No hay duda: el Senado de la República es la punta de lanza o la cantera principal de aspirantes a puestos de elección popular. Pasó desde las elecciones intermedias del 2021 donde una gran camada de legisladores se convirtieron en gobernadores y presidentes municipales de ciudades importantes en la geografía del país. De hecho, ese fenómeno se repitió en 2022 y, todo parece indicar, se coronará en 2023 y 2024.
Resulta que, primero, es muy probable que Morena gane la gubernatura en el Estado de México con una senadora con licencia. Es decir, Delfina Gómez se puede convertir, muy pronto, en la primera jefa del ejecutivo estatal que proviene de un partido distinto al PRI. La alternancia, en ese sentido, es muy obvia dadas las condiciones a favor no solo por el desgaste político del Revolucionario Institucional, sino porque el momento crucial lo vive el lopezobradorismo que ocupa las primeras posiciones en los estudios previos de evaluación.
En Coahuila, la elección luce más competitiva por la división que causó la salida del ex funcionario federal, Mejía. Sin embargo, todo dependerá de una buena campaña que realice el senador con licencia, Armando Guadiana. De entrada, lo mejor sería concentrar más la operación territorial en aquella entidades pues de mucho servirá el activismo y las baterías que ponga en marcha la dirigencia nacional de Morena.
Una vez terminado ese proceso electoral del 2024, vendrá la madre de todas las batallas en el ejercicio electoral: la sucesión presidencial donde -el senado de la República- tiene un perfil muy competitivo en la imagen de Ricardo Monreal que, desde hace unas semanas, se ha sumado de lleno como aspirante oficial de Morena. Solo falta que, como a las demás corcholatas, el camino se corrija para él y muy pronto fluya el piso parejo cosa que, hasta ahora, ha quedado en la promesa escrita de una carta que divulgó Mario Delgado a los gobernadores y gobernadoras emanados del movimiento.
De la mano de ese proceso vienen 9 gubernaturas que estarán en disputa de las cuales, 6 pintan para que Morena amplíe su poder en el país. Hablo de CDMX, Chiapas, Morelos, Puebla, Tabasco y Veracruz. Entre ellas, hay dos senadores de la República que son -indiscutiblemente- los favoritos para quedarse con la candidatura y ganar el ejercicio electoral. Es el caso de Alejandro Armenta en Puebla; y el de Eduardo Ramírez en Chiapas.
En efecto, ambos senadores de la República son muy cercanos a Ricardo Monreal y, seguramente, fortalecerán más su aspiración presidencial con Morena. Por esa razón, y con el gran potencial que han mostrado en esta etapa previa, uno y otro son favoritos para enfrentar y ganar la elección interna en Puebla y Chiapas. Incluso, ambos legisladores han apretado el acelerador y la participación es, en términos territoriales, el motor que alimenta más las aspiraciones que ya no es un secreto a voces porque vemos la intensidad con las que grandes sectores se concentran para cobijarlos.
Eso significa refrendar el gran potencial y nivel que ha mostrado el Senado de la República no sólo como el sostén de las políticas públicas del país, sino como el principal epicentro de grandes protagonistas en procesos electorales porque, hasta ahora, siguen figurando en muchas entidades del territorio nacional donde habrá transición de poderes.
De hecho, cada día se fortalece más la presencia de Alejandro Armenta y Eduardo Ramírez que, todo parece indicar, serán los abanderados de Morena en sus respectivas entidades sí seguimos lógica de estados como Nayarit, Sinaloa, Tamaulipas, Baja California, Hidalgo, Oaxaca, así como el Estado de México que se sumará a la larga lista de senadores; unos ya gobiernan y, a la postre, otros muy pronto lo harán.
El Estado de México es uno de ellos y, en esa coyuntura, seguirán Puebla y Chiapas siendo que hay grandes prospectos para ganar ambas gubernaturas. Me refiero al presidente de la Mesa Directiva del Senado, Alejandro Armenta y su compañero del pleno, Eduardo Ramírez, el Jaguar.
Desde esa perspectiva, Morena cuenta con aspirantes muy fuertes que, sin lugar a dudas, garantizarían el triunfo electoral en 2024.
Notas finales
Ya que hablamos del Senado de la República, no podemos soslayar el reconocimiento merecido que obtuvieron dos mujeres por su aportación en los medios de comunicación donde destacó, por su trayectoria, Cristina Portugués, que representó a las mujeres durante un foro que se llevó a cabo hace unos días. De hecho, ese galardón que recibió de manos de legisladores fue gracias a la labor en la fuente periodística de los deportes.
Se trata, sin lugar a dudas, de un hecho sin presidente que habla del papel preponderante que, desde hace muchos años, viene empujando la mujer en distintos tópicos y áreas. Incluso, la propia Cristina Portugués hizo un llamado a romper con el molde tradicional porque las mujeres han venido demostrando capacidad y competencias en temas de mucho interés social.
En lo personal, conozco a Cristina Portugués y sé de su capacidad probada y comprobada en distintos cargos que ha tenido en sus manos. Prueba de ello es que, hace unos días, el Senado de la República, que se ha caracterizado por ser una institución de puertas abiertas, hizo un merecido reconocimiento al que -por supuesto- me sumo para destacar el gran talento que tenemos en nuestro país.
“Quiero decirles que las mujeres tenemos una fuerza incomparable”, así cerró su intervención Cristina desde el Senado de la República. Enhorabuena.