen un pedido de 15 aviones A350 por un costo de 6 mil millones de dólares. El dato no es menor y salta a la vista porque Rolls-Royce, el fabricante de los motores para ese modelo de avión, ha recibido severas críticas, y en la entrevista con Bloomberg, Tim Clark lo calificó de “defectuoso”.
Más allá de los dimes y diretes, queda expuesto algo que debería de ponernos a pensar, y es que es un hecho innegable que solamente hay dos empresas armadoras de aviones que proveen equipos a todas las líneas aéreas del mundo: Boeing y Airbus.
El lunes pasado se cumplieron 114 años del primer vuelo en nuestro país, gracias al capitán Alberto Braniff. En alguna columna pasada comenté que nuestro país pintaba de una manera excepcional para ser potencia en la fabricación de aviones gracias a los Talleres Nacionales de Construcciones Aeronáuticas (TNCA), creada en 1915 durante el gobierno de Don Venustiano Carranza, pero los intereses de los norteamericanos fueron protegidos, en lugar de privilegiar el talento mexicano.
Posteriormente hemos podido presenciar a lo largo de la historia una serie de guerras mantenidas contra otros fabricantes de aviones; algunos de ellos se han visto “digeridos”, como el caso de la McDonnell Douglas, que en 1997 pasó a formar parte de Boeing, tras ser adquirida por ellos. Si ustedes volaron durante los años noventa o los dos miles en Aeroméxico, lo más seguro es que haya sido en un avión de la fabricante McDonnell Douglas, en sus famosos modelos MD-83, MD-87 o el MD-88.
Pero en la actualidad, la aviación parece que solo tiene de dos sopas, o Airbus o Boeing, y no menciono a la brasileña Embraer porque a pesar de ser la tercera fabricante en el mundo, sus aviones son de 100 plazas, y aerolíneas como Emirates, Qatar e incluso las grandes líneas aéreas norteamericanas y europeas, utilizan aviones con más de 350 asientos.
Así que podemos decir que no solo entendemos el enojo y la molestia del CEO de Emirates con respecto a Boeing, pues es con quien más pedidos tiene. Queda claro que la aviación en general está siendo afectada; en nuestro país, a quien le está golpeando esta situación, es a Aeroméxico.
El fin de esta historia está lejos, todavía. David Calhoun, CEO de Boeing, en una reunión de seguridad admitió el “error” en el incidente del avión de la aerolínea Alaska Airlines, y aunque quedaron en que la fabricante trabajará codo a codo con la Agencia Federal de Aviación (FAA por sus siglas en inglés), también se comprometieron a trabajar con la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB por sus siglas en inglés), para ver -entre otras cosas - todo lo relacionado a las inspecciones que hoy mantienen en tierra a los aviones.
Por supuesto que este hecho no pasó de noche con los legisladores norteamericanos, quienes solicitaron a la Comisión de Comercio del Senado convocara a una audiencia para “evaluar los incidentes relacionados con el 737 MAX, los estándares de ingeniería y seguridad de Boeing y la calidad de la supervisión brindada por la FAA y otras agencias gubernamentales relevantes”, tal y como lo destaca CNN en una publicación.
Esto nos lleva a pensar: con esta crisis a falta de equipos ¿acaso China se podrá posicionar? Y es que ahí les va algo por demás interesante que se ha venido dando en los últimos días: mientras Boeing sigue perdiendo en la Bolsa de Valores, COMAC la fabricante de aviones chinos, hace dos semanas aproximadamente anunciaba que su modelo C919 tiene un valor más elevado que un Boeing 737.
Y es que el último avión que colocó para Air China tuvo un costo de 108 millones de dólares, 9 millones más que lo que costaba en 2022; mientras que un B737 (dependiendo del modelo) ronda los 100 millones de dólares aproximadamente.
China Eastern, es otra aerolínea que comienza a utilizar los aviones C919. Recibió el pasado martes su cuarto equipo, y tiene un acuerdo con COMAC para la adquisición de 100 aviones más.
Y justo en el momento que escribo esto, la FAA ha emitido un comunicado que me parece importante compartirles:
“Este incidente (el de Alaska Airlines) nunca debería de haber sucedido y no puede volver a pasar otra vez. La FAA ha formalmente notificado a Boeing que está llevando a cabo una investigación, para determinar dónde falló Boeing y asegurarse que sus productos estén conforme a los diseños aprobados, y que haya condiciones de una operación segura, en conjunto con las regulaciones de la FAA.
Esta investigación es resultado de un incidente en un Boeing 737-9 MAX, donde se perdió una puerta de pasajero tipo tapón/enchufe y discrepancias adicionales. Las prácticas de fabricación de Boeing deben de cumplir con altos estándares de seguridad que están legalmente obligados a cumplir.
La seguridad de los usuarios que vuelan, no la velocidad, es lo que determinará el cronograma para que el modelo Boeing 737-9 MAX vuelva a estar en servicio”
Las preguntas siguen siendo las mismas: ¿el mundo aeronáutico volteará sus ojos a China? ¿El incidente del B737MAX será el parteaguas para el crecimiento exponencial de la armadora china COMAC? Solo el tiempo nos dará las respuestas; mientras seguiremos muy atentos a lo que pasa en la aviación con estos fabricantes de aviones.