Son los tiempos que corren. Para él, absolutamente todo es político. ¿Gobernar? Eso es tarea de su gabinete. También de los gobernadores. Él, no pierde el tiempo dirigiendo la nación. Sus minutos, horas, días, se van en hacer política. Sí, ordena. Sí, anuncia acciones de gobierno. Sí, toma decisiones de estado. Pero antes de realizar cualquier acto de gobierno, ya pensó en el impacto político.
Andrés Manuel López Obrador es simple y llanamente, el político encumbrado más avezado en los últimos 30 o 40 años. Definitivamente por algo es referente para la izquierda latinoamericana. Hoy estamos discutiendo una Reforma Electoral que, suceda lo que suceda, ya le redituó al Presidente.
Mi tarea, amable lector, es analizar y desmenuzar el contexto político desde mi punto de vista, para compartirlo con usted. Puede estar de acuerdo o no. Al final, nuestra mente e ideas son el último reducto de cada uno de nosotros.
Esta película de Reforma Electoral, ya la vimos. La vimos con la iniciativa de Reforma Eléctrica que no pasó. Desde el inicio de su gobierno López Obrador ha lanzado buscapiés a sus contrincantes. Les tiene al pendiente de sus “ocurrencias”. En mi opinión, la estrategia perfecta para imponer agenda.
Hoy planean una marcha para “frenar” la Reforma Electoral. Si la iniciativa presidencial no ha de prosperar, será en el Legislativo, no en las calles, creo. La oposición está midiendo músculo en su cierre de año. También, están presionando al PRI de Alito. Un partido tricolor que, a ojos del PAN y PRD, es poco menos que confiable en este momento. De ahí, que Movimiento Ciudadano no se sume para formar una gran alianza opositora. Lo vimos durante la semana con tantas declaraciones. En Sinaloa simplemente, la dirigente del PAN, Roxana Rubio acusó de tibios a los priistas. Cinthia Valenzuela, líder estatal del tricolor, reviró atinadamente. Es presión.
¿Por qué no confían en Alito Moreno? Porque el dirigente tricolor es capaz de marchar el domingo y gritar con todo en contra de la Reforma Electoral del mandatario… y el lunes anunciar consensos con Morena para sacar adelante puntos torales de la misma reforma que golpeteó un día antes.
El diputado y ex gobernador de Campeche es así. Oportunista, mentiroso y ambicioso. Sus intereses realmente están por encima de los del pueblo. Entre ceja y ceja sólo una cosa: el control total del PRI para hacerse con las candidaturas y las ‘pluris’ para él y sus amigos en el 2024.
La marcha, es para eso solamente. Para presionar a Alito y al mismo tiempo medir el poder de convocatoria de la alianza.
El Presidente ya les ganó la partida aun cuando no pase nada con la reforma.
¿Por qué?
Primero, conserva el resto mayor, 22 de 32 gobernadores le respaldan en su iniciativa. Si lo hacen en esto, lo harán también en lo electoral. Su poder político le va sacar avante el 2024 sí o sí. Sobre todo, con esa oposición desarticulada.
Segundo, que la reforma no pase, paradójicamente fortalece a “Alito” en el PRI y al interior de la alianza. Moreno Cárdenas es el caballo de Troya obradorista. Segundo BIS, Alito se encargará de detonar desde dentro la alianza. Con él en el PRI, será más que complicado sumar simpatías legítimas para conformar una coalición competitiva.
Tercero, el PAN disminuido y diluido en la alianza. El PRI aún con su poca representación es tan importante en números que toma relevancia por encima del panismo. La verdadera oposición está en los azules y es la estrategia justamente impedir que crezcan. Mejor, alimentar al tricolor, ese ‘monstruo’ dócil y fácilmente manejable desde el poder.
Cuarto, la narrativa presidencial se impone. La oposición cae una y otra vez en el juego de Palacio Nacional. Tanto que, por ejemplo, en esta ocasión declinaron marchar al Zócalo, sabedores que no lo llenarían. Serían el blanco perfecto para que el Presidente dijera el lunes en su mañanera: “no llenan un vocho”. Lo peor, ya lo dicen él y los medios.
Quinto, sin grandes elecciones ni consultas este segundo sexenio del 2022, AMLO tiene nuevamente un laboratorio para medir sus tiros políticos. Con quién cuenta y con quién no. Una muy pequeña -pero útil- aduana de cierre de año previo a la elección de Edomex el 2023.
En mi opinión, la Reforma Electoral debe ser la que resulte del consenso. Porque eliminar a los diputados plurinominales es un golpe a la democracia y a la representación de las minorías, por ejemplo. El sistema político mexicano merece y debe avanzar. Son tiempos en que las democracias están en serio retroceso a nivel mundial. Cerrarse a decir que “El INE no se toca”, es también cerrarse a la posibilidad de mejorar. Y eso, no merece el pueblo mexicano.
Creo que lo mejor que pudiera suceder es una negociación legislativa abierta y honesta, con debate de altura. Ahora bien, amable lector. Puede usted estar en contra de la Reforma Electoral de López Obrador y acudir a la marcha en su respectiva ciudad. O definitivamente estar a favor y apoyar los cambios al INE. Ambas posturas son válidas. En mi opinión, el tema de fondo va de otra cosa.
Culiacán capital del Bienestar… y de la ¡cultura! No quiero desaprovechar manifestar mi emoción por el anuncio de una Feria Internacional del Libro para la capital sinaloense del 8 al 14 de diciembre. El alcalde Juan de Dios Gámez Mendívil ha tocado la tecla correcta. Primero, el reconocido escritor Elmer Mendoza es quien apoya en la coordinación del evento. El ícono de la novela negra es garantía, seguro veremos grandes autores y expositores. Se organizó en tiempo récord y estoy segura que será un éxito. El calendario de ferias internacionales cierra a finales de noviembre. Culiacán tendrá la posibilidad de replicar en muy buena escala la cartelera de la FIL Guadalajara. El presidente municipal se puso las pilas. La mejor noticia es que la capital del Granero de México tiene un alcalde con una personalidad distinta y trabaja diferente. Ya les contaré más.
Vanessa Félix | Twitter: @vanessafelixmx